L¨®pez Obrador lidera la carrera electoral en M¨¦xico en un escenario de gran incertidumbre

M¨¦xico celebra el pr¨®ximo 1 de julio unas elecciones presidenciales trascendentales. A cinco meses de la votaci¨®n, el promedio de los sondeos coloca primero a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que ahora mismo rondar¨ªa el 37% de los votos. Le siguen el candidato del PAN, Ricardo Anaya (27%), y el del PRI, Jos¨¦ Antonio Meade (25%). En cuarto y quinto lugar aparecen dos candidatos independientes, Margarita Zavala (7%), esposa del expresidente Felipe Calder¨®n, que abandon¨® el PAN a finales del a?o pasado y el hasta ahora gobernador de Nuevo Le¨®n, Jaime Rodr¨ªguez Calder¨®n, conocido como El Bronco (3%).

Los datos analizados no tienen una ¨²nica fuente, sino que son el promedio de 12 encuestas recientes hechas por distintas empresas. Los sondeos est¨¢n promediados tal y como se explica en la metodolog¨ªa, tomando en cuenta el tama?o de su muestra, la empresa encuestadora y la fecha.

Estos datos colocan a L¨®pez Obrador con una ventaja clara, pero no definitiva. Basta analizar la precisi¨®n de los sondeos en el pasado. En las tres ¨²ltimas elecciones presidenciales en M¨¦xico, el error (absoluto medio) de las encuestas fue de 2,9 puntos por partido. Los sondeos estuvieron razonablemente bien en 2012 y 2006 ¡ªy a¨²n mejor en las federales de 2015 y 2009¡ª, pero se desviaron mucho del resultado en el a?o 2000. El margen de error de estos sondeos lo hemos estimado en unos 7 puntos. Adem¨¢s, quedan cinco meses hasta la votaci¨®n y eso a?ade incertidumbre. Nuestro modelo de incertidumbre, basado en miles de encuestas de distintos pa¨ªses, dice que el margen de error de las encuestas en M¨¦xico rondar¨ªa ahora mismo los 11 puntos. Por eso la ventaja de L¨®pez Obrador es importante, pero no definitiva. Otro dato sugiere lo mismo: seg¨²n un sondeo de Buend¨ªa & Laredo para El Universal, la mitad de los mexicanos todav¨ªa est¨¢ indeciso sobre a qui¨¦n votar¨¢.

Hay, por ¨²ltimo, otro argumento para atemperar el entusiasmo de L¨®pez Obrador: los datos de intenci¨®n de voto por partido.

Intenci¨®n de voto por cada partido

Las encuestadoras tambi¨¦n preguntan por partidos pol¨ªticos adem¨¢s de por candidatos. Y eso tiene una ventaja: ofrecen series largas que arrancan antes de conocer los candidatos presidenciales. El siguiente gr¨¢fico muestra la intenci¨®n de voto por cada partido ¡ªy las coaliciones que forman¡ª desde el a?o 2015.

El promedio de encuestas coloca al Movimiento Regeneraci¨®n Nacional?(Morena) como el primer partido en M¨¦xico, con un 28% de votantes. Le siguen el PAN (24%), el PRI (24%) y el PRD (8%).

En el gr¨¢fico se muestran las sumas por coaliciones. Si asumimos que todos los votantes de cada partido votar¨¢n por el candidato de su coalici¨®n, L¨®pez Obrador perder¨ªa el primer puesto en favor de Anaya, o al menos sus fuerzas se igualar¨ªan. Si el candidato del PAN consiguiese todos los votos de PRD y Movimiento Ciudadano, rondar¨ªa el 34%, frente a un 27% que consigue en las encuestas que preguntan usando directamente el nombre del candidato. Algo parecido ocurre con Meade, que logra el 25% de los votos con su nombre y un 28% sumando los votos de PRI, el Partido Verde y Nueva Alianza.

?A qu¨¦ puede deberse esta discrepancia en funci¨®n de si preguntamos por candidatos o por partidos? Pueden ocurrir al menos dos cosas.

