Renato Sales: ¡°Debe retomarse el debate sobre la legalizaci¨®n de las drogas en M¨¦xico¡±
El Comisionado Nacional de Seguridad analiza la situaci¨®n del pa¨ªs en el a?o con m¨¢s asesinatos del sexenio de Enrique Pe?a Nieto
El final del sexenio de Enrique Pe?a Nieto como presidente de M¨¦xico est¨¢ te?ido de sangre. El n¨²mero de asesinatos ha llegado a los l¨ªmites de 2010 y 2011, los a?os m¨¢s violentos de la guerra contra el narcotr¨¢fico iniciada por el entonces presidente, Felipe Calder¨®n. La atomizaci¨®n de los carteles, especialmente tras la detenci¨®n y posterior extradici¨®n de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, ha disparado el n¨²mero de homicidios dolosos. Un reguero de muertes al que el Gobierno no logra poner freno.
¡°Hay mucho por hacer, pero no estamos en el peor de los mundos¡±, trata de paliar Renato Sales (Campeche, 1963), que desde agosto de 2015 dirige la Comisi¨®n Nacional de Seguridad, encargada de realizar las principales estrategias de la pol¨ªtica de seguridad del Gobierno. Un organismo creado por Pe?a Nieto, que depende de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, cuyo titular, Miguel ?ngel Osorio Chong, renunci¨® al cargo el mi¨¦rcoles para tratar de llegar al Congreso tras fracasar en sus aspiraciones de ser el candidato presidencial del PRI. La entrevista se celebra un d¨ªa antes, a ¨²ltima hora del martes, en el despacho de Sales.
Pregunta. A falta de conocerse los datos oficiales, 2017 va a cerrar como el a?o m¨¢s violento del sexenio. ?C¨®mo explica este aumento?
Respuesta. Es el a?o que va a cerrar con el n¨²mero m¨¢s alto de homicidios dolosos, no necesariamente el m¨¢s violento. Eso hay que tenerlo claro. Lo digo con apoyo en lo que nos suced¨ªa entre 2010 y 2012. Entonces hab¨ªa un grupo especialmente violento, Los Zetas, que pretend¨ªan apoderarse de los municipios por el terror, aterrorizaban a la sociedad civil. ?Qu¨¦ es lo que tenemos ahora? Enfrentamientos entre carteles dispersos, fracturados. Entre el Cartel de Sinaloa, el de Jalisco Nueva Generaci¨®n¡ Peleando por mercados salvajes, particularmente de opi¨¢ceos: hero¨ªna, fentanilo y tambi¨¦n coca¨ªna. ?Por qu¨¦ se est¨¢ dando una demanda de opi¨¢ceos como la de ahora? Durante muchos a?os en Estados Unidos se vendieron libremente. Cuando se dieron cuenta de que los mecanismos para paliar el dolor hab¨ªan creado una cantidad de adictos, empezaron a tratar de controlar a las cl¨ªnicas, pero ya hab¨ªa muchos adictos. Si alguien consume una pastilla de oxicodona y necesita m¨¢s, ?d¨®nde las encuentra?, ?d¨®nde las busca? En el mercado negro. Eso ha propiciado que, sobre todo en la sierra de Guerrero, se produjese m¨¢s amapola. ?Y qu¨¦ recibimos nosotros de Estados Unidos? Cada vez m¨¢s armas.
P. ?El aumento de los homicidios dolosos solo se explica por la atomizaci¨®n de los carteles? Da la impresi¨®n de que el Estado est¨¢ perdido.
R. Eso es muy maniqueo. Uno de los puntos que tenemos que evitar en estas discusiones son las posturas maniqueas, de si se triunf¨® o se fracas¨®. Es un proceso complejo. Con factores internos, de inestabilidad pol¨ªtica, cambio en m¨¢s de 22 administraciones, falta de seguimiento en pol¨ªticas p¨²blicas¡ Y polic¨ªas fr¨¢giles, muy fr¨¢giles. Hay 1.800 polic¨ªas municipales para m¨¢s de 2.400 municipios. Hay municipios con 10 polic¨ªas y dos patrullas, que ganan 5.000 pesos al mes, que nunca dieron un curso para manejar un arma o conducir una patrulla¡ Tenemos una torre de babel procesal: el juez responsabiliza al fiscal, el fiscal al polic¨ªa, los polic¨ªas al fiscal¡
P. ?Qu¨¦ autocr¨ªtica hace?
R. Una de las grandes preguntas es por qu¨¦ M¨¦xico no ha sabido construir polic¨ªas locales, ministerios p¨²blicos y peritos s¨®lidos, confiables y con perspectiva de futuro. No se ha sabido formar una buena polic¨ªa porque no se ha sabido reconocer. No la puedes formar si partes del desprecio constitucional. Hay que reconocer que debe modificarse la constituci¨®n para dotar de perspectivas de futuro a la carrera policial y conferir, si no m¨¢s derechos, al menos los mismos a aquellos que son operadores en la justicia penal, fiscales y polic¨ªas.
P. ?Por d¨®nde hay que empezar a atajar la violencia?
R. Hay que empezar por los cimientos. ?C¨®mo lo hizo Bogot¨¢, con Antanas Mockus o Medell¨ªn, con Sergio Fajardo? Es justicia c¨ªvica, cultura de legalidad. Ese primer gesto de respeto por la ley que implica ser capaces de vivir en comunidad. Yo no tiro basura enfrente de mi vecino no solo porque hay un polic¨ªa vigilando, sino porque no es prudente tirar basura en la casa del vecino. No disparo a la luminaria que est¨¢ en el parque, enfrente del cajero autom¨¢tico, porque s¨¦ que es necesaria para que la gente est¨¦ medianamente segura. Como dice el refr¨¢n, al ladr¨®n lo hace la ocasi¨®n. Hay que cerrar las puertas a oportunidades delictivas. A eso se vinculan diferentes puntos, algunos olvidados, como tener controlado el sistema penitenciario. O las faltas administrativas. Un ejemplo correctamente implementado que ha salvado much¨ªsimas vidas es el alcohol¨ªmetro. Hay arresto inconmutable, que permite que esa persona no conduzca y se mate o mate a alguien.
