La radicalizaci¨®n yihadista aut¨®ctona golpea de nuevo a Francia

Un joven de 25 a?os, Redouane Lakdim, asesin¨® este viernes a tres personas e hiri¨® a 16 en el sur de Francia. El ataque empez¨® poco antes de las once de la ma?ana en Carcasona, cuando rob¨® un veh¨ªculo, matando de un tiro en la cabeza a un pasajero e hiriendo al otro. Despu¨¦s condujo por la carretera que une la localidad con Tr¨¨bes, y en el camino dispar¨® a cuatro antidisturbios que volv¨ªan de correr. Hiri¨® a uno en el hombro. Despu¨¦s condujo en l¨ªnea recta hasta el supermercado U, ya en Tr¨¨bes, donde irrumpi¨® al grito de ¡°Al¨¢ es grande¡±. Mat¨® al carnicero de local, a una clienta e hiri¨® gravemente a un polic¨ªa. Tres horas y media despu¨¦s, la polic¨ªa francesa le abati¨®.

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Celine Pelotte, de 49 a?os, lo vio desde la ventana de su casa: un Opel Corsa blanco conducido por un joven intentaba atropellar a un grupo de antidisturbios justo cuando llegaban ya al cuartel, tras su entrenamiento matutino. ¡°Y luego se oyeron varios disparos¡±, explic¨® la mujer, sobre la r¨¢faga de tiros que Lakdim lanz¨® contra los agentes. El joven, nacido en Marruecos, ten¨ªa antecedentes por tr¨¢fico de drogas y delincuencia com¨²n. La polic¨ªa le ficha por primera vez en 2014. Al a?o siguiente, se le condena a un mes de prisi¨®n por delitos comunes y la polic¨ªa francesa le monitoriza sin que hubiese ¡°ninguna se?al¡± de que pudiese cometer un acto terrorista, seg¨²n explic¨® este viernes el fiscal Fran?ois Molins.

Lakdim viv¨ªa justo detr¨¢s de la caserna de los antidisturbios, en el barrio de Ozanam de Carcasona, una zona donde abundan las viviendas de protecci¨®n oficial, a las afueras de la ciudad francesa, considerada patrimonio de la humanidad. Desde all¨ª sigui¨® su ruta. Condujo poco m¨¢s de seis kil¨®metros, lo que separa Carcasona de Tr¨¨bes, en l¨ªnea recta hasta el gran supermercado U, al que suelen acudir los habitantes de este municipio, donde residen muchas personas que trabajan en Carcasona. Lakdim entr¨® al grito de ¡°Al¨¢ es grande¡±, atemorizando con un arma al medio centenar de personas que hab¨ªa en el interior.

Andr¨¦ Vivent, de 76 a?os, era una de ellas. Estaba en el supermercado, como cada viernes, cuando se top¨® con el terrorista. ¡°Le vi de refil¨®n¡±, cuenta a las puertas de la sede de la polic¨ªa local, donde ha acudido a declarar como testigo. Vivent corri¨® a refugiarse con una docena de personas m¨¢s en una especie de c¨¢mara frigor¨ªfica en la parte trasera del supermercado. Estuvieron all¨ª m¨¢s de una hora, dijo, hasta que finalmente lograron escapar.

Camille, que prefiere no dar su apellido, tambi¨¦n estaba en el momento del asalto, puesto que trabaja como cajera en el supermercado. Entre llantos, la mujer solo alcanza a decir que se escondi¨® en una especie de garaje. Lakdim se atrincher¨® en el establecimiento, tomando a un grupo de rehenes. El joven exigi¨® la liberaci¨®n de Salah Abdeslam, el terrorista superviviente del ataque de Paris en 2015 que se cobr¨® 130 vidas, seg¨²n cont¨® el alcalde de Tr¨¨bes, Eric Menassi. Y dijo ser miembro del Estado Isl¨¢mico, que posteriormente asumi¨® la autor¨ªa del ataque.

Las unidades de ¨¦lite abatieron a Lakdim poco antes de las tres de la tarde, cuando oyeron a trav¨¦s del tel¨¦fono de un polic¨ªa que se intercambi¨® por un reh¨¦n?que el atacante hab¨ªa abierto fuego. ¡°Le dispar¨® en dos ocasiones¡±, cont¨® el fiscal sobre el agente, que a ¨²ltima hora de este viernes se est¨¢ debatiendo entre la vida y la muerte.

El ataque de Lakdim dur¨® en total menos de cuatro horas. Durante todo ese tiempo se mantuvieron confinados a los alumnos en las escuelas. A las cinco de la tarde, finalmente se levant¨® el veto. Aunque la ciudad segu¨ªa tomada, con unas fort¨ªsimas medidas de seguridad.

¡°Nunca hab¨ªa pasado algo as¨ª¡±, lamenta un joven franc¨¦s de origen marroqu¨ª, que se acerc¨® hasta el supermercado todav¨ªa acordonado por la polic¨ªa. Como ¨¦l, diversos grupos de chavales de origen marroqu¨ª segu¨ªan en las inmediaciones lo que ocurr¨ªa. El joven, que pide no ser identificado, dice conocer ¡°de vista¡± al detenido. ¡°Ser joven y de barrio aqu¨ª es duro. Hacer las cosas bien no es sencillo¡±, lamenta el joven, que tambi¨¦n vive en la periferia de Carcasona. Va acompa?ado de su mujer, una joven espa?ola que tambi¨¦n pide no ser identificada. ¡°No quiero buscarme problemas, que alguien nos diga que somos un sopl¨®n o algo as¨ª¡±, se excusa el joven en nombre de ambos.

Y es que los ¨¢nimos est¨¢n caldeados este viernes en el barrio donde viv¨ªa Lakdim. La polic¨ªa detuvo a ¨²ltima a una mujer que ¡°compart¨ªa la vida con ¨¦l", seg¨²n ha explicado el fiscal Fran?ois Molins, acusada de ¡°asociaci¨®n de malhechores en relacion con un acto terrorista criminal". Y tambi¨¦n ha registrado la casa de la madre del joven, que acudi¨® junto con una hermana hasta el supermercado para intentar convencerle de que saliese y liberase a los rehenes. ¡°Dejad de grabar, marchaos de aqu¨ª¡±, gritaba a la prensa un grupo de chavales que iba de c¨¢mara en c¨¢mara.

En Carcasona se vivi¨® con perplejidad lo sucedido. La ciudad es un apacible destino familiar y tur¨ªstico en el sur de Francia, donde no suelen ocurrir este tipo de cosas, explican diversos vecinos. Aunque algunos de ellos se?alan que desde hace a?os temen que se haya generado el caldo de cultivo adecuado en algunas de las barriadas de las afueras de la ciudad, previo a la radicalizaci¨®n, fruto de la falta de recursos.

A pesar de lo sucedido, y de los helic¨®pteros militares, los furgones policiales y las sirenas sonando de forma intermitente, a ¨²ltima hora de la tarde la ciudad parec¨ªa haber recuperado el latido normal. Aunque Celine segu¨ªa muy impresionada, en el jard¨ªn de su casa. ¡°Les ha disparado varias veces, no lo entiendo¡±, repet¨ªa, acompa?ada de su hija. Mientras, desde la verja de la casa, unos j¨®venes le gritaban que se callase y no hablase m¨¢s con la prensa.