Las 246 Nicoles de la Universidad de Calgary que se unieron por un flechazo

Nicole es desde el 7 de septiembre uno de los nombres m¨¢s repetidos en la Universidad de Calgary, y la cantina de este centro educativo canadiense, el escenario de una historia que acab¨® de una forma inesperada. All¨ª Carlos Zetina conoci¨® a Nicole T., tomaron una copa, charlaron de filosof¨ªa y quedaron en volver a verse. Un despiste en la transcripci¨®n del n¨²mero telef¨®nico de ella iba a convertir en una misi¨®n casi imposible la siguiente cita.

El joven estudiante quiso al d¨ªa siguiente ponerse en contacto con la chica. ¡°Creo que me dio el n¨²mero con alg¨²n error porque le envi¨¦ un mensaje y una persona distinta me respondi¨®¡±, explic¨® a la cadena CBC. Zetina comenz¨® a trazar un plan para localizarla entre los 30.000 estudiantes del campus. Ayudado por el directorio de correo electr¨®nico de la universidad canadiense, rastre¨® las direcciones de todas las mujeres llamadas Nicole, Nicky, Nikki, NIcolette y Nik: 246 en total.

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Alumnas, profesoras, investigadoras, trabajadoras administrativas y alguna que otra autoridad universitaria recibieron con sorpresa un mensaje en sus cuentas de correo que iba encabezado con el siguiente asunto: ¡°Te conoc¨ª anoche y me diste el n¨²mero equivocado¡±.

Zetina no ten¨ªa intenci¨®n de localizar a la chica que le hab¨ªa deslumbrado la noche anterior si ella prefer¨ªa no volver a verle. Y as¨ª lo aclar¨® en un email que corri¨® como la p¨®lvora de buz¨®n en buz¨®n en el campus. ¡°Hola. Este es un correo electr¨®nico masivo para todas las que se llamen Nicole. Si eres de Holanda y piensas que Nietzsche es deprimente, puedes enviarme un mensaje de texto (Zetina incluy¨® su n¨²mero telef¨®nico). Si no encajas con esta descripci¨®n, entonces ignora el mensaje y, si eres la persona que busco y no quieres hablar conmigo, tampoco hay problema¡±.

Pero el mensaje de Zetina conten¨ªa una sorpresa m¨¢s. El estudiante olvid¨® a?adir las direcciones en el campo CCO (copia oculta), por lo que todas las Nicole contactadas pudieron ver la larga ristra de destinatarias. Las j¨®venes comenzaron a comunicarse entre ellas, a comentar el asunto, crearon un grupo de Facebook y se reunieron esa misma noche en un bar para conocerse y trazar maquinar una estrategia.

¡°?Qui¨¦n env¨ªa un correo electr¨®nico a tanta gente? De haber sido yo, estar¨ªa un poco horrorizada por c¨®mo se desarroll¨® todo esto. Pero me pareci¨® una gran manera de conocer a nuevas personas y de ayudar a encontrar a la verdadera Nicole¡±, coment¨® Nicole DuGraye, a The Canadian Press.?

La verdadera Nicole, la holandesa, finalmente, se comunic¨® con el grupo en Facebook. Dijo que no hab¨ªa recibido el correo electr¨®nico de Zetina, porque se encuentra de intercambio en Canad¨¢ y no tiene una cuenta en el servidor de la universidad. Se enter¨® de su b¨²squeda por una amiga, que la alert¨® del revuelo que se hab¨ªa formado en las redes sociales. La estudiante asegura que quer¨ªa de verdad darle su n¨²mero a Zetina aquella noche, pero que seguramente ¨¦l lo escribi¨® mal. De momento hay una cita concertada entre ambos estudiantes, pero seg¨²n la chica, solo con intenciones amistosas.

Y as¨ª naci¨® el club de las Nicole de la Universidad de Calgary. Un club muy selecto que tiene previsto reunirse una vez al mes. Nicole T. ha anunciado que se sumar¨¢ al grupo.