P. Pero esto no es comparable con, por ejemplo, el periodista de El Universal que asesinaron la pasada semana cuando le intentaron robar.
R. S¨ª, son casos distintos. Quiz¨¢s si hubiese estado la zona suficientemente iluminado, si hubiese c¨¢maras, igual piensan: ¡°Aqu¨ª no le disparo¡±. Despu¨¦s de la justicia c¨ªvica, est¨¢ la seguridad p¨²blica. Hablar¨ªamos de seguridad nacional, trafico de armas, lavado de dinero.
P. Si el mayor n¨²mero de homicidios dolosos responde a esa guerra contra el crimen organizado, a esa atomizaci¨®n de los carteles, ?qu¨¦ es lo m¨¢s complicado de atajar?
R. Lo primero que se abandon¨® en esta Administraci¨®n fue esa noci¨®n de guerra contra los delincuentes. Los delincuentes no son enemigos, los delincuentes son delincuentes. El enfrentamiento entre grupos es lo que ha generado una incidencia creciente vinculada a la delincuencia organizada. Pero la presencia de armas, provenientes mayormente de Estados Unidos, ha facilitado las conductas violentas. Antes si asaltaban a alguien en un cajero le hac¨ªan la llave china, pero no lo mataban. Ahora conseguir un arma de fuego es mucho m¨¢s sencillo. Creo que lo que tenemos que hacer es una pol¨ªtica p¨²blica sobre las armas de fuego e insistir a Estados Unidos en que esta tiene que ser compartida.
P. Los municipios culpan a los Estados, los Estados al Gobierno, el Gobierno a los Estados¡ ?Por qu¨¦ no hay una pol¨ªtica de Estado a este respecto?
R. S¨ª la hay. Ha habido much¨ªsima mejor coordinaci¨®n en esta administraci¨®n que en otras. Yo no creo que haya fracasado. Las comparaciones son siempre odiosas, pero vayamos a otros pa¨ªses. Colombia, con todo lo que ha hecho, tiene una incidencia mayor de homicidios. No se diga Brasil¡ Hay mucho por hacer, pero no estamos en el peor de los mundos.
P. En el caso de Colombia, aunque haya m¨¢s homicidios, la sensaci¨®n es que el Estado est¨¢ m¨¢s presente que en M¨¦xico.
R. Porque hay un manejo medi¨¢tico diverso. Hubo un gran acuerdo con los medios de comunicaci¨®n. Una de las condiciones que puso la narcoguerrilla para negociar fue que se dejara de fumigar la planta de coca. Eso implic¨® una enorme producci¨®n de coca. Esa coca que antes llegaba de v¨ªa mar¨ªtima a Florida, ahora llega por M¨¦xico.
P. ?Cree que entonces la culpa es de los medios de comunicaci¨®n?
R. No, a la inversa. Lo que se logr¨® en Colombia fue un gran acuerdo con los medios, que habr¨ªa que emprender en M¨¦xico para que la nota roja regrese a su lugar.
P. ?C¨®mo definir¨ªa la situaci¨®n de la violencia en M¨¦xico?
R. Muy compleja. No se ha abordado lo suficiente la ausencia del reconocimiento de la importancia de la vocaci¨®n policial, de la formaci¨®n policial y del respeto de los derechos de los polic¨ªas. Si rodeas de incentivos perversos la acci¨®n policial, ministerial, pericial, no puedes pedirles que act¨²en como lo hacen en el primer mundo. Busque una constituci¨®n que trate as¨ª a sus fiscales, a sus polic¨ªas y a sus peritos. Ni la de Corea del Norte.
P. Desde enero, California, fronteriza con M¨¦xico, se ha convertido en el gran mercado legal de marihuana en todo el mundo. ?Se debe retomar el debate sobre la legalizaci¨®n de las drogas?
R. Yo creo que el debate contin¨²a¡
P. Entonces, ?se debe avanzar?
R. Hay cuestiones que poco se conocen. Los tres tratados internacionales que regulan la materia permiten por ejemplo que los opi¨¢ceos puedan cultivarse para usos m¨¦dicos y cient¨ªficos. Que pueda cultivarse la planta de cannabis. Hay que entender que es un tema de salud. ?Qu¨¦ pasa con Estados Unidos? Ellos reconocen que tienen un problema epid¨¦mico. Yo creo que lo deber¨ªan tratar como un tema de salud¡
P. Pero vayamos al caso de M¨¦xico.
R. Por supuesto que debe retomarse este debate. Es fundamental. Buena parte de la incidencia delictiva de estos mercados salvajes tiene que ver con la prohibici¨®n. No creo que sea un tema que exclusivamente deba tratarse a nivel nacional.
P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador de otorgar amnist¨ªa a implicados en casos de narcotr¨¢fico?
R. No vamos a opinar sobre juicios de precandidatos o candidatos. Somos autoridad. Junto con el INE tenemos que generar condiciones para que se pueda emitir el sufragio, as¨ª que lo mejor es reservar nuestra opini¨®n
P. ?Cu¨¢l es el mayor riesgo de seguridad en estas elecciones?
R. No hay riesgos desbordados, pero hay que prevenir que no se generen incidentes violentos en algunas zonas del pa¨ªs con presencia de delincuencia organizada.
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