¡°Queremos seguir en la calle para luchar por la democracia¡±
Miles de venezolanos salen a las avenidas de Caracas para apoyar la ofensiva de la oposici¨®n
Caracas amaneci¨® con los corneteos de los coches, gritos y cacerolazos. Desde temprano, sin mucha informaci¨®n de lo que est¨¢ ocurriendo, miles de personas se movilizaron hacia la base militar de La Carlota. Ante la falta de transporte, se vieron grupos con banderas caminando por las autopistas que luego se concentraron frente a la instalaci¨®n militar, una enorme explanada ubicada en el centro de la ciudad cruzada por la principal autopista y el r¨ªo Guaire. All¨ª estaban desde las seis menos cuarto de la ma?ana (hora local) los opositores Juan Guaid¨® con Leopoldo L¨®pez, diputados de la Asamblea Nacional y otros dirigentes pol¨ªticos.
El enorme grupo que se acerc¨® desde el sureste caminando fue bloqueado por la lluvia de gases lacrim¨®genos lanzados desde la base militar, a la que algunos respondieron con piedras. Tras horas de refriega, en la que resultaron heridas varias personas, fue derribado un trozo de unos 300 metros de la cerca de La Carlota y se incendi¨® el techo de un galp¨®n. Parte de la multitud comenz¨® a replegarse sin poder entrar al aeropuerto militar y sin saber qu¨¦ hacer y a d¨®nde ir. Algunos se quedaron en los alrededores esperando informaci¨®n, otros intentaron llegar hasta Altamira bordeando el extremo de la base militar, por los puentes sobre el Guaire. Algunos de estos puntos estaban custodiados.
¡°Me despert¨¦ y ten¨ªa un mensaje que dec¨ªa que Guaid¨® estaba hablando. Verifiqu¨¦ en Twitter y me vine caminando. Creo que debemos esperar, porque en la calle no podemos saber lo que est¨¢ pasando, no hay se?al. Debe haber una estrategia, deben estar sumando m¨¢s personas. Cuando sal¨ª esta ma?ana sab¨ªa que o pod¨ªamos ir adelante con esto o quiz¨¢s retroceder un poco¡±, dijo Isaac De Castro, director de teatro de 33 a?os, que se regresaba sin haber logrado cruzar hasta Altamira a donde se movieron los l¨ªderes de la oposici¨®n y la mayor¨ªa de los manifestantes, que al mediod¨ªa intentaban marchar hacia el oeste de la ciudad.
Alexis Ramos, profesor universitario de 76 a?os, se acerc¨® a los puentes cercanos a La Carlota para mirar lo que ocurr¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo ¨²nico claro hasta ese momento: aire picante y mucho humo de los gases usados para reprimir a los manifestantes. ¡°Estamos en incertidumbre, no sabemos el resultado de esto. Se supone que eso obedece a un plan. Pero hasta el momento no sabemos. Esto obviamente crea expectativas de lograr el cese de la usurpaci¨®n, pero Guaid¨® siempre habla de esto es un proceso que no tendr¨¢ un desenlace en el corto plazo. Pero ac¨¢ lo ¨²nico que sostiene al gobierno de Maduro es el alto militar y Cuba¡±, coment¨®. ¡°Es que la gente es muy negativa, salir de esta gente no es f¨¢cil¡±, agreg¨® angustiada su esposa Dianora Cisneros, con la bandera de Venezuela colocada como capa.
Las manifestaciones se adelantaron de sopet¨®n, Guaid¨® y L¨®pez instaron a la poblaci¨®n a acompa?arlos en las calles. Las fuerzas chavistas siguieron el mismo curso, convocaron a sus seguidores, incluyendo los milicianos, a ocupar los alrededores del Palacio de Miraflores. Pero Nicol¨¢s Maduro no se present¨® ante sus leales. Sus aliados, guiados por Diosdado Cabello, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, se instalaron en una tarima del palacio presidencial para defender al basti¨®n del poder en Caracas. ¡°No queremos lloriqueos, que cada quien asuma su responsabilidad que nosotros asumiremos la nuestra¡±, alert¨® el n¨²mero dos del oficialismo.
El reto del gobierno de Maduro fue demostrar el control sobre las instituciones, especialmente de la Fuerza Armada Bolivariana. Los militares, con tanques y fusiles, se desplegaron en algunos barrios del oeste de la ciudad. Karina Merch¨¢n, una administradora que sali¨® a manifestar su apoyo a Guaid¨®, relat¨® que una cortina de gases lacrim¨®genos cubri¨® los alrededores de la base a¨¦rea, donde inicialmente se concentr¨® la dirigencia de la oposici¨®n. ¡°Nos cay¨® una lluvia de bombas lacrim¨®genas, por esos nos movilizamos. Queremos permanecer en la calle para luchar por la democracia¡±, cont¨®. En el este de Caracas se produjeron refriegas con gases lacrim¨®genos y hasta disparos de bala. En distintas cl¨ªnicas de la ciudad se report¨® el ingreso de algunos heridos producto de la revuelta, seg¨²n m¨¦dicos.
El bloqueo informativo se acentu¨® en Internet. El canal de YouTube fue censurado, mientras redes sociales como Twitter y Facebook no funcionaron con normalidad desde la plataforma de la compa?¨ªa gubernamental CANTV. La Comisi¨®n Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), rector de las comunicaciones en Venezuela, censur¨® a la emisora Radio Caracas Radio que informaba en directo de los acontecimientos, seg¨²n el Sindicato de Prensa.
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