Las demandas por confiscaciones en Cuba arrancan en EE UU
El grupo de cruceros Carnival, con sede en Florida, es el blanco de las dos primeras

La entrada en vigor del t¨ªtulo III de la ley Helms-Burton, suspendido por todos los presidentes de Estados Unidos desde 1996 hasta este jueves, es el ¨²ltimo cartucho de la Administraci¨®n de Donald Trump para ahogar al r¨¦gimen cubano. Este jueves empezaron a presentarse las primeras demandas de ciudadanos estadounidenses contra empresas internacionales por lucrarse con propiedades confiscadas por el r¨¦gimen castrista tras la revoluci¨®n. La medida, adem¨¢s, plantea un grave conflicto diplom¨¢tico con la Uni¨®n Europea.
El grupo de cruceros Carnival, con sede en Florida, es el blanco de las primeras dos demandas, presentadas este jueves. En la parrilla de salida hay muchas m¨¢s, algunas contra empresas espa?olas. Mickael Behn, heredero de una familia originaria de Kentucky y due?a de la compa?¨ªa Havana Docks en el puerto habanero, apenas pod¨ªa contener las l¨¢grimas a la salida del juzgado del distrito sur de Miami. ¡°En los a?os sesenta, los Castro robaron las propiedades de mi abuelo y hoy, al fin, se ha hecho justicia¡±, dec¨ªa.
A su lado, bajo una leve lluvia, igual de elegantemente vestido pero m¨¢s entero, Javier Garc¨ªa Bengoechea, residente en Jacksonville (Florida), heredero de otra familia con propiedades en el puerto de Santiago de Cuba, saboreaba el fin de una ¡°cruzada¡± que lleva librando diez a?os. ¡°Me dec¨ªan que era una p¨¦rdida de tiempo y de dinero, pero aqu¨ª estamos¡±, se?alaba. Ambos acababan de presentar sendas demandas contra el gigante de los cruceros Carnival, con sede en Florida, por lucrarse con unas propiedades ¡°robadas¡± a sus familias por el r¨¦gimen castrista.
Desde este jueves, los ciudadanos estadounidenses (principalmente de origen cubano) pueden presentar demandas ante los tribunales del pa¨ªs contra quienes se benefician de propiedades confiscadas en Cuba tras la Revoluci¨®n de 1959, y pedir indemnizaciones por da?os y perjuicios. Las de Bengoechea y Behn son las primeras, porque ambos hab¨ªan notificado al demandado con 30 d¨ªas de antelaci¨®n, una formalidad que les permite ahora litigar por tres veces el valor de la indemnizaci¨®n. ¡°Habr¨¢ decenas m¨¢s de estos casos en los pr¨®ximos meses, eventualmente habr¨¢ centenares¡±, explica a EL PA?S Nick Guti¨¦rrez, presidente de la Asociaci¨®n de Hacendados Cubanos, que representa desde hace a?os a medio centenar de posibles demandantes.
¡°Yo soy el que m¨¢s tiempo lleva en esto, pero ahora hay muchos otros abogados que est¨¢n brincando tambi¨¦n, y est¨¢n ofreciendo incluso representaci¨®n contra resultados, lo cual lo hace m¨¢s accesible a m¨¢s personas¡±, asegura.
40 a?os despu¨¦s
La ley para la Libertad y Solidaridad con la Democracia en Cuba, m¨¢s conocida como Helms-Burton, por el nombre de los legisladores que la promovieron, fue aprobada despu¨¦s de que los republicanos recuperaran el control de las dos C¨¢maras del Congreso en 1995, por primera vez en 40 a?os, y en respuesta al derribo en 1996 de dos avionetas operadas por pilotos estadounidenses de origen cubano que volaban en espacio a¨¦reo jurisdiccional de Cuba. La norma supon¨ªa un endurecimiento del embargo al r¨¦gimen comunista. Pero suscit¨® un duro rechazo internacional y un conflicto con la Uni¨®n Europea ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), que llev¨® al presidente Bill Clinton, al amparo de las facultades previstas en la propia ley, a dejar en suspenso dos de sus cap¨ªtulos: el t¨ªtulo III, que permit¨ªa a ciudadanos estadounidenses demandar a empresas extranjeras que se lucraran de bienes expropiados, y el t¨ªtulo IV, que preve¨ªa la rescisi¨®n de visados a los gestores de las empresas. Todos los presidentes desde entonces han mantenido la suspensi¨®n.
Pero Donald Trump ha decidido que la norma completa entre en vigor como parte de sus esfuerzos para propiciar un cambio pol¨ªtico no solo en Cuba, sino tambi¨¦n en Venezuela, dado el apoyo de La Habana al r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro. La idea es que la presi¨®n desincentive a las empresas extranjeras a invertir en la isla y ahogue al r¨¦gimen cubano.
Los litigios pueden ser ¡°muy largos, costosos e inciertos¡±, explica Guti¨¦rrez. Por eso los demandantes conf¨ªan en llegar a acuerdos con las empresas. ¡°Nosotros preferir¨ªamos que estas no invirtieran en una tiran¨ªa totalitaria que ha violado los derechos de su pueblo, y que exporta represi¨®n a otros pueblos como el venezolano. Pero nos conformar¨ªamos con que por lo menos nos reconozcan como los due?os y que nos paguen, porque eso va a mandar un mensaje importante a otros empresarios de que Cuba no es el mejor lugar para invertir¡±, asegura Guti¨¦rrez.
El exilio cubano ha celebrado la noticia. Y sigue con expectaci¨®n la escalada de tensi¨®n de la Administraci¨®n de Trump con el r¨¦gimen y con su aliado en Caracas. En la v¨ªspera, los rumores sobre una eventual intervenci¨®n militar en Venezuela dominaban el corrillo de intrigantes cubanos a las puertas del restaurante Versailles, epicentro del exilio en Little Habana, que se disolv¨ªa entrada la noche al grito de ¡°?Viva Cuba libre!¡±. Orlando Guti¨¦rrez-Boronat, director del Directorio Democr¨¢tico Cubano en Miami, advert¨ªa que, a partir de ahora, ¡°quien quiera invertir en la isla tendr¨¢ que pens¨¢rselo¡±. ¡°Se acab¨® la temporada de barra libre en Cuba¡±, zanjaba.
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