La no-crisis de los misiles de 2018
Militares rusos vuelven al Caribe, por cuatro d¨ªas
Fue del 16 al 29 de octubre de 1962. La inteligencia de Estados Unidos proporcion¨® evidencia fotogr¨¢fica de misiles nucleares sovi¨¦ticos en Cuba. Una crisis con todos los ingredientes de un verdadero thriller cinematogr¨¢fico, fue lo m¨¢s cercano que el mundo estuvo jam¨¢s a un apocalipsis nuclear. Miles de p¨¢ginas se escribieron sobre la Crisis de los Misiles y se siguen escribiendo, y m¨¢s de una docena de pel¨ªculas y documentales se filmaron.
Despu¨¦s de Bah¨ªa de Cochinos en abril de 1961, los misiles llegaron para proteger a Cuba de otra invasi¨®n, aunque tambi¨¦n como parte de una ecuaci¨®n m¨¢s compleja. La creciente tensi¨®n en Berl¨ªn¡ªel muro fue erigido en agosto de 1961¡ªy el despliegue de misiles americanos en Turqu¨ªa¡ªa tiro de pedrada de la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡ªfueron el contexto. Iniciada en 1949, la Guerra Fr¨ªa nunca hab¨ªa estado tan caliente.
Ni volver¨ªa a estarlo. Krushchev sac¨® un conejo de la galera. Retir¨® los misiles y a cambio de ello obtuvo el compromiso p¨²blico de Kennedy de no volver a invadir Cuba. Mejor a¨²n, consigui¨® que Estados Unidos removiera los misiles de Turqu¨ªa, lo cual ocurri¨® en secreto. La hecatombe fue evitada.
Todos los protagonistas de aquella historia han muerto excepto Ra¨²l Castro, quien ya entonces era parte de la elite gobernante. Tal vez se haya sentido repentinamente nost¨¢lgico de aquella crisis con may¨²sculas. No como las de ahora, habr¨¢ pensado ese hijo dilecto de la Guerra Fr¨ªa. Quiz¨¢s se puso a mirar alguna de esas pel¨ªculas en Netflix y se inspir¨®, con lo cual seguramente haya sugerido a Maduro una puesta en escena similar, adem¨¢s convenciendo a Putin de ser parte del elenco.
Aparentemente con ¨¦xito, ya que eso fue lo que sucedi¨®. Salvo por el hecho que fue una remake mediocre, sin producci¨®n ni actuaciones convincentes. Es que no fueron siquiera trece d¨ªas, tan solo cuatro. El lunes aterrizaron en Caracas dos bombarderos Tu-160, aeronaves con autonom¨ªa de vuelo superior a 12,000 kil¨®metros y capacidad de cargar misiles nucleares. Viajaron sin escala desde Rusia, siendo seguidos durante una buena parte del viaje por cazas noruegos.
Una nota a pie de p¨¢gina es que la agresividad rusa en el B¨¢ltico es seria, tanto que en Suecia reintrodujeron el servicio militar y reactivaron bases navales previamente jubiladas. En el Caribe, sin embargo, dicha agresividad parece enfocarse m¨¢s en el saqueo ¡ªapropiarse de activos controlados por la organizaci¨®n criminal que gobierna Venezuela¡ª que en producir una guerra con Estados Unidos. Al menos no por defender a un paria como Maduro, por cierto.
Y as¨ª lo ley¨® el Secretario de Estado Pompeo, quien ni siquiera dignific¨® la operaci¨®n como una amenaza cre¨ªble no obstante las ostentosas declaraciones de los jerarcas chavistas repletas de t¨¦rminos extra¨ªdos del viejo manual del castrismo. De hecho, el tweet de Pompeo se concentr¨® en remarcar que tan solo se trataba de "dos gobiernos corruptos que despilfarran recursos p¨²blicos y aniquilan la libertad mientras sus pueblos sufren".
Pompeo tiene que haber tranquilizado a quienes se asustaron, entre los que me incluyo, confirmado por el hecho que el viernes los aviones ya hab¨ªan partido de regreso a Rusia. Por lo tanto no fue una pel¨ªcula de la crisis de 1962.
Ni mucho menos. Venezuela pertenece a otro genero cinematogr¨¢fico, el de esas pel¨ªculas de ladrones de bancos en las que el robo sale mal y se quedan adentro con rehenes. La polic¨ªa los rodea, los a¨ªsla, les corta la luz y el tel¨¦fono, y los vecinos se acercan a la escena indignados, sobre todo cuando se les escapa una bala y matan a alguno de los rehenes. La tensi¨®n provoca fisuras dentro de la banda, con divisiones y traiciones varias. El final se sabe de antemano pero igual uno se come las u?as.
Como en Tarde de Perros, un cl¨¢sico con Al Pacino. Dos amateurs roban un banco y encuentran solo mil d¨®lares en la caja fuerte, el transporte de caudales ya hab¨ªa pasado. La desesperaci¨®n se apodera de los buenos y de los malos por igual. Un reh¨¦n sufren un ataque de asma, otro un shock diab¨¦tico. Cada tanto los malhechores gritan consignas anti-b¨¦licas, era la ¨¦poca de Vietnam, pero solo quieren el dinero que ya no est¨¢. Todo termina con uno de ellos muerto y el otro arrestado. Intentaban fugarse en un avi¨®n.
Esa es mejor met¨¢fora del chavismo que la crisis de los misiles, con el colapso sanitario incluido. Los que aparentan ayudar ingresan al banco para llevarse algo, pero a esta altura tambi¨¦n saben que solo quedan mil d¨®lares. Es un show, los ladrones no tienen amigos. Son parias, tal cual el r¨¦gimen de Maduro que convirti¨® a todo un pa¨ªs en su aguantadero.
Sabemos que la historia no terminar¨¢ bien, pero el desenlace se prolonga. La espera se mide en hambre y enfermedad, en vidas terminadas antes de tiempo.
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