El hombre que rob¨® el avi¨®n en Seattle y lo estrell¨®: ¡°No necesito ayuda, he jugado a algunos videojuegos¡±

Las autoridades de Seattle investigan c¨®mo es posible que un empleado de pista de la aerol¨ªnea Horizon Air robara la noche del viernes un avi¨®n -sin pasajeros- en uno de los principales aeropuertos comerciales de Estados Unidos, lograra despegarlo y lo pilotara de forma completamente imprudente hasta estrellarse una hora y media despu¨¦s en una peque?a isla cercana. Quedan muchas inc¨®gnitas por resolver. Lo que se sabe por ahora es que el protagonista del escalofriante suceso es un hombre de 29 a?os residente en esa regi¨®n al noroeste de EE UU y la polic¨ªa ha dicho que todo apunta a que muri¨® en el accidente. Las autoridades han asegurado, sin entrar en detalles, que ten¨ªa pensamientos suicidas, que actu¨® solo y han descartado cualquier motivo terrorista.

Fuentes policiales citadas por varios medios estadounidenses han identificado al hombre como Richard Russell, que llevaba tres y a?os y medio trabajando para la aerol¨ªnea y ten¨ªa una credencial de seguridad para entrar a aviones. "Era un hombre callado. Parec¨ªa que gustaba al resto de empleados", dijo al diario Seattle Times Rick Christenson, un excompa?ero de trabajo. En su perfil de Facebook, Russell explica que naci¨® en Alaska, viv¨ªa en los alrededores de Seattle y que se hab¨ªa casado en 2012. Estaba encargado de dirigir la salida y llegada de aviones a la puerta de embarque, tambi¨¦n de sacar maletas de las aeronaves. Seg¨²n la compa?¨ªa, el hombre no ten¨ªa un t¨ªtulo de piloto aunque algunos expertos han sugerido que deb¨ªa de tener algunos conocimientos de aviaci¨®n.

Pudo haber sido una tragedia mucho mayor. En vez de haber dirigido la aeronave, que ten¨ªa capacidad para 76 asientos, hacia el sur del aeropuerto Seattle-Tacoma, el improvisado piloto podr¨ªa haberse desplazado hacia Seattle, una ciudad de 704.000 habitantes. El avi¨®n se estrell¨® en la peque?a isla Ketron, a 54 kil¨®metros del aeropuerto y donde residen menos de 20 personas, en una estrecha bah¨ªa cercana a la costa. No da?¨® de forma significativa ninguna estructura terrestre ni hiri¨® a nadie en la isla.

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Las acrobacias del avi¨®n robado de Alaska Airlines, en im¨¢genes

El aparato, un turboh¨¦lice Bombardier Q400 de tama?o mediano, despeg¨® a las 20.00 hora local del viernes de Seattle-Tacoma. El avi¨®n de Horizon Air, una filial regional de Alaska Airlines que opera vuelos de corta duraci¨®n, estaba en una ¡°posici¨®n de mantenimiento¡± y no ten¨ªa previsto ning¨²n vuelo comercial, seg¨²n anunci¨® la aerol¨ªnea.

Se desconoce c¨®mo es posible que un empleado de tierra pudiera acceder al interior de la aeronave y mucho menos encender sus motores y lograr un aparente permiso para despegarla en un aeropuerto muy transitado. El suceso reabrir¨¢ el debate sobre la seguridad a¨¦rea en un pa¨ªs que vive obsesionado por ella desde los atentados del 11-S en 2001, cuando terroristas yihadistas secuestraron cuatro aviones comerciales que se estrellaron en Nueva York, Washington y Pensilvania, matando a casi 3.000 personas.

Seg¨²n im¨¢genes de v¨ªdeo, una vez en el aire, el avi¨®n de Horizon Air llev¨® a cabo peligros¨ªsimos movimientos. Al detectar el incidente, ¡°en pocos minutos¡± dos cazas militares F-15 despegaron de una base en Portland (Oreg¨®n), el Estado fronterizo al sur de Washington, para tratar de escoltar al avi¨®n robado pero no abrieron fuego contra ¨¦l. ¡°Los pilotos [militares] mantuvieron al avi¨®n fuera de peligro y a la poblaci¨®n sobre el terreno segura¡±, explic¨® Ed Troyer, portavoz de la polic¨ªa del condado de Pierce, que encabez¨® las primeras investigaciones. ¡°Las acrobacias que estaba haciendo en el aire o la falta de nociones de vuelo ocasionaron el accidente¡±, agreg¨®.

Hasta que se aclar¨® el incidente, se suspendieron temporalmente todos los vuelos de Seattle-Tacoma, el mayor aeropuerto del noroeste de EE UU.

Tambi¨¦n ha trascendido parte del contenido de las conversaciones que mantuvo el hombre con la torre de control. Se describe como un ¡°hombre roto¡± que teme por las consecuencias de lo que est¨¢ haciendo pero confiesa que no tiene intenci¨®n de aterrizar y asegura que no necesita ayuda para controlar el avi¨®n porque ha ¡°jugado a algunos videojuegos antes¡±.

Un controlador a¨¦reo lo llama Rich y trata de convencerle de que aterrice el avi¨®n. ¡°Hay una pista justo a tu derecha en aproximadamente una milla¡±, le dice en referencia a una base militar cercana. ¡°Oh, hombre. Esos chicos me dar¨¢n una paliza si trato de aterrizar all¨ª¡±, responde el improvisado piloto y luego a?ade: ¡°Esto probablemente es cadena perpetua, ?no?¡±. El controlador le replica: ¡°No nos vamos a preocupar o pensar sobre ello. ?Pero podr¨ªas empezar a girar hacia la izquierda por favor?¡±

En otro instante de la conversaci¨®n, el empleado de Horizon Air aprovecha para disculparse. ¡°Tengo a muchas personas que se preocupan por m¨ª. Se van a sentir decepcionadas cuando sepan que hice esto¡±, afirma. ¡°Quiero pedir perd¨®n a cada uno de ellos. Solo soy un hombre roto, tengo algunos tornillos sueltos, supongo. Nunca lo supe realmente hasta ahora¡±.

En un momento en que el piloto logra enderezar el avi¨®n, el controlador a¨¦reo trata de convencerle para que lo aterrice ¡°de forma segura y no herir a nadie sobre el terreno¡±. Pero ¨¦l responde con dudas: ¡°No s¨¦, hombre. No s¨¦. No quiero. Estaba quiz¨¢ esperando que esto fuera todo, ?sabes?¡±.

John Waldron estaba caminando en la isla de Ketron cuando vio a los cazas escoltar al avi¨®n robado y decidi¨® grabar un v¨ªdeo que muestra las piruetas. ¡°Empec¨¦ a filmar, porque me result¨® bastante extra?o¡±, explic¨® a la cadena CNN. Despu¨¦s de pensar que era un vuelo de entrenamiento, se dio cuenta de que los dos F-15 intentaban controlar la aeronave. ¡°Es incre¨ªble que haya podido enderezar el avi¨®n¡±, dijo Waldron y revel¨® que en una instancia el aparato lleg¨® a estar ¡°a no m¨¢s de 30 metros de la superficie del agua¡±, antes de volver a tomar altura. En un momento, el testigo se dio cuenta de que el avi¨®n se dirig¨ªa a la isla. Corri¨® a cubrirse y dej¨® de grabar: ¡°Cuando me di la vuelta, vi un destello de luz, luego el humo y pens¨¦: 'Dios m¨ªo, creo que simplemente se estrell¨®¡±.