T¨²nez estudia multar para promocionar el uso del ¨¢rabe
Una proposici¨®n de ley pretende obligar a los poderes p¨²blicos y al sector privado a dirigirse al ciudadano siempre en ¨¢rabe
La pugna entre las lenguas francesa y ¨¢rabe por la hegemon¨ªa cultural en el Magreb es muy vieja, tanto como las ambiciones coloniales francesas en la regi¨®n, que datan de principios del siglo XIX. La semana pasada, durante la flamante visita del presidente Emmanuel Macron a T¨²nez, se puso en evidencia que las espadas est¨¢n todav¨ªa en alto. Mientras el l¨ªder galo inauguraba en la capital tunecina la primera de las seis antenas de la Alliance Fran?aise, una ONG que se encarga de difundir la ¡°francophonie¡± en el mundo a trav¨¦s de cursos subvencionados y otras actividades, un bloque parlamentario presentaba una proposici¨®n de ley en la Asamblea Popular para privilegiar el uso del ¨¢rabe cl¨¢sico.
¡°La coincidencia de la visita de Macron con nuestra propuesta es pura casualidad. Hace tiempo que trabajamos en ella¡±, asegura Ghazi Chaouachi, el diputado del partido progresista Corriente Democr¨¢tico que registr¨® el texto en el Parlamento. ¡°T¨²nez padece la invasi¨®n de algunas lenguas extranjeras, por lo que es necesario una ley que haga efectivo el primer art¨ªculo de la Constituci¨®n, que establece que el ¨¢rabe es la lengua del pa¨ªs¡±, a?ade el diputado en una conversaci¨®n telef¨®nica.
Las tropas francesas desembarcaron en T¨²nez en el a?o 1881, y no fue hasta el 1956 que el pa¨ªs magreb¨ª recuper¨® su independencia. Sin embargo, el Ej¨¦rcito franc¨¦s conserv¨® unos a?os m¨¢s una base en el norte del pa¨ªs, en la ciudad de Bizerta, lo que provoc¨® un breve conflicto militar en 1961. La colonizaci¨®n sacudi¨® todos los ¨¢mbitos de la vida del pa¨ªs, tambi¨¦n el cultural. A nivel ling¨¹¨ªstico, se implant¨® un sistema de diglosia que convert¨ªa al franc¨¦s en la lengua de la cultura y la administraci¨®n, y restring¨ªa el ¨¢rabe a una habla coloquial y familiar.
Fue en este contexto cultural que apareci¨® en las primeras d¨¦cadas del siglo XX una ¨¦lite aut¨®ctona formada en las escuelas francesas que hab¨ªa interiorizado la hegemon¨ªa cultural del colonizador. Aunque el fervor nacionalista que acompa?¨® la lucha por la independencia forz¨® un reequilibrio entre ambos idiomas, el franc¨¦s continu¨® gozando de una posici¨®n privilegiada, siendo en la pr¨¢ctica una lengua co-oficial. A¨²n hoy, m¨¢s de seis d¨¦cadas despu¨¦s de la emancipaci¨®n, algunas asignaturas, sobre todo las t¨¦cnicas o cient¨ªficas, se imparten en franc¨¦s tanto en escuelas como facultades; el diario m¨¢s influyente, La Presse, est¨¢ redactado en la antigua lengua colonial; y no es raro escuchar en los barrios m¨¢s exclusivos de la capital c¨®mo los padres se dirigen a sus reto?os en el idioma de Victor Hugo.
¡°No estamos en contra de que los tunecinos aprendan lenguas extranjeras, pero ha de quedar claro que el ¨¢rabe goza de un rango superior. Es inaceptable que, como sucedi¨® durante la visita de Macron, el presidente realice un discurso p¨²blico en franc¨¦s. Los poderes p¨²blicos siempre deber¨ªan dirigirse al ciudadano en ¨¢rabe¡±, espeta Chaouachi. Ahora bien, el proyecto de ley del Corriente Democr¨¢tico, que integra una coalici¨®n parlamentaria con otras tres fuerzas progresistas, tambi¨¦n regular¨ªa los usos ling¨¹¨ªsticos en el sector privado. ¡°En algunos sectores econ¨®micos, como el bancario, la lengua dominante es el franc¨¦s, y en esta se redactan las hipotecas. Esto tambi¨¦n debe cambiar¡±, agrega.
La legislaci¨®n patrocinada por Chaouachi recoge multas de entre 1.000 y 5.000 dinares (entre 350 y 1.650 euros) para quienes infrinjan sus provisiones. ¡°Muchos pa¨ªses cuentan con legislaciones de este tipo. En 1994, Francia aprob¨® una ley que obliga a los poderes p¨²blicos a utilizar el franc¨¦s, con multas incluidas. Para nosotros, esta ley es un modelo, si bien nuestra propuesta no es tan estricta¡±, advierte. No deja de ser curioso que, incluso a la hora de buscar herramientas para reducir la influencia de la lengua francesa, la exmetr¨®polis sea la referencia.
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