As¨ª perdi¨® Ecuador la paciencia con Assange
El Gobierno acusa al fundador de Wikileaks de incumplir los protocolos e inmiscuirse en pol¨ªtica exterior. "Cruzaron una l¨ªnea muy grave", sostiene la ministra del Interior
El relato de la expulsi¨®n de Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres es la historia de una quiebra de confianza que empez¨® a gestarse hace un a?o y medio, y el reflejo de un profundo giro pol¨ªtico del pa¨ªs andino. El fundador de Wikileaks logr¨® asilo en 2012, dos meses despu¨¦s de refugiarse en la sede diplom¨¢tica. Se lo concedi¨® el Gobierno de Rafael Correa, quien entonces ten¨ªa de n¨²mero dos al actual presidente, Len¨ªn Moreno, y hoy se ha convertido en su principal rival. La decisi¨®n sobre Assange llega despu¨¦s de meses de tensiones, incumplimientos del protocolo pactado con las autoridades y la sospecha de que sus actividades supon¨ªan un riesgo para la seguridad del Estado.
¡°Cruzaron una l¨ªnea muy grave hace unos pocos d¨ªas¡±, asegur¨® la ministra del Interior, Mar¨ªa Paula Romo, en una conversaci¨®n con EL PA?S realizada por videoconferencia horas antes de la detenci¨®n. La lista de acusaciones es larga, empezando por la intromisi¨®n en asuntos de pol¨ªtica internacional a trav¨¦s de las filtraciones de su organizaci¨®n. Este jueves a?adi¨® que ¡°el retiro de asilo es una potestad soberana de Ecuador y tambi¨¦n es la consecuencia del incumplimiento reiterado de las normas de asilo y de m¨ªnima convivencia". La Asamblea Nacional apoy¨® la decisi¨®n tras escuchar la relaci¨®n del canciller "sobre todas las faltas cometidas por Assange en estos siete a?os". La ministra sostiene, adem¨¢s, que el Ejecutivo cuenta con ¡°informaci¨®n de que hackers vinculados a Wikileaks" viven en Ecuador y est¨¢n implicados en acciones que no solo afectan a la seguridad del pa¨ªs sino tambi¨¦n de otros Gobiernos.
En el trasfondo de este episodio se sit¨²an tambi¨¦n los ataques contra Moreno emprendidos por su antecesor, Correa, que tiene m¨¢s de 20 investigaciones judiciales abiertas, reside en Bruselas y rechaza volver para ser juzgado en su pa¨ªs por considerarse v¨ªctima de una persecuci¨®n. ¡°Wikileaks incluy¨® en sus publicaciones precisamente esos argumentos, esos alegatos de Correa, de un supuesto esc¨¢ndalo del presidente. Esos v¨ªnculos llevaban a una p¨¢gina donde se encuentran publicadas las fotos personales de la vida cotidiana del presidente y su familia. No son una prueba de nada, no son documentos oficiales¡±, mantuvo Romo antes de la expulsi¨®n.
¡°En este momento el Gobierno ecuatoriano y el presidente son sujetos de una gran campa?a, una campa?a de ataque reputacional que tambi¨¦n est¨¢ orquestada desde Wikileaks¡±, insiste la ministra en referencia a un caso, conocido como Ina Papers, que vincula a Moreno con una cuenta en Panam¨¢ y la compra de bienes en el extranjero, y que el Ejecutivo considera una ¡°infamia¡±. En su opini¨®n, ¡°lo que est¨¢ en juego es mucho m¨¢s que una disputa entre un exgobernante y el actual gobernante, sino lo que implica la presencia de un dem¨®crata como Moreno en la regi¨®n y el giro en t¨¦rminos de relaciones internacionales¡±.
El mandatario rompi¨® tras ganar las elecciones hace dos a?os con buena parte del proyecto pol¨ªtico de Correa. Recompuso las relaciones con Estados Unidos y con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ¡ªque acaba de conceder al pa¨ªs un pr¨¦stamo de 4.200 millones de d¨®lares¡ª y sobre todo se alej¨® del eje bolivariano encabezado por el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro. Por ejemplo, recibi¨® hace semanas a Juan Guaid¨® y lo reconoci¨® como presidente interino de Venezuela. Eso, seg¨²n la interpretaci¨®n del Gobierno, ha multiplicado a sus adversarios en otros frentes y ha convertido un pulso leg¨ªtimo entre dos dirigentes en una disputa geopol¨ªtica.
¡°La paciencia del Ecuador ha llegado a su l¨ªmite¡±, dej¨® claro el propio Moreno en una comparecencia, haciendo hincapi¨¦ en las actividades irregulares de Assange y defendiendo que la suspensi¨®n del asilo es una decisi¨®n soberana. ¡°La m¨¢s reciente alerta se dio en enero de 2019, cuando Wikileaks filtr¨® documentos del Vaticano. Miembros clave de esta organizaci¨®n visitaron al se?or Assange antes y despu¨¦s de dicha filtraci¨®n¡±. A eso se suman otros cargos: ¡°Instal¨® equipos electr¨®nicos de distorsi¨®n no permitidos, bloque¨® las c¨¢maras de seguridad de la misi¨®n. Ha agredido y maltratado a guardias de la sede diplom¨¢tica, ha accedido sin permiso a archivos de seguridad. Posee un tel¨¦fono m¨®vil con el que se comunica con el exterior. Por ¨²ltimo, Wikileaks amenaz¨® hace dos d¨ªas al Gobierno del Ecuador¡±.
El Gobierno de Moreno otorg¨® la nacionalidad a Assange en diciembre de 2017 para regularizar su situaci¨®n, pero le prohibi¨® en repetidas ocasiones inmiscuirse en temas de pol¨ªtica exterior. Este quebrant¨® la orden y hace un a?o se qued¨® incomunicado, aunque encontr¨® la manera de sortear los controles. Lleg¨® a demandar, en tres ocasiones, a Ecuador por supuestos incumplimientos de los protocolos de convivencia. Sin embargo, las autoridades competentes desestimaron esas denuncias. A pesar de esos enfrentamientos, el mandatario asegura que pidi¨® al Reino Unido su compromiso escrito de que no ser¨¢ extraditado a ¡°un pa¨ªs en el que pueda sufrir tortura o pena de muerte¡±.
Mientras tanto, Correa, que aspira a volver a Ecuador para ocupar de nuevo la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica, acus¨® una vez m¨¢s a Moreno de traicionar su legado, del que la protecci¨®n de Assange se hab¨ªa convertido en una suerte de s¨ªmbolo. Lo que sucedi¨® este jueves en Londres representa tambi¨¦n una ruptura de Ecuador con su pasado reciente.????
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