Trump suspende su asistencia a la Cumbre de las Am¨¦ricas ante el inminente ataque a Siria
La decisi¨®n del presidente echa al traste su primer viaje a Latinoam¨¦rica
Los vientos de guerra barrieron a la diplomacia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido suspender su esperado viaje a la Cumbre de las Am¨¦ricas y a Colombia ante la inminencia de un posible ataque militar al r¨¦gimen sirio. La visita a Lima, prevista para este viernes y s¨¢bado, era su primer viaje a Latinoam¨¦rica, una regi¨®n ante la que ha mostrado escaso inter¨¦s y donde su popularidad toca m¨ªnimos hist¨®ricos. Qued¨¢ndose en Washington, Trump envi¨® al mundo y, sobre todo a Rusia y Siria, una se?al inequ¨ªvoca: todo est¨¢ listo para el golpe.
Cada vez quedan menos dudas de que Trump va a optar por la respuesta militar al ataque del s¨¢bado pasado a Duma, un reducto rebelde en la periferia de Damasco. La agresi¨®n, que acab¨® con la vida de al menos 60 civiles y caus¨® cientos de heridos, fue supuestamente perpetrada con armas qu¨ªmicas por las tropas de Bachar el Asad. Aunque Mosc¨² y Damasco niegan tajantemente su implicaci¨®n, el presidente de EEUU la da por hecha y la considera un desaf¨ªo a la l¨ªnea roja que traz¨® hace un a?o, cuando ante una matanza similar del r¨¦gimen sirio, arras¨® con 59 misiles Tomahawk la base a¨¦rea de Shayrat, en la ciudad de Homs.
Aquella intervenci¨®n fue unilateral y por sorpresa. Ahora, Trump, m¨¢s experimentado, ha buscado una f¨®rmula de mayor complejidad. Lo primero ha sido preparar el terreno con sucesivas declaraciones. El domingo acus¨® a El Asad de la matanza, responsabiliz¨® a Putin por apoyarla y asegur¨® que Siria iba a pagar un ¡°alto precio¡±. El lunes dio un paso m¨¢s y afirm¨®: ¡°Esto es una atrocidad, un acto b¨¢rbaro y no podemos consentirlo, sobre todo porque tenemos el poder para impedirlo. Si ha sido Rusia, si ha sido Siria, si ha sido Ir¨¢n, si han sido todos juntos, lo vamos a resolver¡±. Hoy, en un gesto sin parang¨®n, ha suspendido su viaje a la Lima, dejando la Cumbre de las Am¨¦ricas por primera vez sin un presidente de Estados Unidos.
Devoto de la escenograf¨ªa b¨¦lica, Trump ha puesto plazo a su decisi¨®n. El lunes se dio de 24 a 48 horas para responder al reto sirio. Y con el reloj en cuenta atr¨¢s, convoc¨® al Consejo de Seguridad de la ONU y recab¨® el apoyo de sus socios. Francia ha mostrado su pleno respaldo a una acci¨®n "coordinada y contundente¡±. Y el Reino Unido, cuya definici¨®n es todav¨ªa borrosa, ha declarado que todas las opciones est¨¢n sobre la mesa.
Solo la posibilidad de que Rusia permitiese en el Consejo de Seguridad la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n que determinase qu¨¦ ocurri¨® en Duma pod¨ªa frenar la sacudida. Pero esa salida, como ya ocurri¨® en noviembre pasado, hasido bloqueada por Mosc¨² (China se abstuvo), que considera que un mecanismo de estas caracter¨ªsticas ser¨ªa parcial y quedar¨ªa sometido a los intereses occidentales.
