La muerte del fiscal Alberto Nisman, cuatro a?os de agujero negro en Argentina
La Justicia considera probado que fue un asesinato, pero no hay sospechosos ni culpables
Pasa el tiempo, cuatro a?os ya, y la muerte del fiscal Alberto Nisman sigue incrustada como un enigm¨¢tico agujero negro en la historia reciente de Argentina. A principios de 2015, el fiscal se aprestaba a denunciar a la presidenta Cristina Kirchner y al canciller H¨¦ctor Timerman por encubrimiento de los autores, presuntamente agentes iran¨ªes, del atentado contra la Asociaci¨®n Mutual Israelita de Argentina (AMIA), que el 18 de julio de 1994 hab¨ªa causado la muerte a 85 personas. Nisman apareci¨® muerto de madrugada, el 18 de enero, en el ba?o de su apartamento. Ten¨ªa un balazo en la cabeza. ?Un suicidio? La C¨¢mara Federal de Buenos Aires considera probado que fue un asesinato. Pero no hay sospechosos ni culpables. La investigaci¨®n no avanza. Como el propio atentado de 1994, aquel asesinato (o suicidio) sigue envuelto en oscuridad.
El gobierno de Israel acaba de proclamar que Alberto Nisman fue un h¨¦roe, un hombre que trat¨® de hacer justicia y fue asesinado, probablemente, por los servicios secretos paralelos del kirchnerismo. Muchos lo creen. Otros muchos le consideran un villano, un evasor fiscal (ten¨ªa una cuenta oculta en Nueva York) que tras una dura discusi¨®n telef¨®nica con su ex esposa empu?¨® una pistola y acab¨® con su vida. Hay argumentos de un lado y de otro.
Nisman viaj¨® a Londres con su hija Iara, de 15 a?os, el primer d¨ªa de 2015. Su ex esposa, la juez federal Sandra Arroyo Delgado, y la otra hija, Kala, de 8 a?os, deb¨ªan encontrarse con ellos en Par¨ªs el 23 de enero. Ese viaje era el regalo de cumplea?os para Iara. Pero una vez en Europa, Nisman supo que el gobierno hab¨ªa apartado a dos fiscales federales inc¨®modos para Cristina Kirchner y no tuvo dudas de que ¨¦l ser¨ªa el siguiente. Pese a la reacci¨®n furiosa de su ex mujer, el fiscal decidi¨® cancelar el resto del viaje y volvi¨® a Buenos Aires desde Madrid. El d¨ªa 14 de enero, antes de que pudieran retirarle el caso, present¨® ante los tribunales una denuncia de 289 p¨¢ginas contra la presidenta y varios de sus ministros. Faltaban las pruebas, que iban a adjuntarse, en 19 DVD, el lunes 19 de enero. Consist¨ªan, b¨¢sicamente, en escuchas telef¨®nicas. Ese mismo d¨ªa, Nisman deb¨ªa comparecer ante el Congreso (algo ins¨®lito para un fiscal) y explicar sus investigaciones.
El viernes, 16 de enero, Nisman fue entrevistado por la Agencia Jud¨ªa de Noticias: "Ojal¨¢ todos los ciudadanos, los 40 millones, puedan escuchar y ver la prueba que tengo entre mis manos", dijo. El s¨¢bado 17, a las 8 de la tarde, el inform¨¢tico Diego Lagomarsino, entonces colaborador de Nisman y supuesto c¨®mplice en una evasi¨®n de impuestos, hoy procesado como part¨ªcipe necesario en el asesinato, llev¨® a su jefe una vieja pistola que hab¨ªa heredado. Nisman quer¨ªa un arma para protegerse. Cuando Lagomarsino abandon¨® el apartamento de Nisman en Puerto Madero, poco despu¨¦s de las 8, se fueron tambi¨¦n los dos guardaespaldas que velaban por el investigador. Nisman muri¨® unas seis horas despu¨¦s, sobre las 2 de la madrugada del domingo 18. Justo un d¨ªa antes de presentar las pruebas.
Sus antiguos colaboradores afirman que Alberto Nisman estaba de buen ¨¢nimo y que el suicidio resulta impensable. En un libro muy discutido de reciente aparici¨®n, el periodista Pablo Duggan afirma que Nisman estaba en realidad hundido porque hab¨ªa recibido un whatsapp de su ex exposa (luego borrado) en el que ¨¦sta le amenazaba con no dejarle ver m¨¢s a sus hijas. Duggan asegura que la aut¨¦ntica conspiraci¨®n consisti¨® en hacer pasar por asesinato lo que fue un suicidio, para perjudicar a Cristina Kirchner. La ex presidenta, a su vez, dice "no tener pruebas pero tampoco dudas" de que fue un asesinato.
La primera fiscal que investig¨® el caso, Viviana Fein, tuvo una actuaci¨®n catastr¨®fica. Unas sesenta personas pasearon durante horas por la escena del crimen. Cualquier posible indicio fue destruido. Los escoltas limpiaron el arma con papel higi¨¦nico. Desaparecieron varios pendrives con documentaci¨®n sobre el atentado contra la AMIA y sobre la supuesta conspiraci¨®n de Kirchner con el gobierno iran¨ª para, bajo el paraguas de un memor¨¢ndum de entendimiento, encubrir a los autores. De las pruebas supuestamente abrumadoras que Nisman deb¨ªa aportar a los tribunales nunca m¨¢s se supo, pese a que las conoc¨ªan varios de sus colaboradores. Las escuchas en que se basaba la acusaci¨®n se han difundido y no aclaran gran cosa. La denuncia que present¨® Nisman el 14 de enero de 2018 fue finalmente desestimada.
El pasado 30 de diciembre muri¨® de c¨¢ncer el ex canciller H¨¦ctor Timerman, uno de los acusados por Nisman. La ex mujer de Nisman, la juez Arroyo, renunci¨® tambi¨¦n en diciembre a ser parte querellante en la causa por la muerte del fiscal, cansada de las amenazas contra ella y sus hijas. La madre de Nisman sigue asegurando que su hijo fue asesinado.
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