Quiz¨¢s los simpatizantes de los partidos m¨¢s peque?os no quieran votar por el candidato de su coalici¨®n. Puede ser, por ejemplo, que una parte de los votantes del PRD no quieren votar por Anaya, o que los simpatizantes de Nueva Alianza o el Partido Verde no se decidan por Meade. Una parte de estos votantes pueden estar indecisos, pero otros podr¨ªan rechazar sinceramente a los candidatos de su coalici¨®n. Si efectivamente es as¨ª, Meade y Anaya desaprovechar¨¢n parte del voto potencial de sus plataformas.

Pero hay otra posibilidad: es probable que algunos votantes todav¨ªa no conozcan el nombre de los candidatos. De acuerdo con los datos de Buend¨ªa & Laredo, el 84% de los mexicanos reconoce y nombra a L¨®pez Obrador; pero solo un 56% y un 41% hace lo mismo con Anaya y Meade. Es evidente que L¨®pez Obrador tiene ventaja. Una parte de los simpatizantes del PAN y del PRI, y de sus respectivos socios, no conoce quiz¨¢s el nombre de sus candidato. Para estos partidos es fundamental mejorar las tasas de conocimiento de sus l¨ªderes, porque hay una m¨¢xima universal: las personas no pueden votarte sin conocerte.

En las pr¨®ximas semanas se publicar¨¢n nuevos sondeos y desde EL PA?S los seguiremos. Actualizaremos peri¨®dicamente el promedio de encuestas y construiremos m¨¢s adelante un modelo de predicci¨®n electoral, similar a los que hemos usado en Espa?a, Francia o Reino Unido.

Metodolog¨ªa. Nuestro promedio tienen en cuenta decenas de sondeos desde 2015, para as¨ª mejorar la precisi¨®n del pron¨®stico. Los datos han sido recopilados en su mayor¨ªa por la web Oraculus.mx. El promedio est¨¢ ponderado para dar distinto peso a cada encuesta seg¨²n tres factores: el tama?o de la muestra, la casa encuestadora y la fecha. De los tres elementos, la ponderaci¨®n por fecha es la m¨¢s importante.

Peso por muestra. Las encuestas con m¨¢s entrevistas realizadas reciben m¨¢s peso, seg¨²n una ley decreciente (pasado cierto umbral hacer m¨¢s entrevistas aporta ya poco).

Efecto de la casa encuestadora. La mayor¨ªa de encuestadoras se desv¨ªan de forma sistem¨¢tica del promedio. Hay encuestas que tienden a dar mejores resultados a unos candidatos (y partidos) que a otros. Es algo normal y razonable: si usan m¨¦todos, ajustes o hip¨®tesis diferentes, es normal que sus desviaciones se repitan en el tiempo. El problema es que estos efectos mueven el promedio artificialmente a corto plazo. Una opci¨®n para evitar esto es calcular los ?efectos casa?: la desviaci¨®n sistem¨¢tica que comete cada encuestadora con cada partido. Al hacer el promedio, podemos sustraer esa desviaci¨®n del dato de cada encuestadora. Este ajuste lo aplicamos parcialmente y solo para encuestadoras con efectos fuertes.

Encuestas repetidas. Ponderamos a la baja las encuestas repetidas de un mismo encuestador. La idea es sencilla: no queremos que una empresa que haga muchas encuestas domine el promedio. Al calcular el promedio en una fecha, la encuesta m¨¢s cercana de cada encuestador tiene peso 1, y el resto de encuestas de la misma casa reciben un peso reducido.

Peso por fecha. El ¨²ltimo factor es el m¨¢s importante: queremos dar m¨¢s peso a las encuestas recientes al calcular el promedio. Para conseguir eso asignamos pesos a los sondeos seg¨²n una ley decreciente exponencial (por ejemplo, en este promedio las encuestas de hace 30 d¨ªas reciben la mitad de peso que una encuesta de hoy). Tambi¨¦n defino una franja de exclusi¨®n y elimino completamente del promedio las encuestas con m¨¢s de 120 d¨ªas de antig¨¹edad. Estos par¨¢metros cambian dependiendo de la agitaci¨®n de los sondeos. Cuando no hay movimientos o tenemos pocas encuestas, como ocurre ahora, es mejor hacer un promedio lento, que agregue muchos sondeos y reduzca los errores de muestreo y las diferencias entre encuestadoras.