El Movimiento 5 Estrellas ofrece apoyo a los ¡®chalecos amarillos¡¯
Luigi Di Maio, l¨ªder de la formaci¨®n y vicepresidente de Italia, pide al movimiento franc¨¦s que no se rinda y les ofrece ayuda en infraestructura inform¨¢tica para organizarse como partido
La transversalidad social y la capacidad de movilizaci¨®n de los chalecos amarillos en Francia eran demasiado apetecibles electoralmente como para no intentarlo. El Movimiento 5 Estrellas (M5S), una de las dos formaciones que gobierna Italia, ha sido el ¨²ltimo partido que ha buscado canalizar esa agua de indignaci¨®n hacia su molino pol¨ªtico.?Luigi Di Maio, l¨ªder de la formaci¨®n grillina y vicepresidente italiano, ha desplegado todos sus encantos pol¨ªticos en su blog para seducir al movimiento franc¨¦s, desvinculado hasta la fecha de ninguna sigla pol¨ªtica. ¡°Es el mismo esp¨ªritu que anim¨® a miles de italianos en 2009. Nos os rind¨¢is, el M5S os apoya¡±, ha se?alado sin escatimar en elogios.
El cortejo, que ya empez¨® hace algunas semanas de la mano del fundador del M5S, Beppe Grillo, va m¨¢s all¨¢ de las palabras y Di Maio ofrece tambi¨¦n a los chalecos amarillos la infraestructura necesaria para organizarse como partido. ¡°Podemos poner a vuestra disposici¨®n algunas funciones de nuestro sistema operativo para la democracia directa como Rousseau [el opaco sistema inform¨¢tico que rige los supuestos designios ciudadanos] y la capacidad de organizar eventos sobre el territorio, tambi¨¦n el sistema de voto para definir el programa electoral o elegir a los candidatos a presentar a cada elecci¨®n. Es un sistema pensado para un movimiento horizontal y espont¨¢neo, como el vuestro. Estaremos felices si lo quer¨¦is utilizar¡±.
"Francia se guarda de dar lecciones a Italia", ha reaccionado la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, en la red social Twitter. "Que los se?ores Salvini y Di Maio aprendan a barrer en su propia puerta", informa Marc Bassets. ¡°La frase 'No os rind¨¢is', despu¨¦s de la violencia grave en la calle contra cargos electos y de la violencia contra las instituciones y contra la Rep¨²blica, es muy inadecuada¡±, coment¨® a este diario el diputado Pieyre Alexandre Anglade, de La Rep¨²blica en marcha.
El M5S se constituy¨® en 2009 en un partido pol¨ªtico y, hasta entonces, su base social manten¨ªa similitudes con la ola de malestar de la que han surgido los chalecos amarillos (incluso comparten el color de su bandera). Sin embargo, a medida que ese cabreo fue absorbido por el c¨®mico Beppe Grillo y el empresario de marketing digital Gianroberto Casaleggio, el movimiento fue perdiendo espontaneidad y transparencia. Adem¨¢s, algunas de las propuestas estrella quiz¨¢ no terminar¨ªan de cuadrar. De hecho, hoy el M5S defiende una ecotasa similar a la que le cost¨® al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, las primeras revueltas en Francia.
La especial idiosincrasia que marc¨® el nacimiento del M5S, surgido de la protesta ciudadana y posteriormente canalizado por una empresa de marketing digital (Casaleggio Associati), ha sido un arma de doble filo en los ¨²ltimos tiempos para la formaci¨®n antisistema. De un lado ha permitido a los grillinos desmarcarse de todos sus rivales y aspirar a un espacio electoral transversal fuera del eje ideol¨®gico tradicional: "ni de izquierdas, ni de derechas", repite el mantra. Sin embargo, esa misma indefinici¨®n tambi¨¦n les ha aislado en el mapa de alianzas europeo, donde La Liga, su socio de Gobierno, se est¨¢ moviendo r¨¢pidamente para formar un potente grupo parlamentario.
El M5S, de hecho, lleva meses buscando socios en Europa para hacer lo mismo y tener presencia en las elecciones europeas de mayo. La empresa es crucial para mantener un peso espec¨ªfico en Italia y no terminar engullida por La Liga, tal y como explic¨® el propio Di Maio en una entrevista con este peri¨®dico. Necesita siete partidos de siete pa¨ªses distintos. Pero, de momento, no est¨¢ teniendo demasiado ¨¦xito. Los Verdes, con quienes quiso tejer una alianza en un primer momento, ya han rechazado formar parte de ning¨²n grupo que mantenga v¨ªnculos con la extrema derecha.
Matteo Salvini, poco despu¨¦s, tambi¨¦n ha querido apuntarse a la ola de entusiasmo hacia los chalecos amarillos. Sin embargo, el ministro del Interior italiano ha matizado que debe terminar con la violencia. ¡°Apoyo a los ciudadanos de bien que protestan contra un presidente que gobierna contra su pueblo, pero condeno firmemente cualquier episodio de violencia¡±, ha se?alado. Su socia en Europa, Marine Le Pen, ya intent¨® anteriormente acercarse al movimiento de los chalecos amarillos sin ning¨²n ¨¦xito.
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