Duelo al sol en la bah¨ªa de Piran

Aficionado a la apicultura. Piloto de avioneta y de planeador. Toca la arm¨®nica. Ex primer ministro cuando su pa¨ªs logr¨® la independencia. Y eurodiputado desde 2004, el a?o en que Eslovenia entr¨® en la Uni¨®n Europea (UE), en busca de su... cuarto mandato consecutivo. Es Alojz Peterle.

Nos reunimos con el pol¨ªtico esloveno en la terraza de una cafeter¨ªa de Liubliana. Hace unos d¨ªas, este democristiano miembro del PPE, el gran grupo de la derecha, dio mucho que hablar en la ¨²ltima sesi¨®n plenaria de la legislatura en el Parlamento de Estrasburgo. Lojz, como le llaman sus allegados, cogi¨® su instrumento de bolsillo para tocar la Novena de Beethoven. ¡°Feliz Pascua¡±, dec¨ªa. Ovaci¨®n en pie del hemiciclo. El v¨ªdeo que inmortaliz¨® el momento tuvo m¨¢s de 100.000 visitas.

Pero hoy, no es una oda a la alegr¨ªa. Eslovenia est¨¢ furiosa. El ¨²ltimo recurso es el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea. Este peque?o pa¨ªs alpino interpuso una demanda ante el m¨¢ximo ¨®rgano judicial de la UE el pasado 13 de julio, contra su gran vecino, Croacia. Como ¨²ltimo recurso, porque se ha intentado todo para tratar de resolver un viejo conflicto ¡ªo casi¡ª pero no la guerra, afortunadamente. A partir de ahora, Liubliana se encomienda a la sabidur¨ªa de los jueces de Luxemburgo.

Este contencioso enfrenta a los dos pa¨ªses desde hace m¨¢s de un cuarto de siglo. El conflicto emponzo?a la vida de la UE desde el inicio de las conversaciones para la entrada de Croacia en la UE, hace cerca de 15 a?os, que sufrieron durante mucho tiempo las consecuencias de esta disputa, y ahora que Zagreb ya forma parte de la UE, desde 2013, cerca de 10 a?os despu¨¦s de Eslovenia, el litigio no se ha resuelto. El conflicto tambi¨¦n influye en la regi¨®n: cuando llaman a la puerta de la UE, a los pa¨ªses balc¨¢nicos occidentales les responden que el club no quiere importar m¨¢s conflictos sin resolver, sobre todo si son sobre la delicad¨ªsima cuesti¨®n de las fronteras. El recuerdo de las guerras de Yugoslavia siempre es reciente.

Eslovenia y Croacia, que antes pertenec¨ªan a Yugoslavia, se pelean por la delimitaci¨®n de una parte de su frontera mar¨ªtima. El epicentro del litigio es la bah¨ªa de Piran, en el sur de la microcosta eslovena ¡ªunos 40 kil¨®metros¡ª justo antes de Croacia y sus cerca de 1.800 kil¨®metros de litoral y su millar de islas.

¡°Si miran el mapa, el litoral esloveno est¨¢ muy encajado en el norte del mar Adri¨¢tico, y Eslovenia ya no ten¨ªa una conexi¨®n entre su mar territorial y alta mar. Los nav¨ªos en el mar territorial esloveno se ven obligados a pasar por las aguas territoriales, o bien croatas, o bien italianas, para acceder a alta mar¡±, explica el franc¨¦s Michel Morin, un jurista e investigador asociado del Centro de Derecho Mar¨ªtimo y Oce¨¢nico de la Universidad de Nantes y exfuncionario de la Comisi¨®n Europea.

¡°El acceso a aguas internacionales es muy importante para Eslovenia como pa¨ªs mar¨ªtimo¡±, explica Alojz Peterle. ¡°Tenemos derecho a acceder a aguas internacionales. Tambi¨¦n tenemos intereses econ¨®micos. Est¨¢ el puerto de Koper, que es muy importante. Y por supuesto, es importante para la pesca. De hecho, consideramos sencillamente que eso pertenece a Eslovenia. Nunca hemos pedido a Croacia nada que no pertenezca a Eslovenia¡±.

