El laberinto interminable del ¡®caso Cassez Vallarta¡¯
La detenci¨®n ama?ada y televisada de dos supuestos secuestradores abri¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada un conflicto diplom¨¢tico entre Francia y M¨¦xico. La ciudadana francesa fue absuelta, el acusado mexicano contin¨²a preso y sin sentencia
Uno de los casos m¨¢s esperp¨¦nticos y escandalosos en la historia reciente de M¨¦xico mantuvo al pa¨ªs durante a?os en el foco medi¨¢tico internacional, inspir¨® decenas de libros period¨ªsticos y hasta una obra literaria, la reciente ganadora del premio Alfaguara, Una novela criminal de Jorge Volpi. En 2005, la detenci¨®n ama?ada y televisada en directo, como en un reality show, de una pareja de supuestos secuestradores, Florence Cassez e Israel Vallarta, fue tan solo la puerta de entrada a un laberinto kafkiano: primero, una investigaci¨®n plagada de contradicciones e irregularidades. Y despu¨¦s, un conflicto diplom¨¢tico Par¨ªs¨CM¨¦xico que se sald¨® en 2013 con la liberaci¨®n de Cassez, ciudadana francesa, por defectos de forma en el proceso judicial. Del resto de protagonistas, el jefe policial que urdi¨® el montaje, Genaro Garc¨ªa Luna, fue ascendido a secretario de Seguridad P¨²blica y hoy vive un pl¨¢cido retiro en Miami; mientras que Vallarta, 13 a?os despu¨¦s, contin¨²a encarcelado y sin sentencia.
El 9 de diciembre 2005, la polic¨ªa federal deten¨ªa a Vallarta y Cassez, 35 y 29 a?os, cuando sal¨ªan en una furgoneta del rancho Las Chinitas, a una hora de la capital. Seg¨²n el parte policial, los agentes entraron a continuaci¨®n al rancho y en una de las habitaciones encontraron a tres personas que llevaban meses secuestradas. El operativo fue retransmitido en directo por las dos principales cadenas mexicanas. Un reportero de Televisa tuvo incluso tiempo y permiso para entrevistar in situ a Vallarta, inmovilizado por un polic¨ªa que le ten¨ªa agarrado del cogote: ¡°?Usted particip¨® en el secuestro?¡± ¡°?Cu¨¢nto le pagaron?¡± ¡°?Qui¨¦nes son las personas que tiene aqu¨ª?¡±
Semanas despu¨¦s se demostr¨® que en realidad la pareja fue detenida un d¨ªa antes y todo hab¨ªa sido un montaje. La farsa medi¨¢tico-policial no impidi¨® que ambos entraran en prisi¨®n. Vallarta se auto inculp¨® y confes¨® ser miembro de una banda de secuestradores, una declaraci¨®n impugnada por un informe de la?Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que certificaba que fue torturado con golpes y descargas el¨¦ctricas. Por su parte, Cassez fue condenada a 60 a?os de prisi¨®n por secuestro, posesi¨®n de armas y delincuencia organizada.
Genaro Garc¨ªa dirige varias compa?¨ªas de consultor¨ªa sobre seguridad junto a antiguos ex cargos del FBI, la CIA o la DEA
Hab¨ªan sido novios. Tras romper, Cassez intent¨® la vuelta a Francia, pero decidi¨® regresar a M¨¦xico. Mientras rehac¨ªa su vida ¨Chab¨ªa empezado a trabajar en un hotel¨C, Vallarta le hab¨ªa dado cobijo en el rancho. ¡°Desde su primera declaraci¨®n, Florence neg¨® los hechos¨C, explica su abogado, Agust¨ªn Acosta¨C, neg¨® saber que hab¨ªa secuestrados en el rancho y que su novio participaba en actividades il¨ªcitas. Pero la confesi¨®n de Israel dificult¨® mucho la defensa porque si ella viv¨ªa ah¨ª era muy dif¨ªcil aceptar que no supiera nada¡±. Los ocho a?os que pas¨® en la c¨¢rcel le dieron tiempo para escribir un libro y leer a diario el famoso caso Dreyfus, el militar franc¨¦s de siglo XIX que fue injustamente encarcelando en una ola de antisemitismo.
