Adivina qui¨¦n viene a acosar esta noche
Con su ahora inmediata respuesta ante el machismo y los abusos contra las mujeres, Hollywood se pone a la altura de sus propias expectativas como motor de cambio cultural
El pr¨®ximo 7 de enero, en el hotel Beverly Hilton, se entregan los Globos de Oro, el primer gran show de premios televisivo de esa ¨¦poca del a?o en la que Hollywood se felicita a s¨ª mismo. En los anuncios de televisi¨®n de estos d¨ªas, presentador de la gala dice: ¡°Hola, soy Seth Meyers, este a?o presento los Globos de Oro y tenemos¡ muuucho de que hablar¡±. En otro spot, Meyers dice: ¡°Van a estar todos¡±. Entonces mira fuera de plano como si alguien le dijera algo y, con gesto de disculpa, a?ade: ¡°?Qu¨¦? Ah, s¨ª, me hab¨ªa olvidado de ese¡±. En otro anuncio, dice: ¡°Es la noche en que las estrellas se rozan¡ con consentimiento¡±. As¨ª, ya se est¨¢n emitiendo varias versiones. Y faltan dos semanas.
En el a?o que concluye, la industria del cine de Estados Unidos ha ejercido como pocas veces en las ¨²ltimas d¨¦cadas el papel que cree debe tener como reflejo de la sociedad. Empez¨® con dos art¨ªculos period¨ªsticos, en los que varias actrices conocidas ten¨ªan la valent¨ªa de denunciar sin ocultarse tras el anonimato que uno de los productores m¨¢s exitosos de la historia de Hollywood, Harvey Weinstein, al que se?alaban tambi¨¦n con nombres y apellidos, era b¨¢sicamente un violador en serie.
La denuncia abri¨® las compuertas para un torrente de acusaciones que se han llevado por delante las carreras de decenas de hombres poderosos de la industria del cine. Los comportamientos que las mujeres se han atrevido a denunciar van desde los comentarios lascivos hasta la violaci¨®n. Con todo, la reacci¨®n en la industria del cine fue lo verdaderamente sorprendente. Hollywood ha reconocido abiertamente que muchos de estos comportamientos eran conocidos, que toda la vida se entendi¨® como un sucio secreto del negocio del que no se hablaba, y ha reaccionado con gran contundencia.
?Por qu¨¦ ahora? ?Por qu¨¦ esta vez hubo un consenso instant¨¢neo para decir basta? ?Por qu¨¦ en cuesti¨®n de d¨ªas se acabaron la tolerancia y el silencio de d¨¦cadas? Se escribir¨¢n libros contestando a estas preguntas (y se har¨¢n pel¨ªculas, claro). Scott Frank, un antrop¨®logo especializado en la sociolog¨ªa de Hollywood, cree que tiene que ver tambi¨¦n con hacer limpieza en casa en un momento en que esta industria se ha puesto a la cabeza de la rebeli¨®n contra la ola de pensamiento cavern¨ªcola que parece haber engullido a Estados Unidos tras las ¨²ltimas elecciones.
¡°Esta es una industria que se presenta como progresista¡±, apuntaba Frank en una reciente conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, por raro que parezca, lo ha hecho m¨¢s f¨¢cil. La izquierda debe demostrar que se toma en serio sus propias convicciones de una forma que no era necesaria antes. No se pueden quejar de Trump todo el rato y no actuar ante esto¡±.
Pronto, sin embargo, se vio que no era un problema del cine, ni de izquierdas. Las actrices hab¨ªan tocado una tecla que result¨® familiar a mujeres profesionales de todo el mundo. Las denuncias se extendieron a otros ¨¢mbitos. Y en todos se sigui¨® el guion marcado por Hollywood, convertido as¨ª no solo en origen sino tambi¨¦n en referencia de c¨®mo afrontarlo, y en referencia de las dudas, tambi¨¦n, sobre los l¨ªmites o las consecuencias de este fen¨®meno.
Al abrir sus propias heridas del acoso sexual, Hollywood se convierte en lo que espera de s¨ª mismo. Este es el momento Adivina qui¨¦n viene a cenar esta noche del nuevo siglo. En 1967, la pareja m¨¢s blanca y americana posible, Spencer Tracy y Katharine Hepburn, recib¨ªa en su muy blanca casa del muy blanco San Francisco al prometido de su hija: Sidney Poitier, el actor negro m¨¢s famoso del momento. El matrimonio interracial estaba prohibido en m¨¢s de una docena de Estados hasta ese mismo a?o. Hollywood sell¨® el cambio cultural con el impacto que caus¨® aquella pel¨ªcula de Stanley Kramer.
D¨¦cadas antes, la generaci¨®n de actrices de Hepburn hab¨ªa ayudado a pintar a las mujeres como profesionales en un mundo que no las consideraba as¨ª hasta bien entrado el siglo. Hollywood ense?¨® a los norteamericanos que hab¨ªa miseria en sus calles en los a?os treinta. Les convenci¨® de la nobleza de su causa en la guerra de Europa en los cuarenta. Hollywood ense?¨® a EE UU en los sesenta que sus hijos ten¨ªan relaciones prematrimoniales, y en los setenta, que tomaban drogas.
Estos d¨ªas recorre Hollywood el rumor de que algunas actrices van a ir de negro a los Globos de Oro en se?al de solidaridad con las v¨ªctimas de acoso sexual. La conversaci¨®n de esta d¨¦cada es, ya sin duda, el machismo. Como anuncia Seth Meyers, acaba de empezar y hay ¡°muuucho de qu¨¦ hablar¡±.
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