EE UU y Rusia ya no reducen sus arsenales at¨®micos
El Pent¨¢gono desconf¨ªa del compromiso ruso de reducci¨®n de su arsenal e impulsa el desarrollo de nuevos misiles
La confianza entre Estados Unidos y Rusia que permiti¨® la creciente desnuclearizaci¨®n de las dos potencias se ha quebrado. Washington acus¨® a Mosc¨² el a?o pasado, como ya hizo en 2014, de violar un tratado de 1987 al desplegar en secreto un nuevo sistema de misiles. Ese pacto, firmado por el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, proh¨ªbe el desarrollo de misiles bal¨ªsticos o de crucero de alcance intermedio (capaces de volar entre 500 y 5.500 kil¨®metros). Fue un hito en el crep¨²sculo de la Guerra Fr¨ªa. Entonces comenz¨® un proceso de desnuclearizaci¨®n que parece estar tocando a su fin.
¡°Debemos reconocer que el ambiente actual hace extremadamente dif¨ªcil que haya avances en la reducci¨®n de armas nucleares a corto plazo¡±, sostiene el secretario de Defensa, Jim Mattis, en la nueva Revisi¨®n de la Postura Nuclear, la doctrina at¨®mica del Pent¨¢gono para los pr¨®ximos a?os y que supone un brusco viraje respecto de la anterior estrategia, publicada en 2010 por el Administraci¨®n de Barack Obama.
La desconfianza entre ambas potencias nucleares es hoy m¨¢xima. El informe del Pent¨¢gono advierte del desarrollo por parte de Rusia de nuevos torpedos nucleares que, aunque aparentemente respetan el tratado de reducci¨®n nuclear START de 1991, suponen un claro desaf¨ªo: pueden cruzar el Pac¨ªfico sin ser detectados y golpear buena parte de EE UU.
Es esa creciente amenaza la que aduce el Gobierno de Donald Trump para expandir su arsenal de ataque at¨®mico, acelerando la modernizaci¨®n que ya inici¨® Obama. La nueva hoja de ruta del Pent¨¢gono apuesta por el desarrollo, dentro de las costuras de los acuerdos internacionales, de un misil de crucero que se disparar¨ªa desde submarinos. Tambi¨¦n de nuevas cabezas nucleares, que describe como de baja intensidad pero que son equiparables a las bombas at¨®micas que se arrojaron sobre Jap¨®n en 1945.
El START, que Gorbachov sell¨® con George H.W. Bush (sucesor de Reagan), redujo dr¨¢sticamente el arsenal nuclear de las dos superpotencias. ¡°Representa un gran paso para la seguridad mutua y una causa para la paz mundial¡±, proclam¨® Bush. En 2010, al suscribir la segunda versi¨®n del acuerdo, el Nuevo START, que disminuy¨® en un 85% la capacidad at¨®mica norteamericana desde su m¨¢ximo en la Guerra Fr¨ªa, el presidente Barack Obama confi¨® en un desenlace similar. Ese convenio redujo el arsenal de los viejos rivales en hasta las 1.550 cabezas nucleares. Pero el pacto no entr¨® plenamente en vigor hasta hace dos semanas y caduca en 2021.
La mayor inc¨®gnita de la reci¨¦n publicada estrategia nuclear es el precio de las nuevas armas. El Departamento de Defensa asegura que representar¨ªa un 6,4% de su presupuesto, pero numerosos expertos lo ponen en duda y advierten de que implicar¨ªa recortes en otras ¨¢reas. La Oficina Presupuestaria del Congreso estim¨® el pasado octubre que los planes del Gobierno de Obama de modernizaci¨®n del arsenal iban a costar 1,2 billones de d¨®lares entre 2017 y 2046.
Trump y Mattis apuestan por una delicada dualidad: oficialmente mantener a EE UU en los tratados de no proliferaci¨®n y reiterar su ¡°compromiso¡± con ellos, mientras impulsan una nueva carrera nuclear mediante la modernizaci¨®n del arsenal bajo el argumento de contrarrestar una creciente amenaza, sobre todo de Rusia. ¡°Garantizar que nuestra disuasi¨®n nuclear sigue siendo fuerte ser¨¢ la mejor oportunidad para convencer a otras potencias nucleares a abordar iniciativas significativas de control de armas¡±, sostiene el secretario de Defensa.
Vuelve el dogma de la paz mediante la fuerza que abander¨® el republicano Reagan. Se le une el aislacionismo de Trump y su recelo al multilateralismo. Todo bajo la percepci¨®n de la actual Administraci¨®n de que Obama ¡ªganador en 2009 del premio Nobel de la Paz por su apuesta por el desmantelamiento nuclear¡ª?fue ingenuo y de que Rusia hace tiempo que no cree en los acuerdos de disminuci¨®n del arsenal porque lo ha ido aumentando.
Jim Miller, un alto cargo del Pent¨¢gono con Obama, reclama que se tenga en cuenta que la estrategia de 2010 estaba permeada por el discurso que pronunci¨® el mandatario dem¨®crata un a?o antes en Praga (Rep¨²blica Checa) en el que proclam¨® que EE UU, como el ¨²nico pa¨ªs del mundo que ha usado bombas at¨®micas contra la poblaci¨®n, tiene la responsabilidad moral de acabar con ellas. La filosof¨ªa Trump, en cambio, responde m¨¢s a su amenaza de ¡°fuego y furia¡± contra el r¨¦gimen norcoreano.
¡°Estoy de acuerdo en que la situaci¨®n mundial ha cambiado desde 2010. Corea del Norte ha avanzado en sus capacidades nucleares y Rusia ha continuado invirtiendo¡±, dijo Miller el pasado lunes en un coloquio en Brookings Institution, un laboratorio de ideas en Washington. ¡°Lo que me preocupa es la sutil expansi¨®n del uso de armas nucleares en ataques¡±, agreg¨® sobre la nueva estrategia.
¡°Obama estaba tratando de catalizar la no proliferaci¨®n y estaba dispuesto a continuar las reducciones con Rusia pero ellos no ten¨ªan ning¨²n inter¨¦s¡±, subray¨®, en el mismo foro, James Acton, experto nuclear del Carnegie Endowment for International Peace. "China tampoco ten¨ªa inter¨¦s en entrar en el debate".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.