Peter Maurer: ¡°Somos esc¨¦pticos sobre el v¨ªnculo de la ayuda humanitaria con agendas pol¨ªticas¡±
El presidente del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja asegura que la organizaci¨®n est¨¢ a punto de abrir oficinas en los Estados venezolanos T¨¢chira y Bol¨ªvar
Peter Maurer, el diplom¨¢tico suizo que preside el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR) desde 2012, estuvo cinco d¨ªas en Venezuela y anunci¨® que su organizaci¨®n incrementar¨¢ el presupuesto de 9 a 24 millones de francos suizos (casi el mismo monto en d¨®lares) este a?o. Lleg¨® a Lima el pasado jueves para reunirse con el presidente Mart¨ªn Vizcarra, funcionarios estatales y representantes de la sociedad civil. En entrevista con EL PA?S, inform¨® que el organismo humanitario abrir¨¢ pronto dos nuevas sedes en los Estados venezolanos de T¨¢chira y Bol¨ªvar para afrontar lo que denomina una ¡°mezcla explosiva¡± de varios tipos de violencia, migraci¨®n, pol¨ªtica controversial y dificultades econ¨®micas.
Pregunta. ?Cu¨¢l fue la experiencia m¨¢s significativa en su visita a Venezuela?
Respuesta. Me impresion¨® un centro comunitario en San Antonio, donde hemos hecho esfuerzos para ofrecer servicios de salud y otros servicios b¨¢sicos. En este peque?o espacio, en un barrio, hab¨ªa personas de la oposici¨®n, del Gobierno, de la Cruz Roja y de la comunidad, todos trabajando duro para servir a las personas que llegaban buscando medicinas y consultas m¨¦dicas. Me impresion¨® porque en un contexto polarizado donde cada quien es visto en oposici¨®n al otro, not¨¦ un testimonio de convergencia que me da gran esperanza. Convers¨¦ con representantes del Ministerio de Salud, con el gobernador, los m¨¦dicos de diferentes hospitales que llegaron y fue un s¨ªmbolo emblem¨¢tico de que Venezuela puede mejorar.
P. Hay miles de migrantes venezolanos en situaci¨®n de carencia desde 2017. ?Por qu¨¦ tard¨® el CICR en incrementar la atenci¨®n en Venezuela?
R. La mala suerte de Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos cinco a?os es que la din¨¢mica de conflictos en otras partes del mundo era tan apabullante, que llegamos a nuestros l¨ªmites de capacidad de hacer. En seis a?os el CICR ha duplicado sus recursos, de uno a dos billones de francos suizos [casi la misma cantidad en d¨®lares], y de 10.000 a 20.000 personas en el equipo. Nuestras 20 operaciones m¨¢s grandes est¨¢n en ?frica y Medio Oriente y puntos como Bangladesh, Afganist¨¢n, Ucrania. Am¨¦rica Latina pasa a segundo t¨¦rmino porque es m¨¢s desarrollada y tiene sus propios recursos. Pero la situaci¨®n de violencia en contextos urbanos, la violencia en Centroam¨¦rica, los movimientos migratorios, la din¨¢mica de los conflictos en Colombia, y finalmente Venezuela que llegaba a un punto muy dif¨ªcil -uno de los pa¨ªses con m¨¢s poblaci¨®n y potencialmente m¨¢s rico- nos hizo reflexionar sobre c¨®mo trasladar algo de nuestra experiencia de los conflictos tradicionales a ese escenario, como ser ¨²tiles a los Gobiernos y a la sociedad de la Cruz Roja en Latinoam¨¦rica.
P. Han triplicado el presupuesto para Venezuela¡
R. Al planear el 2019, necesitamos por primera vez establecer prioridades de manera diferente. Las grandes batallas del Medio Oriente, Siria, Irak, iban a terminarse y necesitar¨ªamos un poco menos de dinero para ellas, mientras nos preocupaba la explosiva mezcla de violencia, migraci¨®n, desarrollo econ¨®mico complicado, pol¨ªtica controversial, el colapso del sistema social, y todo eso creaba fragilidades que causar¨ªan problemas humanitarios.
