La c¨¢mara del m¨®vil, la nueva arma de los migrantes para protegerse de Trump

¡°La gente est¨¢ muy atemorizada¡±. As¨ª define Marta S¨¢nchez, coordinadora de la organizaci¨®n La Uni¨®n del Pueblo Entero (LUPE), c¨®mo vive la comunidad inmigrante en la frontera de Estados Unidos desde que Donald Trump lleg¨® a la Casa Blanca e hizo del combate a la inmigraci¨®n irregular una de sus principales pol¨ªticas.

El clima de miedo permanente de deportaciones y las denuncias de abusos por parte de las patrullas fronterizas hicieron que las asociaciones que defienden los derechos de la comunidad latina y de otros inmigrantes en EE UU buscasen maneras de enfrentarse a la nueva realidad. Y una de las alternativas encontradas vino de las manos de la tecnolog¨ªa: el desarrollo de aplicaciones que les permite a los usuarios grabar las acciones de los agentes de la ICE, la agencia federal de deportaci¨®n de indocumentados, y transmitir en vivo a sus familiares informaciones b¨¢sicas en el caso de que sean detenidos. ¡°Queremos ver si hay un padr¨®n de abusos y denunciarlos¡±, afirma S¨¢nchez, quien trabaja en San Juan (Texas), a tan solo 16 kil¨®metros de la frontera mexicana.

Las aplicaciones son recientes pero, seg¨²n los activistas por los derechos de los migrantes en EE UU, se est¨¢n popularizando, sobre todo entre los que viven en zonas de frontera con M¨¦xico. Una de las aplicaciones es MigraCam, desarrollada por la Uni¨®n Americana de Libertades Civiles de Texas (ACLU, en sus siglas en ingl¨¦s) y que hasta el momento ha sido descargada 8.000 veces.

Esta app permite que a partir de que un comando el m¨®vil empiece a grabar y a transmitir un v¨ªdeo en vivo para una lista preseleccionadas de contactos. De acuerdo con Edgar Saldivar, abogado principal de la ACLU, esto le permite a los migrantes registrar posibles violaciones de derechos civiles por parte de las autoridades migratorias. ¡°En caso de que haya una violaci¨®n de derechos el v¨ªdeo sirve de evidencia de lo que ocurri¨®. En la mayor¨ªa de los casos de violaciones de derechos de los migrantes no hay testigos, es la palabra de la persona afectada contra la de la polic¨ªa¡±, afirma Saldivar.

Al menos otras dos aplicaciones con sistemas similares ¡ªCell 411 y Notifica¡ª est¨¢n disponibles para descarga, seg¨²n el diario Los Angeles Times.

El tema gan¨® especial relevancia en mayo, cuando una migrante guatemalteca de 20 a?os, Claudia Patricia G¨®mez Gonz¨¢lez, muri¨® de un disparo en la cabeza por un agente fronterizo estadounidense. Una vecina de R¨ªo Bravo (Texas) grab¨® el momento en que los agentes volteaban el cuerpo de la v¨ªctima e hizo p¨²blico el v¨ªdeo, lo que desat¨® una oleada de cr¨ªticas en contra de la acci¨®n que provoc¨® la muerte. ¡°No es el primer caso de asesinato por un agente, pero haber grabado un v¨ªdeo gener¨® un efecto muy importante¡±, dice Saldivar. ¡°La gente pudo ver lo que ocurri¨® y esto caus¨® una emoci¨®n muy profunda. Tuvo el efecto de movilizar no solo a la prensa, sino tambi¨¦n a los activistas y los abogados¡±.

Antecedentes

La idea de crear una herramienta que facilitara el registro en v¨ªdeo de las interacciones con las autoridades migratorias fue inspirada en el historial de abusos policiales contra la poblaci¨®n afroamericana en EE UU. Una serie de v¨ªdeos publicados en Internet los ¨²ltimos a?os ha intensificado el debate sobre acciones racistas de las fuerzas policiales en aquel pa¨ªs, movilizando la opini¨®n p¨²blica y forzando un debate en los medios por una revisi¨®n de los m¨¦todos de acci¨®n policial.

Adem¨¢s, la aplicaci¨®n es una manera de facilitar informaciones a familiares y amigos en caso de detenciones. ¡°Ha habido muchos casos de inmigrantes que terminan en centros de detenciones sin que se sepa de ellos. As¨ª que solo tener la informaci¨®n de que hubo un arresto ayuda a la comunidad¡±, explica Saldivar.

La organizaci¨®n Uni¨®n del Pueblo Entero ha empezado a realizar talleres entre las comunidades de inmigrantes para ense?arles a realizar las grabaciones. En estos encuentros, cuenta Marta S¨¢nchez, se explica desde los derechos m¨¢s fundamentales que las personas tienen en el caso de que se produzca un arresto por las patrullas fronterizas, como el de mantenerse en silencio, hasta nociones b¨¢sicas a la hora de grabar: decir el d¨ªa, la ubicaci¨®n, y aportar el m¨¢ximo de datos posibles sobre lo que est¨¢ ocurriendo para que los contactos preseleccionados los reciban. S¨¢nchez resalta que muchos no saben ni siquiera que pueden registrar en video a los polic¨ªas, un derecho garantido por las leyes estadounidenses.

La?Uni¨®n Americana de Libertades Civiles de Texas destaca que incluso las personas que no tienen permiso de residir en Estados Unidos pueden utilizar MigraCam para realizar grabaciones. En estos casos, sin embargo, la asociaci¨®n resalta que los usuarios deben de tener en cuenta que, en caso de grabar la detenci¨®n de una tercera persona, pueden ser indagados por las autoridades sobre su situaci¨®n migratoria, lo que podr¨ªa resultar en una deportaci¨®n.

Es justo la falta de informaci¨®n, destaca la activista Marta S¨¢nchez, uno de los principales problemas a los que se est¨¢n enfrentando los migrantes actualmente. Esta activista cuenta que una de las deportaciones que han acompa?ado recientemente fue la de dos mexicanos parados por la polic¨ªa por una peque?a infracci¨®n de tr¨¢nsito. Seg¨²n cuenta S¨¢nchez, ante la sospecha de que los dos eran indocumentados la polic¨ªa llam¨® a los agentes de inmigraci¨®n, pero el hombre que no estaba conduciendo el veh¨ªculo no ten¨ªa la obligaci¨®n de permanecer en el sitio. Por no haber dejado el local tambi¨¦n fue deportado cuando llegaron los agentes de inmigraci¨®n.

Seg¨²n cuenta S¨¢nchez, la nueva pol¨ªtica de Trump ha creado un ambiente de miedo en las ciudades fronterizas. ¡°La vida ha cambiado mucho con esta administraci¨®n. Las personas ya no salen mucho, se quedan en sus casas¡±. Y aunque sepan que los v¨ªdeos no frenar¨¢n las deportaciones, consideran que hay que utilizar todos los medios que les puedan dar alg¨²n tipo de protecci¨®n. ¡°Necesitamos proteger a nuestra gente¡±.