El veto ruso, seg¨²n los expertos, puede actuar ahora como un detonador y dar argumento a EEUU y sus aliados para atacar. Una opci¨®n tan dif¨ªcil de frenar que la propia embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, lleg¨® el lunes a considerar imparable, hubiese o no acuerdo en el consejo. ¡°Quien atac¨® Duma es un monstruo. Apunt¨® a civiles, a mujeres y ni?os, y se asegur¨® que nadie les pudiese ayudar. Y no es la primera vez. Hace un a?o Rusia y Siria tambi¨¦n negaron el uso de armas qu¨ªmicas y luego se demostr¨® que el r¨¦gimen de El Asad las hab¨ªa empleado. Hemos pedido un cese el fuego y se han negado, hemos solicitado un mecanismo de investigaci¨®n y lo han rechazado. Estamos al borde del precipicio, y ha llegado el momento de que se haga justicia. Es la hora de actuar¡±, dijo Haley.
Los efectos de esta intervenci¨®n, si cristaliza, ser¨¢n profundos. Su primera consecuencia ser¨¢ una mayor implicaci¨®n de Estados Unidos en el avispero sirio. Un abismo que tras siete a?os de guerra, 320.000 muertos y 10 millones de desplazados sigue sin tener vencedor. Se trata de una apuesta de riesgo, pero que ofrece un capital pol¨ªtico del que el republicano puede sacar provecho.
Mientras que Barack Obama y su diplomacia quedaron paralizados ante la barbarie de El Asad y aceptaron la m¨¢s que dudosa oferta rusa de retirada de su arsenal qu¨ªmico, Trump habr¨ªa mostrado al mundo su contundencia en una causa que, si no comete torpezas, dif¨ªcilmente se le puede venir en contra. Habr¨ªa golpeado a un r¨¦gimen renqueante y habr¨ªa sacudido un status quo zonal que nadie aplaude.
Con las terribles im¨¢genes de los ni?os gaseados jugando a su favor, podr¨ªa lograr una victoria all¨ª donde menos se lo esperaba. Parad¨®jicamente, el presidente que ha hecho del aislacionismo su bandera y que desde sus tiempos de candidato abomin¨® de la presencia estadounidense en Siria, habr¨ªa hallado en tierra hostil su mayor ¨¦xito internacional.
Ser¨ªa un cambio de escenario dr¨¢stico. Hace tan solo una semana, Trump clamaba por salir del conflicto y repatriar a sus 2.000 soldados. ¡°No sacamos nada de ello. No tenemos nada, excepto muerte y destrucci¨®n. Es una cosa horrible¡±, afirm¨®. Pocos d¨ªas despu¨¦s, en un extra?o giro, cuando los rebeldes de Guta perd¨ªan batalla tras batalla, se registr¨® el ataque qu¨ªmico. Y el horror jug¨® su partida.
Trump se declar¨® espantado por la matanza y, en un salto cualitativo, se?al¨® por primera vez desde que es presidente por su nombre al l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin. ¡°El presidente Putin, Rusia e Ir¨¢n son los responsables de apoyar a El Asad, El Animal. [¡] Esto es un desastre humanitario sin raz¨®n alguna. ?Enfermo!¡±, escribi¨® en un tuit.
Esta reacci¨®n le ha puesto cara a cara con Mosc¨². Aunque el tono es m¨¢s vitri¨®lico que otras veces, no es un fen¨®meno nuevo. Ya el a?o pasado, tras el ataque estadounidense a la base a¨¦rea de Shayrat, ambos pa¨ªses escenificaron su desencuentro. Rusia, que tambi¨¦n hab¨ªa negado cualquier evidencia de agresi¨®n qu¨ªmica, denunci¨® entonces la ¡°ileg¨ªtima intervenci¨®n¡± y arremeti¨® contra EEUU en Naciones Unidas. La ret¨®rica vino acompa?ada con una suspensi¨®n de misiones a¨¦reas conjuntas en Siria. Y poco m¨¢s. Ning¨²n soldado ruso hab¨ªa fallecido en el ataque y los puentes, poco a poco, volvieron a recomponerse. Siria qued¨® a merced de la guerra. Hundida en la barbarie.
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