WhatsApp, el elemento distorsionador de la campa?a en Brasil
La aplicaci¨®n se ha convertido en un terreno f¨¦rtil para las noticias falsas. 120 millones de brasile?os la utilizan a diario, y el 66% de ellas consume y comparte informaci¨®n pol¨ªtica
Las de este domingo ser¨¢n las elecciones de WhatsApp. En un pa¨ªs con 147 millones de votantes, 120 millones de personas utilizan a diario la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa m¨®vil y el 90% lo hace m¨¢s de 30 veces al d¨ªa. El 66% de los electores brasile?os consume y comparte noticias y v¨ªdeos sobre pol¨ªtica a trav¨¦s de la red social m¨¢s popular del pa¨ªs, de acuerdo con datos del Instituto Datafolha. Eso convierte a la popular app en un lugar f¨¦rtil para, en el mejor de los casos, el debate pol¨ªtico y el flujo de informaci¨®n y, en el peor, las campa?as de desinformaci¨®n.
El ¨¦xito de WhatsApp en Brasil es tal que, como en otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, las compa?¨ªas de telefon¨ªa han empezado a ofrecer planes de datos m¨®viles espec¨ªficos para ella: a partir de poco m¨¢s de dos d¨®lares, los usuarios pueden contratar 50 megas al d¨ªa con conexi¨®n gratuita e ilimitada a la aplicaci¨®n propiedad de Facebook. Aunque el sueldo medio no llega a 550 d¨®lares, las ofertas resultan m¨¢s que tentadoras.
Las propias caracter¨ªsticas de la plataforma de mensajer¨ªa le otorgan un papel central en la disputa pol¨ªtica brasile?a: es cerrada, los mensajes son encriptados -y, muchas veces, de dif¨ªcil verificaci¨®n- y, a diferencia de su hermana mayor, Facebook, todav¨ªa no pesa sobre ella la sospecha de la diseminaci¨®n de fake news. ¡°En Brasil, el 90% de los usuarios es parte de uno o m¨¢s grupos en WhatsApp, lo que facilita a¨²n m¨¢s la difusi¨®n de la propaganda electoral¡±, apunta Mauricio Moura, jefe de la consultora Idea Big Data y experto en campa?as electorales. Es el mismo ejecutivo que predijo, en una entrevista concedida a EL PA?S en febrero, que ser¨ªa la red m¨¢s importante en los comicios brasile?os. ¡°Tras las elecciones en Colombia y M¨¦xico, d¨®nde se vio el fen¨®meno pol¨ªtico de esa plataforma, la teor¨ªa se confirm¨®. Es un reflejo del ¨¦xito de las estrategias seguidas por la industria de telefon¨ªa en la regi¨®n¡±, agrega.
La campa?a electoral a trav¨¦s de WhatsApp suplant¨® incluso al m¨ªtico poder de los anuncios pol¨ªticos en televisi¨®n: las audiencias han sido uno de los factores que explican que el l¨ªder en las encuestas -con el 35% de intenci¨®n de voto-, el ultraconservador Jair Bolsonaro (PSL), sea tambi¨¦n el candidato con menos tiempo de exposici¨®n en la peque?a pantalla. Poco parece importarle: entre quienes se inclinan por el exmilitar, la utilizaci¨®n de la aplicaci¨®n es mayor que entre el resto de votantes: el 81% de sus incondicionales usan la aplicaci¨®n, seg¨²n el Instituto Datafolha, frente al 59% de los electores de Fernando Haddad (PT, centroizquierda), segundo en intenci¨®n de voto (22%). Bolsonaro, que cuenta con el apoyo de muchos ciudadanos de clase media y alta ¡ªentre los que, l¨®gicamente, el acceso a tel¨¦fonos conectados es mayor¡ª, ha movido su propaganda en las redes sociales desde el principio de la contienda electoral. El comit¨¦ de campa?a de su principal rival, Haddad, tard¨® en percibir el poder de la plataforma y s¨®lo anunci¨® un canal para denunciar noticias falsas esta semana, cuatro d¨ªas antes de la primera vuelta.?