Adem¨¢s de la confesi¨®n de Vallarta, la acusaci¨®n se bas¨® en los testimonios de las tres v¨ªctimas. Las tres cambiaron repentinamente su parecer tras asegurar durante la primera rueda de reconocimiento que no conoc¨ªan a Cassez. Dos de ellos ¨Cel tercero era un menor¨C, tambi¨¦n fueron torturados durante su declaraci¨®n, seg¨²n los partes m¨¦dicos de la CNDH. Ya en 2010, en un v¨ªdeo filtrado por la polic¨ªa, un tercer detenido, supuesto miembro de la banda, acus¨® a Cassez de ser la l¨ªder del grupo criminal. Meses despu¨¦s, en su declaraci¨®n ante el juez, se retract¨® de todo lo dicho y denunci¨® haber recibido golpes y descargas el¨¦ctricas.
El caso abri¨® otra guerra medi¨¢tica en las trincheras del nacionalismo. En la c¨¢rcel, a Cassez le toc¨® escuchar, ¡°pinche francesa, por qu¨¦ viniste a chingar a m¨ª pa¨ªs¡±, seg¨²n cont¨® en una entrevista con este diario en 2012. En Francia, la prensa sensacionalista lleg¨® a compararla con Ingrid Betancuort, secuestrada por las FARC. Amparado en el Tratado de Estrasburgo, Nicolas Sarkozy intent¨® desde 2009 llevarse a Francia a su conciudadana para que cumpliera all¨ª el castigo, abriendo una escalada de tensi¨®n diplom¨¢tica que provoc¨® en 2011 la cancelaci¨®n de las actividades del A?o de M¨¦xico en Francia, que para Sarkozy pas¨® a ser el a?o Cassez: ¡°cada acto ¨Cdijo en unas declaraciones a principios de aquel a?o¨C en el que participe un miembro del Estado franc¨¦s, dedicar¨¢ su intervenci¨®n a recordar su problema. Yo mismo lo har¨¦. Inaugurar¨¦ ese a?o hablando sobre Cassez".
Tras una rebaja de la pena en segunda instancia de 93 a 60 a?os, la Suprema Corte mexicana, el alto tribunal del pa¨ªs, orden¨® en 2013 la liberaci¨®n inmediata de la ciudadana francesa por ¡°el efecto corruptor de un montaje televisivo que se realiz¨® durante la detenci¨®n¡± que ¡°violent¨®, entre otros, el derecho a la presunci¨®n de inocencia¡±. La justicia entendi¨® que no tuvo un juicio justo. ¡°No tuvo ¨Cenumera su abogado¨C asistencia consular, fue retenida en un montaje que viola cualquier presunci¨®n de inocencia, cualquier protocolo de actuaci¨®n judicial y existieron contradicciones en los testimonios de los testigos¡±.
Si la Suprema Corte ya ha acreditado las irregularidades del proceso, ?por qu¨¦ Israel Vallarta sigue preso, sin haber sido siquiera juzgado todav¨ªa? ¡°13 a?os despu¨¦s, la instrucci¨®n a¨²n no se ha cerrado por la gran cantidad de amparos y recursos que ha ido presentando la defensa. Lamentablemente existen muchos casos dilatados hasta el infinito en M¨¦xico, pero con la jurisprudencia de la Corte Suprema, y la constancia de tortura ser¨¢ dif¨ªcil que el juez condene a Israel¡±, explica Adri¨¢n Ram¨ªrez L¨®pez, presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos. ¡°El centro del problema, en todo caso, es la corrupci¨®n, el tr¨¢fico de influencias y la impunidad, un sistema que para que siga operando necesita fabricar culpables ante la demanda de justicia de la sociedad¡±.
En 2006, en otro cap¨ªtulo medi¨¢tico del caso, Cassez hab¨ªa entrado por tel¨¦fono a un programa de la televisi¨®n para desmentir en vivo al entonces director de la Agencia Federal de Investigaci¨®n, Genaro Garc¨ªa Luna, quien hab¨ªa dirigido la detenci¨®n y que a la postre acabar¨ªa reconociendo el bochornoso montaje. En noviembre de ese mismo a?o, Garc¨ªa ser¨ªa premiado por el presidente Felipe Calder¨®n ascendi¨¦ndole a secretario (ministro) de Seguridad P¨²blica, la cabeza de la cruenta guerra contra el narco reci¨¦n iniciada, una estrategia militar que s¨®lo en el sexenio de Calder¨®n dej¨® un saldo de m¨¢s de 100.000 muertos. Hoy, desde un pl¨¢cido retiro en Miami, Garc¨ªa dirige varias compa?¨ªas de consultor¨ªa sobre seguridad junto a antiguos excargos del FBI, la CIA o la DEA.
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