Cesare Battisti admite por primera vez los asesinatos por los que fue condenado
El italiano, extraditado desde Brasil tras 37 a?os como fugitivo, confiesa sus delitos ante la justicia
El exterrorista de extrema izquierda italiano Cesare Battisti, que fue extraditado desde Brasil el pasado enero tras 37 a?os como fugitivo, ha confesado por primera vez ante la justicia que es responsable de los cuatro asesinatos, cometidos en los a?os setenta, por los que en 1993 fue condenado en ausencia a cadena perpetua. Hasta este fin de semana siempre hab¨ªa declarado que no hab¨ªa matado a nadie y hab¨ªa reconocido solamente su participaci¨®n en la lucha armada y en algunos robos. Ahora, interrogado por el fiscal antiterrorista Alberto Nobili, ha admitido que particip¨® en dos homicidios como ejecutor y en otros dos como c¨®mplice, adem¨¢s de haber herido de gravedad a tres personas.
El fiscal jefe de Mil¨¢n, Francesco Greco, inform¨® en una rueda de prensa de las escuetas confesiones del exintegrante del grupo terrorista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un ala de las Brigadas Rojas: ¡°Me doy cuenta del mal que he hecho y pido perd¨®n a los familiares de las v¨ªctimas¡±, ha asegurado Battisti. Greco ha se?alado que ¡°con esta admisi¨®n aclara tantas pol¨¦micas, rinde honor a las fuerzas del orden y a la magistratura de Mil¨¢n y reconoce que actu¨® de manera brutal¡±. Nobili ha precisado que a pesar de la confesi¨®n, Battisti se ha negado a colaborar con la justicia y a dar los nombres de otras personas que participaron en los delitos, por lo que t¨¦cnicamente ¡°no se le puede considerar un arrepentido¡±.
Para los familiares de las v¨ªctimas, como Maurizio Campagna, hermano de Andrea Campagna, ch¨®fer de la polic¨ªa asesinado en 1979 con 24 a?os y Adriano Sabbadin, hijo de Lino Sabbadin, carnicero de extrema derecha asesinado en su negocio el mismo a?o, la confesi¨®n de Battisti se trata tan solo de una estratagema para obtener beneficios penitenciarios y un descuento de la condena.
Battisti nunca vivi¨® escondido. Se cobij¨® en Francia en 1990, donde vivi¨® 10 a?os como refugiado pol¨ªtico gracias a la ley de Fran?ois Mitterrand que amparaba a exterroristas de izquierda que hubieran renunciado a las armas. De ah¨ª huy¨® a Brasil en 2004, donde fue detenido por primera vez en 2007. En ese momento, el presidente Lula da Silva le otorg¨® el estatuto de refugiado pol¨ªtico y en 2010, el ¨²ltimo d¨ªa de su segundo mandato, neg¨® su extradici¨®n a Italia. Durante el Gobierno de Michel Temer cambi¨® su suerte y su situaci¨®n comenz¨® a complicarse. El exmandatario brasile?o reactiv¨® su persecuci¨®n y el pasado diciembre firm¨® un decreto para su arresto y extradici¨®n, a petici¨®n de la fiscal general. Entonces Battisti huy¨® a Bolivia, donde fue detenido, y solicit¨® asilo a trav¨¦s de una carta en la que se declaraba inocente de los homicidios por los que fue condenado.
Su entrega a Italia fue el culmen de un largo y complejo trabajo de la justicia y la diplomacia, pero durante la ¨²ltima campa?a electoral, el ahora presidente brasile?o Jair Bolsonaro comenz¨® a utilizar la extradici¨®n como un gui?o diplom¨¢tico a su aliado ideol¨®gico y vicepresidente italiano Matteo Salvini, que hab¨ªa pedido p¨²blicamente la entrega del exterrorista a Italia. El caso ha servido al brasile?o para estrechar lazos con Italia y en particular para afianzar su sinton¨ªa con el l¨ªder de la Liga. Cuando Battisti volvi¨® a pisar suelo italiano casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de ser condenado, ambos intercambiaron felicitaciones y cumplidos en Twitter.
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