Andrea Nahles, primera mujer que preside el SPD alem¨¢n
La dirigente socialdem¨®crata ha obtenido el 66% de los votos en el c¨®nclave de Wisbaden
Andrea Nahles se ha convertido en la primera presidenta de la historia de la socialdemocracia alemana (SPD) en 154 a?os. Con ella, hoy una arranca una fase crucial para el SPD, un partido que sufri¨® una sangr¨ªa electoral en las elecciones de septiembre y que ahora busca labrarse una nueva identidad de la mano de Nahles. Renovarse o caer en la irrelevancia en un mundo que cambia a una velocidad, que el SPD no ha sido de momento capaz de seguir. Ese es el dilema al que debe de hacer frente ahora Nahles.
El deseado proceso de renovaci¨®n del partido nace sin embargo lastrado. Nahles ha logrado apenas el 66% de los votos de los 600 delegados del congreso. Se trata de un resultado reducido ¨Cel segundo peor de la historia del partido-, que evidencia el desgarro interno que atraviesa el SPD, que obtuvo su peor resultado de la historia de la Alemania moderna en septiembre -20,5% de los votos- y que se ha visto abocado a aliarse de nuevo con el bloque conservador de la canciller, Angela Merkel.
¡°Una nueva era necesita una nueva pol¨ªtica¡±, rezaba el lema del congreso celebrado en Wiesbaden. Los socialdem¨®cratas son muy conscientes de que seguir como hasta ahora no es una opci¨®n. De que los resultados electorales y las encuestas indican que van camino de sufrir el declive de otros partidos socialistas europeos como el franc¨¦s o el holand¨¦s y que ahora deben tomar medidas urgentes para evitarlo. Y de que renovaci¨®n en el contexto socialdem¨®crata alem¨¢n, equivale a salvaci¨®n.
A sus 47 a?os, Nahles, jefa del grupo parlamentario del SPD, se ha enfrentado el domingo a otra mujer, Simone Lange, la alcaldesa de Flensburg, una peque?a localidad del norte de Alemania, que no ha contado con el apoyo de la c¨²pula del partido ni tampoco de las bases a las que pretendi¨® seducir con un discurso antiestablishment.
¡°Hoy vamos a romper el techo de cristal del SPD¡±, anunci¨® Nahles, cuya elecci¨®n no es una excepci¨®n en Alemania, donde la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU, el centro derecha conservador, Los Verdes, La Izquierda y la Ultraderecha ya cuentan con l¨ªderes o co l¨ªderes mujeres.
Nahles sucede a Martin Schulz, la ef¨ªmera esperanza blanca de la socialdemocracia alemana, que por momentos pareci¨® capaz de desbancar a Merkel, la eterna canciller, pero que acab¨® cayendo en desgracia, fruto de una serie de derrotas electorales regionales y de una cadena de errores en la gesti¨®n pol¨ªtica del complejo escenario al que dieron pie las elecciones generales alemanas. Merkel gan¨® las elecciones, pero no obtuvo la mayor¨ªa suficiente para formar gobierno en solitario. Schulz acab¨® aceptando entrar a un nuevo Gobierno de gran coalici¨®n pese a haber prometido reiteradamente que no lo har¨ªa bajo ning¨²n concepto.
Por eso, el reto al que se enfrenta Nahles es may¨²sculo. Porque no solo debe dotar de una nueva piel a su partido, sino que adem¨¢s debe hacerlo en paralelo a su participaci¨®n en la gran coalici¨®n de Gobierno con el bloque conservador. La misma en la que han cohabitado con el bloque de Merkel durante ocho de los ¨²ltimos doce a?os y la misma que ha precipitado al SPD en las urnas. Distinguirse del bloque conservador con el que vuelven a gobernar desde hace pocas semanas en Alemania y asegurarse a la vez de que se cumplan los objetivos que el SPD logr¨® introducir en el programa de Gobierno pactado, es la peliaguda misi¨®n que tiene entre manos el todav¨ªa segundo gran partido alem¨¢n.
¡°Se puede renovar un partido mientras se est¨¢ en el Gobierno y yo quiero demostrarlo a partir de ma?ana¡±, dijo Nahles. ¡°Un contrato es un contrato y vamos a insistir en que se cumpla cada palabra¡±, a?adi¨® la l¨ªder del SPD en su discurso, en alusi¨®n al acuerdo de coalici¨®n, que sit¨²a la refundaci¨®n de Europa como prioridad de la presente legislatura.
La nueva presidenta centr¨® su intervenci¨®n en el concepto de ¡°solidaridad¡±, que dijo, debe convertirse ¡°en un valor crucial¡± en la transici¨®n de ¡°un capitalismo digital¡± a una ¡°econom¨ªa social¡±, para el que estim¨®, hacen falta nuevas reglas. ¡°No podemos aceptar que las plataformas de Internet se conviertan en monopolios sin responsabilidad y que hagan negocios pol¨ªticos con nuestros datos¡±, dijo Nahles, quien critic¨® adem¨¢s el r¨¦gimen fiscal favorable que disfrutan de las grandes empresas inform¨¢ticas.
En su discurso ante los 600 delegados del SPD, Nahles dedic¨® especial atenci¨®n al avance del populismo de derechas, que en Alemania representa Alternativa por Alemania (Afd), el partido antiinmigraci¨®n que ha logrado entrar por primera vez en el Bundestag con el 12,6% de los votos. El desaf¨ªo es de tal magnitud, que algunas encuestas publicadas en las ¨²ltimas semanas llegaron a situar por momentos a Afd por delante de la socialdemocracia. ¡°Los populistas utilizan la democracia sin respetar sus reglas. Los que sienten que se dirigen a ellos tienen que saber que no son el pueblo, como dicen, son el enemigo del pueblo, de los m¨¢s d¨¦biles¡±, asegur¨®.
Consciente de ese desaf¨ªo, Nahles no evit¨® transitar por los temas espinosos que hasta ahora han monopolizado los extremistas, como la identidad nacional. ¡°Heimat [el t¨¦rmino alem¨¢n a caballo entre hogar y patria] es el lugar en el que no se excluye a los dem¨¢s y en el que los que no han nacido en Alemania tambi¨¦n pueden sentirse en casa¡±, dijo, criticando el concepto de cultura dominante y excluyente, Leitkultur, que gana adeptos en la sociedad alemana.
Nahles no es ninguna reci¨¦n llegada. Su vida ha corrido en paralelo a la de un partido en el que ha hecho casi todo. Desde liderar las juventudes socialdem¨®cratas, hasta ocupar la cartera en el ministerio de Trabajo. En el pasado represent¨® el ala izquierdista del partido, pero el paso del tiempo y su adhesi¨®n y encendida defensa de la gran colaci¨®n han diluido en buen parte esas credenciales. Durante sus casi tres d¨¦cadas de trayectoria pol¨ªtica, Nahles no ha perdido sin embargo la pasi¨®n, ni la credibilidad, que este domingo ha terminado por catapultarla, aunque con un apoyo limitado, hasta la cumbre de su partido.
Andrea Nahles, elegida presidenta del #SPD con el 66% de los votos. La divisi¨®n en el partido socialdem¨®crata es a¨²n evidente. La ansiada renovaci¨®n nace lastrada
— Ana Carbajosa (@AnaCarbajosa) April 22, 2018
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