¡°?Qu¨¦ ha sido eso? ?Est¨¢ temblando de nuevo?¡±
La ansiedad ante nuevos temblores se ha multiplicado en M¨¦xico, a un a?o de los terremotos que sacudieron el pa¨ªs y dejaron casi 500 muertos
Entre todas las recomendaciones que se pueden recibir al llegar a M¨¦xico una de las m¨¢s inesperadas es la de descargarse una aplicaci¨®n que advierte de los terremotos. As¨ª, mientras uno est¨¢, pongamos, escribiendo este texto, puede recibir en su tel¨¦fono una alerta: ¡°Sismo detectado: Intensidad d¨¦bil. Sensor ubicado en Miahuatl¨¢n OAXACA¡±. Y a los pocos segundos, otra: ¡°Sismo detectado: Intensidad MODERADO. Sensor ubicado en Huatulco OAXACA¡±. Todo acompa?ado de exclamaciones rojas y, si no se tiene el tel¨¦fono en silencio, de un sonido desconcertante.
La aplicaci¨®n no deja de ser algo anecd¨®tico si no fuese porque desde hace un a?o, cualquier cosa que tenga que ver con un terremoto, est¨¢ envuelto en un ambiente de mayor ansiedad, donde los fantasmas por lo ocurrido en septiembre de 2017 vuelven a aflorar en muchas personas. Entonces, el mes patrio se volvi¨® el m¨¢s tr¨¢gico. El d¨ªa 19, el mismo en que se cumpl¨ªan 32 a?os del terremoto que sesg¨® la vida de m¨¢s de 5.000 personas, un nuevo temblor sacudi¨® la capital del pa¨ªs: 369 personas murieron, 228 en Ciudad de M¨¦xico. 12 d¨ªas antes, el sur del pa¨ªs hab¨ªa sufrido otro terremoto, que dej¨® 102 v¨ªctimas mortales. Entre ambos, miles de personas resultaron heridas; casi 6.000 viviendas se vieron afectadas solo en la capital de M¨¦xico.
Si algo caracteriza a la Ciudad de M¨¦xico son los sonidos que se desprenden de sus calles, un bullicio desconcertante que se termina por amar, quiz¨¢s como m¨¦todo de supervivencia. Ocurre en la mayor¨ªa de los barrios, pero en La Roma o La Condesa, dos de los m¨¢s afectados por el terremoto, los ruidos son constantes: el del afilador, de los chatarreros que buscan ¡°algo de fierro viejo¡± o, el m¨¢s habitual, el del vendedor de tamales. No hay pocos que, en el ¨²ltimo a?o, se han sobresaltado y llegado a sentir que lo que sonaba realmente era la alerta s¨ªsmica, que, generalmente, salta despu¨¦s de detectarse un sismo de magnitud superior a 5. O que un simple movimiento de la tierra provocado por el paso de veh¨ªculos pesados, habitual en estos barrios por el tipo de suelo, suscite una pregunta recurrente:
-?Qu¨¦ ha sido eso? ?Est¨¢ temblando?
Esa sensaci¨®n de que en cualquier momento puede volver a temblar ¨Cy que volver¨¢ a ocurrir- ha multiplicado la ansiedad. Nada comparable con la que padecen los que sufrieron directamente los terremotos del a?o pasado. No obstante, cuantificar cu¨¢nta gente tiene problemas de salud mental ¨Cy de qu¨¦ estilo- se antoja quim¨¦rico hoy en d¨ªa. Para Deni ?lvarez Icaza, psiquiatra del Instituto Nacional de Psiquiatr¨ªa ser¨ªa muy pertinente hacer un estudio para ver la magnitud del problema. A partir de estad¨ªsticas internacionales, de comparar distintos terremotos a lo largo de la historia, se estima que entre los seis primeros meses y el a?o posterior al temblor, entre un 20% y un 30% de los afectados podr¨ªan haber desarrollado alg¨²n problema de salud mental. ¡°Despu¨¦s del primer mes es normal que haya reacciones adaptativas, que tienden a disminuir. A un a?o del sismo, si hay s¨ªntomas de ansiedad que paralizan, podr¨ªa haber un problema¡±, explica ?lvarez, quien tambi¨¦n aclara que todo depende de hasta qu¨¦ punto una persona se puede llegar a paralizar. ¡°Hay que diferenciar entre patol¨®gico y esperable. Si suena la alarma s¨ªsmica, es normal que uno se altere, pero si se paraliza y no logra responder, ser¨ªa ya patol¨®gico, depende de c¨®mo se manifieste¡±.
Ambos expertos apuntan a que una de las ense?anzas que dej¨® el terremoto, desde el punto de vista de la salud mental, es la necesidad de elaborar un programa de atenci¨®n. Hace un a?o, los psic¨®logos salieron como un ej¨¦rcito a ayudar a los afectados. ¡°Hubo un fen¨®meno de sobreayuda que no siempre fue bueno. Se dio entrada a gente que no estaba capacitada, se patologizaron situaciones que eran esperables¡±, explica ?lvarez, con las consiguientes consecuencias para los afectados. ¡°No solo por escuchar se van a solucionar los problemas. S¨ª hay que tener m¨¢s espacios de escucha, pero no solo repetitivos¡±, puntualiza el psic¨®logo Diego Safa.
Los aniversarios son ¨¦pocas proclives a que se regeneren la ansiedad, el duelo. Como todos los 19 de septiembre, la Ciudad de M¨¦xico volver¨¢ a realizar un simulacro, a modo de homenaje por las v¨ªctimas del terremoto de 1985. Hace un a?o se hizo a las 11 de la ma?ana, dos horas antes de que la tierra se volviese a mover. En esta ocasi¨®n, las autoridades han querido hacerlo coincidir con la hora del temblor: la alerta s¨ªsmica sonar¨¢ a las 13.14.
El eterno retorno de Nietzsche sirve al psic¨®logo Diego Safa para, sin restarle importancia, rebajar parte de la neurosis que se ha generado. ¡°Por m¨¢s herramientas ps¨ªquicas que existan siempre habr¨¢ algo que no podemos controlar del todo. No podemos evitar el miedo y la tristeza. Si no sentimos, habr¨¢ que preocuparse¡±.
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