Fuga de pel¨ªcula en una c¨¢rcel de Berl¨ªn
Los presos fueron grabados huyendo por un agujero pero las im¨¢genes no activaron las alarmas, ni los encargados de vigilar las c¨¢maras vieron lo que ocurr¨ªa
El jueves por la ma?ana cuatro reos que cumpl¨ªan condenas en la c¨¢rcel de Pl?tzensee en Berl¨ªn llegaron a los talleres del presidio para cumplir con su trabajo diario. El reloj marcaba las 06:30. Nada hac¨ªa sospechar que tan solo unas horas despu¨¦s la c¨¢rcel ocupar¨ªa, una vez m¨¢s, los titulares de toda la prensa alemana.
En medio del ruido del taller, los cuatro reos abrieron una puerta de seguridad e ingresaron a una sala de calderas. Armados con un martillo, rompieron dos columnas de hormig¨®n que separaban las ranuras del sistema de ventilaci¨®n y gracias a unas tenazas cortaron los refuerzos de acero. Una c¨¢mara registr¨® la salida de los reos por el agujero de unos 30 cent¨ªmetros de ancho por 120 de largo. Luego se deslizaron por debajo de una verja de metal. En total, tardaron unos tres minutos en escapar.
Algo raro en la seguridad de un presidio con 360 reclusos, las im¨¢genes no activaron las alarmas, ni los encargados de vigilar las c¨¢maras vieron lo que estaba aconteciendo en el recinto. Cuando los agentes finalmente se movilizaron tras ver el agujero para hacer un recuento, solo pudieron constatar que hab¨ªa perdido cuatro reos.
La reciente fuga confront¨® a las autoridades con varias interrogantes para las que a¨²n no tienen respuesta: los fugitivos ten¨ªan acceso a herramientas que les facilitaron la huida y para vigilar el taller, visitado cada d¨ªa por 17 presos, tan solo hab¨ªa tres agentes... ?Qu¨¦ ocurri¨®?
¡°Tenemos que investigar si los reos ten¨ªan una llave o la puerta de seguridad estaba abierta¡±, admiti¨® el ministro de Justicia de Berl¨ªn, Dirk Behrendt, en una primera reacci¨®n destinada a aplacar las cr¨ªticas que ha recibido en las ¨²ltimas 24 horas. ¡°Por qu¨¦ nadie se percat¨® de la fuga es algo que tambi¨¦n tiene que ser aclarado¡±, admiti¨® el director de la prisi¨®n, Uwe Meyer-Odenwald.
?Ten¨ªan los fugitivos c¨®mplices entre el personal de seguridad de la c¨¢rcel? La pregunta es v¨¢lida, ya que una c¨¢mara registr¨® la huida pero el personal de seguridad no se percat¨® de lo que estaba pasando. Hubo que esperar hasta las 09:30 horas de la ma?ana del jueves para que un agente descubriese que la puerta de la sala de las calderas estaba abierta y viese el agujero en la pared. El agente accion¨® la alarma, pero ya era demasiado tarde.
Como es l¨®gico en estos casos, la polic¨ªa de Berl¨ªn despleg¨® un vasto operativo para tratar de capturar a los fugitivos. Sin embargo, la ma?ana del viernes, un portavoz admiti¨® que no se hab¨ªa realizado ninguna captura y que tampoco hab¨ªan novedades sobre los fugitivos, dos alemanes y otros dos personas originarias de Oriente Medio (su registro no especifica el pa¨ªs).
Los cuatro fugitivos, cuyas edades oscilan entre los 27 y 38 a?os, hab¨ªan sido condenados por delitos como robo, extorsi¨®n, atraco y lesiones f¨ªsicas graves, y deb¨ªan abandonar la c¨¢rcel entre 2018 y 2020.
Una c¨¢rcel con un pasado
La espectacular fuga volvi¨® a sacar a la luz una serie de esc¨¢ndalos protagonizados por el penal en los ¨²ltimos a?os. En agosto de 2015, un reo apu?al¨® a un agente, que intent¨® pedir ayuda. El sistema de seguridad no funcion¨®. En noviembre de ese mismo a?o, un reo de 18 a?os logr¨® huir y en septiembre de 2017, otro preso provoc¨® un incendio cuando incendi¨® su colch¨®n.
La c¨¢rcel de Pl?tzensee, ubicada en el distrito de Charlottenburg, comenz¨® a funcionar en 1879 y cobr¨® una triste notoriedad durante el Tercer Reich, cuando se convirti¨® en un campo de prisioneros y tambi¨¦n en un pat¨ªbulo para los enemigos de Hitler. Entre 1933 y 1945 unas tres mil personas fueron ejecutadas en la c¨¢rcel.
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