Steve Bannon pide perd¨®n tras criticar en un libro al hijo de Trump

Steve Bannon emiti¨® este domingo un comunicado en el que se disculp¨® por sus declaraciones sobre Donald Trump Jr., al que hab¨ªa calificado en un libro de "traidor" y "anti patriota", defini¨¦ndolo ahora como "un patriota y un buen hombre", sosteniendo que la investigaci¨®n sobre la supuesta colusi¨®n contra Hillary Clinton durante la campa?a entre el equipo de Trump y la inteligencia rusa es "una caza de brujas" y subrayando su apoyo "inquebrantable" al presidente de EE UU, su exjefe Donald Trump.

"Lamento que mi retraso en responder a la informaci¨®n err¨®nea sobre Don Jr. haya desviado la atenci¨®n de los hist¨®ricos logros del presidente en su primer a?o de presidencia", dijo Bannon, que se excus¨® diciendo que sus comentarios en el libro no se refer¨ªan al hijo de Trump sino a Paul Manafort, que durante tres meses de 2016 fue jefe de campa?a de Trump.

Bannon era el Rasput¨ªn que susurraba a la oreja de Trump en los primeros meses de su mandato hasta que cay¨® en desgracia y fue expulsado de la Casa Blanca. En el explosivo libro Fuego y Furia expone al hijo mayor del presidente como un irresponsable por haberse reunido en la Torre Trump con una abogada rusa vinculada al Kremlin.

Este domingo Stephen Miller, asesor de Trump y excolega de Bannon en la Casa Blanca, atac¨® en una entrevista a su antiguo compa?ero de equipo afirmando que su actitud es "vengativa" y que est¨¢ "fuera de la realidad". Minutos despu¨¦s de sus declaraciones y de que Trump respaldara a Miller en Twitter, Bannon sac¨® su comunicado de mea culpa. Esta semana el propio Trump ya hab¨ªa atacado a Bannon diciendo que hab¨ªa "perdido la cabeza" y sus abogados le hab¨ªan comunicado al consejero cesado que preparan acciones legales contra ¨¦l por difamaci¨®n. Hoy, Bannon ha dado marcha atr¨¢s.

El libro que crispa al presidente

A Trump no le gusta mirarse en el espejo que le ha preparado el periodista Michael Wolff, autor de Fuego y Furia, un retrato de su presidencia que lo expone como un incapaz. La obra, publicada el viernes, se ha convertido en un superventas en cuesti¨®n de horas, con millones de estadounidenses tratando de comprarlo lo antes posible. Herido donde m¨¢s le duele, en el territorio de las audiencias masivas y el ruido medi¨¢tico, el presidente de EE UU se desahog¨® este domingo en Twitter protestando: "Tengo que soportar un libro falso escrito por un autor totalmente desacreditado".

El jefe de la Casa Blanca a?adi¨® que el fallecido expresidente Ronald Reagan tambi¨¦n hab¨ªa tenido "el mismo problema" de afrontar informaciones que pon¨ªan en duda su aptitud para el cargo y que hab¨ªa "sabido manejarlo". "?Yo tambi¨¦n sabr¨¦", concluy¨®. A continuaci¨®n ensalz¨® la participaci¨®n en un programa de televisi¨®n de Miller, salido del vivero de la nueva derecha populista, que defini¨® a Wolff como el "autor basura de un libro basura". "Nada m¨¢s que un mont¨®n de basura", sigui¨® Miller. Trump celebr¨® que su furibundo consejero hubiera, desde su punto de vista, "destrozado" en la entrevista al presentador del programa de CNN, el canal que m¨¢s crispa los nervios del presidente. "?Vean cu¨¢nto odio y deshonestidad la de este lacayo de CNN!", escribi¨®.

En otra cadena el director de la CIA, Mike Pompeo, nombrado por el presidente, se sum¨® al esfuerzo medi¨¢tico impulsado por la Casa Blanca para contrarrestar el efecto bochornoso de Fuego y Furia y dijo que Trump es un "¨¢vido consumidor" de los informes de la central de inteligencia y que lo ve "totalmente apto para ejercer la presidencia". El libro de Wolff describe a un Trump que se desentiende por completo de todo informe y se gu¨ªa simplemente por sus instintos.

Este lunes Trump buscar¨¢ recuperar el mando de la agenda medi¨¢tica, su principal preocupaci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa, por medio de la concesi¨®n de "los premios a los medios m¨¢s deshonestos y corruptos del a?o", como avanz¨® en Twitter la semana pasada. Un galard¨®n inventado por el presidente y cuyo destinatario ¨¦l mismo decidir¨¢. Ante las denuncias de su supuesta incapacidad para regir EE UU, el presidente se aferra a la receta que lo llev¨® al poder. El show debe continuar.