El CICR tiene un mandato para ayudar y proteger a las personas, pero una vez que est¨¢s en un contexto, uno trata de dar forma a sus demandas, pero el otro aspecto es nuestra habilidad y oportunidad de negociar el espacio humanitario. Por ejemplo, en territorio controlado por el estado isl¨¢mico o Boko Haram, las demandas humanitarias eran enormes, pero no ten¨ªamos acceso. A veces depende tambi¨¦n de la voluntad de los pa¨ªses de permitirnos trabajar. Hemos trabajado silenciosamente con el Gobierno de Venezuela, con total transparencia con todas las partes de la sociedad venezolana para crear un espacio humanitario. Tenemos un acuerdo para una oficina central, un memor¨¢ndum de entendimiento, en el ¨¢rea de salud, tenemos programas y acciones para 2019, en eso consiste el crear un espacio en el que podamos un consentimiento para trabajar.
P. ?Fue dif¨ªcil lograrlo?
R. Siempre es dif¨ªcil, Venezuela no es m¨¢s dif¨ªcil que muchas otras partes del mundo. Seamos francos, el bienestar de las personas es la responsabilidad de los Gobiernos y el Estado, y suele siempre haber con diferentes ¨¢ngulos. A veces un Gobierno es renuente a aceptar que la ayuda ser¨¢ buena, otros quieren el mejor resultado de la ayuda que reciban. No hay negociaci¨®n f¨¢cil, es una cuesti¨®n de dilemas entre necesidades, urgencias, y el ambiente pol¨ªtico que se va acomodando. Es una cuesti¨®n sensible, ese es el motivo por el que muchas de nuestras actividades intentan ser transparentes y otras dan espacio a interacciones confidenciales, con el Gobierno, la sociedad civil, los actores no estatales, eso les permite mover sus posiciones. Si uno est¨¢ exclusivamente en la pol¨ªtica p¨²blica, no da espacio a la diplomacia, a los compromisos y mecanismos que tienen que ser negociados y aceptables para todas las partes.
Somos esc¨¦pticos, en general, sobre el v¨ªnculo de la ayuda humanitaria con agendas pol¨ªticas, con posibles cambios de Gobierno u otros objetivos pol¨ªticos. Todos estos son asuntos muy sensibles. En Siria, cuando trabajamos con otros actores en la capacitaci¨®n de derecho internacional humanitario, cuando vamos a lugares de detenci¨®n, una organizaci¨®n como la m¨ªa tiene que constantemente equilibrar los distintos elementos. Si uno ve el mapa del mundo de d¨®nde est¨¢ el CICR y d¨®nde no, no es solo un mapa de necesidades, sino de obst¨¢culos pol¨ªticos y de los obst¨¢culos pol¨ªticos que hemos podido superar.
P. ?En alg¨²n momento tuvieron dificultades en Venezuela para distribuir ayuda humanitaria?
R. Desde 2018 tuvimos un incremento gradual y constante de nuestro trabajo en Venezuela. Hacia el final del a?o ¨¦ramos 40 personas y ahora somos 102, pero llegaremos a 108, y estamos por abrir oficinas en los estados T¨¢chira y Bol¨ªvar en cercana cooperaci¨®n con las autoridades. El punto es no es tanto si nos autorizan, sino c¨®mo nosotros creamos consenso para el espacio humanitario. Los servicios sociales b¨¢sicos no est¨¢n funcionando porque no hay consenso en la sociedad sobre algunas ¨¢reas cr¨ªticas. Venezuela no es el caso t¨ªpico en el que normalmente trabajamos, no es un gran desastre natural, no es un gran conflicto, pero el m¨¦todo y los temas en los que el CICR ha trabajado son relevantes a las demandas que tiene Venezuela.
P. Una ayuda que ofrece el CICR y la Cruz Roja Venezolana es el de recarga de bater¨ªas de m¨®vil y llamadas gratuitas a parientes. Parece una nueva ¨¢rea de humanitarismo.
R. En el pasado la ayuda b¨¢sica que entreg¨¢bamos era alimento, cobijo, cirug¨ªa de emergencia, agua, medicinas. Eso no es suficiente ahora. Actualmente, la conectividad es indispensable, se ha convertido en una nueva necesidad b¨¢sica, especialmente porque algunos lugares de conflicto reciente tienen grandes poblaciones de clase media, como Siria, Ucrania, Colombia, Somalia, Kenia.
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