Ante el callej¨®n sin salida en el que se encontraban las negociaciones bilaterales ¡ªy a pesar de la ¡°participaci¨®n y la implicaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, y por eso la UE tiene una responsabilidad a este respecto¡±, insiste el eurodiputado esloveno, cuya instituci¨®n, la Euroc¨¢mara, ha financiado este reportaje¡ª, los dos pa¨ªses se hab¨ªan puesto de acuerdo para someter su litigio al veredicto de un tribunal de arbitraje. Pero lo que pas¨® es que la sentencia, dictada el 29 de junio de 2017, fue impugnada por Zagreb.

El tribunal otorg¨® a grosso modo un tercio de las aguas de la bah¨ªa a Croacia y dos tercios a Eslovenia, m¨¢s un acceso directo a aguas internacionales del mar Adri¨¢tico. ¡°El tribunal de arbitraje ha definido una zona de conexi¨®n, que no es ancha ¡ª2,5 millas n¨¢uticas de ancho, lo que equivale aproximadamente a 4,5 km, por 11 millas n¨¢uticas de largo, por tanto, apenas 20 km¡ª para que las embarcaciones eslovenas puedan acceder directamente a alta mar, pero para que Eslovenia tambi¨¦n pueda, por ejemplo, colocar canalizaciones, tuber¨ªas o cables en el fondo del mar, sin tener que pedir permiso a Croacia o a Italia¡±, puntualiza Michel Morin. ¡°Y esta zona de conexi¨®n hacia alta mar se encuentra en el mar territorial croata¡±.

¡°Ya existe esta frontera, definida por el tribunal de arbitraje. Antes de eso, nunca hab¨ªamos tenido una frontera en esta bah¨ªa, que pertenece al municipio de Piran desde hace siglos¡±, afirma Lojz Peterle. ¡°Pero ahora, tenemos un problema pol¨ªtico, porque ha habido una situaci¨®n asim¨¦trica: Eslovenia respeta la decisi¨®n del tribunal, pero Croacia no¡±.

¡°?Ha sido un arbitraje contaminado!¡±, objeta, en los agitados pasillos del Parlamento Europeo en Bruselas, otro eurodiputado, el croata Ivan Jakovcic. Este eurodiputado liberal, brevemente ministro de Integraci¨®n Europea a principios de este siglo y empresario, tambi¨¦n es consejero en la asamblea de la regi¨®n de Istria, la parte m¨¢s occidental de Croacia. Pero Istria tambi¨¦n es el litoral esloveno, por tanto Piran, y el golfo de Trieste, en Italia.

Aunque ¡°contaminado¡±, ¡°tenemos un documento internacional que, creo, ofrece una buena base para encontrar la soluci¨®n final¡±, prosigue Jakovcic. ¡°Somos vecinos. En la Istria eslovena y en la Istria croata, estamos todos juntos. No hay guerra, ni grandes problemas: somos amigos. Por tanto, espero que Zagreb y Liubliana encuentren una soluci¨®n aceptable para toda la l¨ªnea fronteriza. No solo en el mar, sino en toda la l¨ªnea fronteriza. Y hay que encontrar esa soluci¨®n a partir del arbitraje¡±.

Sin embargo, Zagreb se retir¨® unilateralmente del proceso de arbitraje. Croacia denunci¨® una oscura historia de colusi¨®n entre el juez esloveno elegido para zanjar el litigio y el representante de ese pa¨ªs en el tribunal, que termin¨® por deshacerse de los jueces designados por las dos partes y resolvi¨® el asunto de manera independiente considerando que los intercambios entre eslovenos denunciados por Zagreb no hab¨ªan alterado su fallo. Pero Croacia se obstina.

¡°Croacia no ten¨ªa raz¨®n al retirarse totalmente del proceso¡±, considera, sin embargo, Morin. ¡°Croacia habr¨ªa podido encontrar elementos para desmontar jur¨ªdicamente los argumentos esgrimidos por Eslovenia. Pero no lo hizo. En mi opini¨®n, ha mantenido una actitud est¨²pida al retirarse del proceso y afirmar que no acepta el resultado de la sentencia¡±.