El auge de las?'fake news'
¡°El candidato monopoliza los debates en la mayor parte de los 272 grupos abiertos que analizamos. ?l es el protagonista de la mayor parte de las noticias, v¨ªdeos y memes que circulan en la red¡±, dice Fabr¨ªcio Benevenuto, profesor del departamento de Ciencia de la Computaci¨®n de la UFMG y creador del proyecto Ele??es Sem Fake (Elecciones Sin Fake), vinculado a la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).
En la v¨ªspera de la elecci¨®n, la contraofensiva en redes sociales se ha intensificado. Diogo Nascimento da Silva, de 31 a?os y residente en Recife (nordeste), afirma haber percibido en las ¨²ltimas semanas un aumento en el volumen de mensajes sobre el ultraderechista en sus grupos de WhatsApp. "Ahora ya empezaron a mandar algo sobre Haddad. Pero, cuando lo hacen, los seguidores de Bolsonaro env¨ªan mensajes por encima hasta que los electores del PT desisten¡±, cuenta. A pesar de los est¨ªmulos, nada interfiere en su voto: en la primera vuelta tiene claro que apoyar¨¢ a Cabo Daciolo (Patriota), que las encuestas sit¨²an rezagado con solo el 2% de intenci¨®n de voto.
En ese universo de intercambio de informaci¨®n, en el que el control sobre lo que es falso o verdadero y sobre el origen de lo que se comparte es pr¨¢cticamente inexistente, aparece contenido de todo tipo, que confunde a muchos electores: ?qu¨¦ es cierto? ?qu¨¦ es mentira? Con el pa¨ªs partido en dos y en medio de una de las campa?as m¨¢s polarizadas de la historia reciente, las noticias falsas se esparcen en WhatsApp como fuego en paja seca. Una de las mentiras que m¨¢s ha calado en las ¨²ltimas semanas surgi¨® precisamente en un grupo de apoyo a Bolsonaro: la afirmaci¨®n de que las urnas electr¨®nicas habr¨ªan sido manipuladas de antemano, pese a que en los 22 a?os de uso de este sistema nunca ha ocurrido, seg¨²n el Tribunal Superior Electoral (TSE). Lo mismo ocurri¨® con la noticia falsa de que Manuela D¡¯?vila (PCdoB), candidata a vicepresidenta con Haddad, habr¨ªa recibido una llamada de Ad¨¦lio Bispo de Oliveira, el hombre que acuchill¨® a Bolsonaro, el mismo d¨ªa del ataque.
El 2014, Whatsapp ya fue utilizado para intentar interferir en un resultado electoral en Brasil. El 26 de octubre de aquel a?o, el d¨ªa de la votaci¨®n de la segunda vuelta, cuando Dilma Rousseff (PT) intentaba la reelecci¨®n en disputa directa contra A¨¦cio Neves (PSDB), miles de ciudadanos se despertaron con la siguiente noticia en sus m¨®viles: Alberto Youssef, un empresario que se hab¨ªa convertido en colaborador de la Operaci¨®n Lava Jatoy que hab¨ªa dicho d¨ªas antes que Rousseff conoc¨ªa el sistema de corrupci¨®n en Petrobras, hab¨ªa sido "envenenado" en la c¨¢rcel. Era una noticia falsa, un rumor que se extendi¨® entre los votantes hasta el punto de que las autoridades del Gobierno tuvieron que desmentir la historia p¨²blicamente.
Para estas elecciones, el TSE reglament¨® la propaganda pol¨ªtica en Facebook, obligando la plataforma a indicar a los usuarios los contenidos de partidos y candidatos que eran promocionados. ¡°Eso sirvi¨® para blindar, de cierto modo, la campa?a en Facebook contra las fake news¡±, dice Benevenuto. El m¨¢ximo ¨®rgano electoral no incluy¨®, sin embargo, a Whatsapp en la reglamentaci¨®n. El experto considera importante crear alguna medida para controlar la red, pero explica que eso ser¨ªa ¡°t¨¦cnicamente complicado¡±. ¡°Se trata de un fen¨®meno novedoso, es normal que no sepan muy bien c¨®mo analizarlo. Como los mensajes est¨¢n encriptados, ni el propio equipo de la plataforma la entiende muy bien. No saben ni siquiera cu¨¢n sesgados son los datos¡±, cierra.
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