EE UU redobla la investigaci¨®n sobre el irresoluble misterio de los ¡°ataques s¨®nicos¡± en Cuba
El personal diplom¨¢tico en la isla dijo hace un a?o haber sufrido unos extra?os ataques ac¨²sticos
La inteligencia de EE UU ha sido incapaz de esclarecer el caso de los supuestos "ataques s¨®nicos" a personal diplom¨¢tico estadounidense en Cuba. Pasados 14 meses desde que Washington tuvo constancia de posibles ataques no identificados a sus empleados en la isla, con incidencia de extra?os fen¨®menos ac¨²sticos, la investigaci¨®n est¨¢ en punto muerto. El Secretario de Estado Rex Tillerson ha ordenado abrir una nueva investigaci¨®n de alto nivel para llegar a la ra¨ªz del misterio.
En una audiencia en el Senado que abord¨® el martes en Washington este episodio digno de la m¨¢s retorcida tramas de esp¨ªas, un alto funcionario del Departamento de Estado dirigido por Tillerson, Todd Brown, reconoci¨® que EE UU sigue dando palos de ciego en el caso y ni siquiera se reafirm¨® en la hip¨®tesis, filtrada a la prensa desde el inicio de la controversia por fuentes de la investigaci¨®n estadounidense, de las posibles agresiones con aparatos emisores de ondas de sonido. "Yo no descarto nada", dijo. "No estoy diciendo que sea un ataque ac¨²stico, pero s¨ª sabemos que hay un elemento ac¨²stico asociado con ellos, que puede ser parte de otro tipo de ataque".
D¨ªas atr¨¢s trascendi¨® en la prensa estadounidense un informe preliminar del FBI en el que la oficina federal de inteligencia aseguraba que no ten¨ªa pruebas del mentado ataque s¨®nico. Brown explic¨® en el Senado que la Embajada de EE UU en La Habana hab¨ªa instalado grabadoras en casas de sus diplom¨¢ticos para intentar identificar la causa de los sonidos que varios de los afectados aseguraron experimentar. La estrategia no arroj¨® resultados y el FBI se sum¨® a las indagaciones, enviando agentes especiales a La Habana que revisaron con la cooperaci¨®n de la Seguridad del Estado cubana las casas y los hoteles donde se produjeron los supuestos ataques. El FBI regres¨® con las manos vac¨ªas. "Desafortunadamente", concluy¨® Brown, "sigue siendo un caso que nos deja perplejos". La nueva pesquisa ordenada por Tillerson la llevar¨¢ a cabo la Junta de Revisi¨®n de Responsabilidades, una oficina especializada en da?os a personal o instalaciones diplom¨¢ticas en el extranjero.
EE UU asegura que los ataques dejaron 24 personas afectadas entre personal diplom¨¢tico y familiares. Los s¨ªntomas fueron dolor de cabeza, p¨¦rdidas de capacidad auditiva y mareos, y los estudios m¨¦dicos realizados en EE UU revelaron algunos da?os cerebrales leves. En la audiencia del Senado, el senador cubanoamericano Marco Rubio, presidente del subcomit¨¦ de Asuntos Exteriores y principal azote del Gobierno cubano en la alta pol¨ªtica estadounidense, insisti¨® en que m¨¢s all¨¢ de la naturaleza las agresiones "nadie disputa" que tuvieron lugar e hizo responsable a La Habana, que seg¨²n ¨¦l oculta la verdad: "Hubo personas da?adas y el Gobierno cubano sabe". EE UU contempla la posibilidad de que un tercer pa¨ªs rival haya actuado contra su personal en La Habana y ve poco veros¨ªmil que, en tal caso, la omnipresente inteligencia cubana no estuviera al tanto.
EE UU no acusa directamente a Cuba de lo ocurrido pero la culpa de no cumplir con su obligaci¨®n de garantizar la seguridad de su personal y como represalia ha expulsado a 17 empleados de la embajada de Cuba en Washington. Adem¨¢s, el Departamento de Estado ha retirado la mayor¨ªa de su equipo de su embajada habanera, un grave paso atr¨¢s en las relaciones bilaterales desde que en 2015 EE UU y Cuba reabrieron sus embajadas tras medio siglo de antagonismo. El Ministerio del Interior cubano ha abierto su propia investigaci¨®n y ha reiterado que no tuvo nada que ver en las supuestas agresiones, calificando la teor¨ªa del ataque s¨®nico de "ciencia ficci¨®n".
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