Duterte alardea de que intent¨® violar a una criada cuando era adolescente
Organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres acusan al presidente de Filipinas de hacer apolog¨ªa de las agresiones sexuales
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha contado en p¨²blico que, cuando era un adolescente, intent¨® violar a una empleada del hogar mientras dorm¨ªa. Fue el pasado s¨¢bado durante un discurso p¨²blico en la ciudad de Kidapawan, capital de la provincia de Cotabato, en el que relat¨®?que entr¨® en la habitaci¨®n de la criada para intentar aprovecharse de ella: "Levant¨¦ la manta [...] Intent¨¦ tocar lo que estaba en la ropa interior. Estaba tocando cuando se despert¨® y me fui".
En la misma intervenci¨®n, Duterte dijo que despu¨¦s se fue al ba?o y que?volvi¨® hasta dos veces m¨¢s a la habitaci¨®n de la mujer para intentar agredirla sexualmente de nuevo.?Duterte tambi¨¦n record¨®?que se confes¨® de los tocamientos con un sacerdote del instituto cat¨®lico al que asist¨ªa y denunci¨® que ese mismo sacerdote le toc¨® de forma maliciosa. El presidente, que calific¨® a la Iglesia como "la instituci¨®n m¨¢s hip¨®crita" en un pa¨ªs de mayor¨ªa cat¨®lica, afirm¨® que sus compa?eros de clase y ¨¦l fueron v¨ªctimas de agresiones sexuales.
Estas revelaciones del presidente, que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha pronunciado comentarios considerados despectivos y degradantes hacia las mujeres, han provocado indignaci¨®n entre las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres que lo han acusado de hacer apolog¨ªa de las agresiones sexuales.?Duterte, de 73 a?os, ha hecho chistes sobre violaciones y ha alardeado p¨²blicamente de sus infidelidades. En junio,?durante un acto en Corea del Sur con trabajadores expatriados, subi¨® a una mujer al escenario y la oblig¨® a besarle en los labios.?
El partido Gabriela, que defiende los derechos de las mujeres, ha pedido la dimisi¨®n del presidente, denunci¨® sus "repulsivas" palabras y le acus¨® de haber reconocido un intento de violaci¨®n. Su secretaria general, Joms Salvador, ha denunciado este "delito" revelado en una de las "incontables declaraciones alardeando de delitos contra las mujeres y el pueblo", en referencia a situaciones como cuando?en 2016 brome¨® sobre el asesinato y la violaci¨®n de una misionera australiana en 1989, durante la ¨¦poca en que era alcalde de Davao: "Era muy guapa, el alcalde deber¨ªa haber ido antes, qu¨¦ desperdicio". El mandatario tambi¨¦n inst¨® este a?o a los militares filipinos a disparar en la vagina a las rebeldes comunistas.
"Una penetraci¨®n con el pene no es la ¨²nica constitutiva de violaci¨®n. Si es con un dedo o un objeto, igualmente es una violaci¨®n", ha recordado Salvador, que ha advertido de que este tipo de declaraciones son "muy da?inas", no solo para las mujeres, sino tambi¨¦n para los hombres, ya que cambian el modo en el que perciben a las mujeres.
Igualmente suponen un rev¨¦s para las victorias logradas en lo que respecta a la legislaci¨®n recientemente aprobada contra la violaci¨®n y la prostituci¨®n, ha argumentado la cofundadora de la Coalici¨®n Contra el Tr¨¢fico de Mujeres-Asia Pac¨ªfico, Jean Enr¨ªquez.
Estas palabras ponen en peligro a las trabajadoras dom¨¦sticas de Filipinas y otros pa¨ªses por su "falta de respeto a las mujeres". "Parece que no quer¨ªa dejarlo solo para el confesionario", ha apostillado. "Espero que el pueblo filipino sea m¨¢s cr¨ªtico y que siga educando a sus hijos para que no imiten a l¨ªderes como este", ha sentenciado Enr¨ªquez.?
Ante la lluvia de cr¨ªticas, el portavoz de Duterte afirm¨® este domingo que el presidente hab¨ªa "inventado" y "exagerado" la historia. "Invent¨® una an¨¦cdota para llamar la atenci¨®n sobre las agresiones sexuales que ¨¦l y sus camaradas sufrieron en el instituto", declar¨® Salvador Panelo.
Tambi¨¦n se le ha censurado por su nuevo ataque contra la Iglesia cat¨®lica, esta vez por las acusaciones de agresiones sexuales sobre los ni?os. Duterte est¨¢ en conflicto abierto con la jerarqu¨ªa cat¨®lica de su pa¨ªs, que fue muy cr¨ªtica con su sangrienta campa?a contra el tr¨¢fico de droga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.