Leopoldo L¨®pez afronta una orden de arresto refugiado en la Embajada espa?ola

La justicia venezolana, controlada por el chavismo, orden¨® este jueves la detenci¨®n del l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez, refugiado en la Embajada espa?ola en Caracas desde la noche del martes. El dirigente opositor respondi¨® asegurando desde la legaci¨®n que no tiene ¡°miedo¡± a la c¨¢rcel, en la que ya estuvo m¨¢s de tres a?os, pero aclar¨® que no quiere volver a prisi¨®n. La contraofensiva del r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro llega dos d¨ªas despu¨¦s de la operaci¨®n liderada por Juan Guaid¨® para alentar con su liberaci¨®n una rebeli¨®n civil y una fractura de la c¨²pula militar.

A ¨²ltima hora de la ma?ana, el juez tom¨® la primera medida formal contra el exalcalde de Chacao, uno de los municipios que conforman la capital. El juzgado, seg¨²n inform¨® el Tribunal Supremo de Justicia, ¡°revoc¨® la medida de detenci¨®n domiciliaria al ciudadano Leopoldo L¨®pez por violarla flagrantemente, adem¨¢s de violar la medida referida a la condici¨®n relativa a pronunciamientos pol¨ªticos por medios convencionales y no convencionales, nacionales e internacionales, demostrando con ello la no sujeci¨®n a las medidas¡±.

Por su parte, el Gobierno espa?ol ha asegurado la tarde de este jueves que no tiene intenci¨®n de entregar al dirigente opositor. El ejecutivo se?ala en un comunicado que "conf¨ªa en que las autoridades venezolanas respeten la inviolabilidad de la residencia del embajador espa?ol".? Adem¨¢s, Jes¨²s Silva Fern¨¢ndez, embajador espa?ol en Caracas, se ha reunido con el canciller venezolano, Jorge Arreaza, con quien "ha tenido ocasi¨®n de analizar la situaci¨®n", ha asegurado el Ministerio de Exteriores espa?ol en un comunicado.?

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Guaid¨®, jefe del Parlamento, reconocido como presidente por m¨¢s de 50 pa¨ªses, liber¨® a L¨®pez de su arresto domiciliario la madrugada del martes con la ayuda de un grupo de militares. Despu¨¦s de horas de movilizaciones, el pol¨ªtico opt¨® por solicitar protecci¨®n en dependencias diplom¨¢ticas chilenas, aunque finalmente de all¨ª se traslad¨® con su esposa, Lilian Tintori, y su hija a la residencia del embajador de Espa?a, Jes¨²s Silva. En declaraciones a los periodistas en el jard¨ªn de la legaci¨®n espa?ola, el dirigente opositor agradeci¨® este jueves por la tarde al Gobierno espa?ol su apoyo, aunque precis¨® que seguir¨¢ como ¡°hu¨¦sped¡± en la residencia. Tambi¨¦n apunt¨® que los movimientos militares del pasado martes formaban parte de ¡°un proceso que sigue en marcha¡±, confes¨® que durante su arresto domiciliario hab¨ªa estado hablando con miembros de las Fuerzas Armadas de todos los rangos mediando entre ellos, y por ¨²ltimo recalc¨® que el pueblo no puede perder la esperanza del cambio porque precisamente eso es lo que quiere Maduro, apagar la esperanza. ¡°El fin de la usurpaci¨®n tendr¨¢ lugar en el plazo de unas semanas¡±, concluy¨® L¨®pez.

El dirigente de Voluntad Popular, s¨ªmbolo de la oposici¨®n venezolana, se encontraba cumpliendo condena en su casa desde julio de 2017 tras pasar m¨¢s de tres a?os en la prisi¨®n de Ramo Verde. El tribunal emiti¨® una ¡°orden de aprehensi¨®n dirigida al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin)¡±, que en caso de que L¨®pez abandonara la residencia de la Embajada espa?ola, territorio inviolable, ser¨ªa este cuerpo, que en la pr¨¢ctica es la polic¨ªa pol¨ªtica del chavismo, el encargado de su detenci¨®n.

