Walter Mercado y el hor¨®scopo de L¨®pez Obrador
Los astros del candidato de Morena no pod¨ªan estar mejor alineados
Si fuera Walter Mercado dir¨ªa que los planetas est¨¢n muy bien aspectados para L¨®pez Obrador en su camino a la presidencia de M¨¦xico o parafraseando a un comentarista deportivo dir¨ªa que, como los porteros, candidato sin suerte no es buen candidato. Como no soy Walter Mercado ni Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez, tratar¨¦ de explicarlo de otra manera. Los rivales del sempiterno aspirante a la presidencia jugaron, sin propon¨¦rselo, a su favor y terminaron por catapultarlo a Palacio Nacional.
L¨®pez Obrador ganar¨¢ la presidencia de M¨¦xico menos por lo que ha tenido que hacer que por lo que han hecho o dejado de hacer sus contrincantes, o por lo que el pa¨ªs ha cambiado en los ¨²ltimos a?os. No se me mal interprete: el tabasque?o ha hecho su trabajo, pero sigue siendo esencialmente el mismo que se present¨® en las elecciones en 2006 y 2012, salvo que ahora est¨¢ arrasando.
Dec¨ªan de Ronald Reagan que su principal virtud resid¨ªa en haber mantenido sus posturas al margen de los vaivenes pol¨ªticos. A diferencia de los p¨¢jaros en una parvada que cambian de direcci¨®n sigui¨¦ndose unos a otros, Reagan hab¨ªa volado en solitario o en ocasiones acompa?ado pero siempre en una misma direcci¨®n hasta que el resto de los p¨¢jaros se aline¨® tras su cauda. Pese a las diferencias ideol¨®gicas entre ambos personajes, el s¨ªmil tambi¨¦n vale para L¨®pez Obrador. Sigui¨® volando en la direcci¨®n en que lo hac¨ªa en 2006 y 2012, pero ahora el grueso de la parvada vuela detr¨¢s suyo.
Primero, porque el mundo cambi¨® en estos a?os. Los excesos de la globalizaci¨®n han provocado todo tipo de reacciones a favor de lo local o en torno a la necesidad de contrapesos. Las tesis sostenidas por L¨®pez Obrador parec¨ªan anacr¨®nicas hace apenas un lustro; hoy hablar de medidas proteccionistas, la necesidad de una mayor rector¨ªa del estado en la econom¨ªa frente a los abusos de las transnacionales y la apuesta por el mercado interno son nociones de plena actualidad. Brexit, Catalu?a, Putin o Trump son expresiones variopintas del descontento que genera el orden de cosas internacionales y la b¨²squeda de contrapesos por parte de las comunidades nacionales y regionales.
Segundo, porque el pa¨ªs tambi¨¦n cambi¨®. El votante apel¨® a las opciones de centro y de derecha con resultados decepcionantes, particularmente en materia de inseguridad p¨²blica, esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y desigualdad social. En 2006 apost¨® por el PAN y en 2012 le otorg¨® el beneficio de la duda a un PRI supuestamente renovado. Ambas administraciones terminaron con alt¨ªsimos niveles de reprobaci¨®n. El desencanto hacia la clase pol¨ªtica es generalizada, pero en muchos ciudadanos queda la sensaci¨®n de que la opci¨®n de L¨®pez Obrador es la ¨²nica que no ha sido probada. Y, por si faltara algo, la informaci¨®n de prensa diaria provoca la sensaci¨®n de que a las autoridades se les est¨¢ desplomando el pa¨ªs: r¨¦cord mensual de asesinatos en v¨ªspera de las elecciones (m¨¢s de 90 diarios en abril), asalto generalizado de trenes, linchamientos y justicia por propia mano de las comunidades, orde?a de ductos clandestina a escala industrial. En suma, p¨¦rdida del territorio y claudicaci¨®n del Estado frente a los poderes salvajes.
Tercero, porque la ¨¦lite descubri¨® muy tarde que la estrategia seguida en el pasado para derrotar a L¨®pez Obrador, la campa?a del miedo, ahora no solo no funcionaba sino produc¨ªa justamente lo contrario: fortalec¨ªa al de Morena. El candidato antisistema que en 2012 a¨²n generaba temor ahora provoca esperanza justamente por ser el candidato antisistema. O como se ha dicho repetidamente, hoy la rabia supera al temor.
Y cuarto, por si faltara poco, el sistema dividi¨® su apoyo entre dos candidatos para oponerse a L¨®pez Obrador. En 2006 los poderes f¨¢cticos abandonaron r¨¢pidamente a Roberto Madrazo, del PRI, para apoyar a Calder¨®n del PAN en su lucha en contra del tabasque?o. En 2012, por el contrario, abandonaron a Josefina V¨¢zquez Mota del PAN para sumar fuerzas en torno a Pe?a Nieto del PRI. En 2018 se supone que metieron a la contienda otra vez dos cartas, Jos¨¦ Antonio Meade del PRI y Ricardo Anaya del PAN, asumiendo que sobre la marcha se inclinar¨ªan a favor del m¨¢s competitivo de cara a la recta final. Solo que a 38 d¨ªas de la elecci¨®n llegamos a la recta final y los dos candidatos del sistema, por as¨ª decirlo, siguen enfrascados en su reyerta personal fraccionando los recursos y el voto antilopezobradorista.
El segundo debate presidencial, sostenido el domingo pasado, aline¨® un astro m¨¢s a favor del candidato de la izquierda. Para sorpresa de muchos, Meade tuvo un desempe?o infinitamente mejor que lo que su desastroso primer debate habr¨ªa sugerido. Lo que pudo haber sido su tumba termin¨® insufl¨¢ndolo de nuevos br¨ªos. No porque ello vaya a traducirse en una mejor¨ªa en las encuestas, simplemente porque agita de nuevo la esperanza dentro del PRI de una repentina recuperaci¨®n, por peregrina que parezca. El cuarto de guerra de Anaya se hab¨ªa hecho a la idea de que un fracaso m¨¢s de Meade en este debate obligar¨ªa al PRI a tirar la toalla por fin, y conducir¨ªa a la presidencia a volcarse a favor de Anaya. La buena comparecencia de Meade desdibuj¨® esa posibilidad.
Lo dicho, los astros del hor¨®scopo de AMLO no pod¨ªan estar mejor alineados.
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