¡°Esto es solo la punta del iceberg¡±

Hace dos meses M¨¦xico recibi¨® por primera vez en su historia una recomendaci¨®n de la ONU emitida desde Ginebra. El alto comisionado para los Derechos Humanos exig¨ªa frenar y esclarecer los casos de las m¨¢s de 30 personas que fueron supuestamente detenidas y de las que no se ha vuelto a saber nada. Su representante en M¨¦xico explica la decisi¨®n.

Pregunta. ?Por qu¨¦ es importante este caso?

Respuesta. Primero por la dimensi¨®n, son m¨¢s de 30 desaparecidos que hemos podido documentar, pero sabemos que hay m¨¢s. Segundo, porque todo sucede en un espacio muy breve de tiempo ¡ªentre febrero y mayo de este a?o¡ª y tercero porque algunas de las v¨ªctimas son menores de edad, incluidos dos chicos de 14 a?os. Una de las desapariciones ocurre en presencia de m¨¢s de 100 testigos tras un operativo de la Marina y en dos casos m¨¢s existen videos.

P. ?Fue la Marina?

R. No nos pronunciamos sobre la autor¨ªa de los hechos, no es nuestra tarea. Si son militares es grave pero tambi¨¦n lo es que durante meses opere una formaci¨®n disfrazada de marinos.

P. ?Hay un patr¨®n com¨²n en los casi 30 desaparecidos?

R. Son casos diversos pero ninguna de las desapariciones se produce durante un enfrentamiento sino que ocurren cuando las patrullas de la Marina, seg¨²n describen los testigos, se llevan a alguien que est¨¢ caminando por la calle, haciendo la compra o en una situaci¨®n ordinaria.

P. Hasta que Naciones Unidas no hace la denuncia nadie mueve un dedo.

R. Es un tema grave y uno de los pocos casos sobre los que nos pronunciamos desde Ginebra. En los ¨²ltimos meses ha habido tres fases. De febrero a mayo, donde no hubo ni avances, ni investigaci¨®n ni se tomaron medidas. Una segunda fase durante la que hay un compromiso de las autoridades ¡ªno es habitual que funcionarios p¨²blicos escuchen durante horas los testimonios de las v¨ªctimas¡ª y una tercera fase de espera, sin avances ni resultados. Ha pasado mes y medio de espera y es tiempo de ver resultados.

P. Tras su comunicado cesaron las desapariciones

R. S¨ª y esto coincide con que la Marina mueve a los elementos que estaban en Laredo y los saca de Tamaulipas. Aunque es un gesto de precauci¨®n es tambi¨¦n indicativo. Tamaulipas tiene el mayor n¨²mero de desapariciones de M¨¦xico y hay precedentes de desapariciones efectuadas por la Marina y tambi¨¦n en Nuevo Laredo.

P. ?Cu¨¢l es el tama?o de la crisis humanitaria que se vive en Tamaulipas?

R. Es un estado donde tenemos gran dificultad para trabajar sobre el terreno. Es la ¨²nica oficina de M¨¦xico donde por motivos seguridad no nos permiten movernos por tierra. Tiene las m¨¢s altas estad¨ªsticas en desapariciones y casi no hay periodistas ni organizaciones de Derechos Humanos, excepto en Nuevo Laredo. Por eso tenemos algo m¨¢s de informaci¨®n y creemos que puede ser la punta del iceberg.

P. Las desapariciones se dieron tras la entrada en vigor de la Ley de desapariciones que habilita protocolos de b¨²squeda.

R. Ese es otro de los motivos importantes para llamar la atenci¨®n sobre el caso. Sabemos que hay m¨¢s de 35.000 desaparecidos y objetivamente es muy dif¨ªcil investigar muchos de ellos. Pero aqu¨ª tenemos un caso claro y reciente. Es una prueba de fuego para medir la voluntad y la capacidad del Estado mexicano para buscar, detener a los autores, reparar a las v¨ªctimas y prevenir nuevas desapariciones.

P. Impartir justicia es tarea de h¨¦roes. Hubo que llevar el caso a Guanajuato

R. Papel de esta jueza [Carla Mac¨ªas] es admirable. Tambi¨¦n del comit¨¦ de Derechos Humanos de Nuevo Laredo [Raimundo Ramos] a pesar de los intentos por desprestigiar a los defensores ya las v¨ªctimas. Un estado de derecho no puede aceptar la desaparici¨®n como algo normal, tanto de servidores p¨²blicos como de particulares