El tribunal especifica que ¡°el mencionado ciudadano contin¨²e cumpliendo su pena de 13 a?os de prisi¨®n ¡ªde los cuales ha cumplido cinco a?os, dos meses y doce d¨ªas¡ª en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde¡±, la c¨¢rcel a la que fue enviado en 2014. El l¨ªder opositor fue condenado en 2015 por participaci¨®n en las protestas de 2014 contra Nicol¨¢s Maduro.

Maduro se hab¨ªa limitado, de momento, a asegurar que la liberaci¨®n de L¨®pez no quedar¨ªa impune para los militares involucrados y los responsables pol¨ªticos de lo sucedido. Anunci¨® la misma noche del martes una investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa y exigi¨® lealtad de las fuerzas armadas. ¡°No puede haber impunidad¡±, dijo, acompa?ado del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y del jefe de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello. ¡°Tiene que haber justicia para que haya paz¡±, continu¨®. El dirigente bolivariano evit¨® formular acusaciones formales contra Guaid¨® y L¨®pez y opt¨® por dejar el asunto en manos de la justicia.

Adem¨¢s de mantener el control de los resortes del Estado y de las fuerzas armadas, para la estrategia del r¨¦gimen, cada vez m¨¢s cuestionado internacionalmente, es crucial aparentarlo. Ese fue este jueves el objetivo del primer acto castrense convocado por Maduro desde el pasado martes. El mandatario presidi¨® una demostraci¨®n de fuerza, bautizada como Marcha por la Lealtad Militar a la Patria de Bol¨ªvar, en la que exigi¨® obediencia a los solados venezolanos.

¡°Estamos en marcha otra vez porque hay que despertar, avivar el fuego sagrado de los valores de los militares venezolanos para el combate que estamos dando contra el imperialismo, contra los traidores y golpistas¡±, enfatiz¨®. ¡°La Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene que mostrarse ante el pueblo unida, cohesionada, cada vez m¨¢s unida, disciplinada, obediente a los principios y valores. Tiene que mostrarse ante el mundo como una fuerza nacional de paz y cada vez m¨¢s socialista¡±, agreg¨®.

Actos con militares

Los actos con militares, fuerzas de seguridad y milicianos son muy frecuentes en Venezuela, donde las fuerzas armadas cuentan con m¨¢s de 250.000 efectivos. A menudo se desarrollan entre aspavientos y unos toques de sobreactuaci¨®n dif¨ªciles de entender fuera de sus fronteras. Ese estilo se debe a que los soldados son, en definitiva, la columna vertebral del poder pol¨ªtico. Maduro y el ministro de Defensa han mantenido las riendas de sus mandos. Las deserciones de uniformados que apoyan la causa de Guaid¨® apenas son unos millares. No obstante, la coyuntura actual, en la que Guaid¨® promete resistir en la calle de manera indefinida ¡ªlas movilizaciones de esta semana ya han dejado cuatro muertos, seg¨²n el c¨¢lculo de la oposici¨®n¡ª y no ha renunciado a quebrar la unidad del Ej¨¦rcito, es in¨¦dita.

En este contexto Maduro decidi¨® parapetarse en la ret¨®rica militar, en la exhibici¨®n de m¨²sculo y en infundir temor en la poblaci¨®n, agitando el fantasma de una guerra.

¡°En el caso de este momento hist¨®rico la lealtad es un valor colectivo que se ejerce para exigirnos ser mejores, ser cada vez m¨¢s honestos y eficientes. Para que por el poder disuasivo nadie jam¨¢s se atreva a tocar nuestro suelo sagrado ni a traer la guerra a Venezuela¡±, mantuvo ante miles de uniformados en referencia a las advertencias de la Administraci¨®n de Donald Trump, que juega desde hace meses con la idea de una intervenci¨®n, aunque nunca ha llegado a concretar su plan.

¡°El imperio invierte para dividir, para decirle al mundo que arranc¨® una guerra civil en Venezuela. Cu¨¢ntos muertos habr¨ªa si aqu¨ª acaba una guerra civil, cu¨¢nta destrucci¨®n f¨ªsica¡±, prosigui¨®. Guaid¨® siempre ha negado la posibilidad de un enfrentamiento entre venezolanos. Su argumento, que ha expresado en al menos dos ocasiones en conversaci¨®n con EL PA?S, es que la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n quiere un cambio y desea la salida de Maduro del poder.