¡°Ha habido mucho nacionalismo, por ambas partes¡±, considera el eurodiputado croata. ¡°Pero ahora que tenemos este documento jur¨ªdico, que es un buen documento para Croacia (sic), hay que trabajar sobre este documento y encontrar la soluci¨®n final¡±. Para Peterle, en cambio, no hay que tergiversar: ¡°Lo que espero es un cumplimiento incondicional y la ejecuci¨®n de la decisi¨®n de los jueces. No hemos sido capaces de resolver esta cuesti¨®n bilateralmente. Espero que con el fallo del Tribunal (de Justicia de la UE) consigamos poner fin al problema¡±, afirma el eurodiputado esloveno. A pesar de sus serias dudas, que nos confiesa cuando nos reunimos, en el aer¨®dromo de Portoroz, en la bah¨ªa de Piran.

¡°Lo que ha pasado despu¨¦s del arbitraje no es muy prometedor, porque Croacia ha decidido no acatar el fallo. Pero tenemos que cumplir el derecho internacional. Si la decisi¨®n del tribunal se incumple otra vez, solo puedo prever problemas pol¨ªticos¡±.

Y el eurodiputado-apicultor-aviador nos propone subir a bordo de un peque?o Cesna 172 para sobrevolar el lugar: ¡°Les voy a ense?ar d¨®nde se encuentra la frontera definida por los jueces del tribunal de arbitraje. Les ense?ar¨¦ la bah¨ªa y el punto en el que Eslovenia considera que se encuentra la conexi¨®n con el mar abierto¡±. Peterle dejar¨¢ que sea el piloto Joze Ocepek el que nos d¨¦ este paseo por los aires. Alojz Peterle vuelve de la peque?a localidad de Izola, un poco m¨¢s all¨¢ de Piran, en direcci¨®n hacia Italia, donde acaba de hacer campa?a en el Festival del ¡°vino naranja¡±, la nueva tendencia de los vinos blancos de larga maduraci¨®n. Probarlo o volar, dice, hay que elegir.

De regreso a tierra, la tensi¨®n pol¨ªtica entre las dos capitales se materializa cuando conocemos a algunos pescadores.

En Piran, Rok Dobnik relativiza. ?l nunca se aventura muy lejos hacia alta mar con sus redes fijas, colocadas al principio de la bah¨ªa. Toda esta historia ¡°es una especie de juego pol¨ªtico¡±, zanja. Un ¡°pimp¨®n¡± entre los dos pa¨ªses.

Pero en Savudrija, el peque?o puerto pesquero croata justo despu¨¦s de la bah¨ªa, Danilo Latin mantiene otro discurso totalmente diferente. El pescador denuncia ¡°una gran presi¨®n¡±, ¡°el estr¨¦s¡±, ¡°tenemos miedo¡±. Y eso se debe, dice el que ha pintado en la parte delantera de su camarote un Thank you for peace [Gracias por la paz], a que ¡°nunca sabes, cuando sales del puerto, si volver¨¢s o si acabar¨¢s en la c¨¢rcel en Eslovenia¡±.

La escena es un poco forzada, pero el ambiente de trabajo es como m¨ªnimo extra?o. ¡°Cada vez que vamos a pescar en las aguas objeto del conflicto entre los dos pa¨ªses, nos escoltan¡±. Danilo Latin, de 59 a?os, tercera generaci¨®n de pescadores, no ceja en su idea: ¡°All¨ª nunca ha habido aguas territoriales eslovenas¡±, dice mostrando la bah¨ªa, un golfo que su abuelo y su padre nunca han llamado ¡°de Piran¡±, sino solo ¡°valle peque?o¡±, un fondeadero. ¡°Los eslovenos han cambiado el nombre, igual que el del r¨ªo¡±, trasladando la frontera terrestre dos kil¨®metros m¨¢s al sur, asegura el pescador mientras sigue desenganchando cangrejos de sus redes. ¡°No respetan el derecho internacional¡±.

Y cuando nos sorprendemos ante las pretensiones croatas sobre esta bah¨ªa, frente a una Eslovenia que dispone de un acceso al mar mucho m¨¢s reducido, Danilo Latin se ofusca: ¡°?Eso no cuenta!¡± As¨ª pues, Croacia, que no tiene estaciones de esqu¨ª, no puede pretender apoderarse de las de Eslovenia, aduce, como tampoco yo, que estoy divorciado desde hace ¡°siete u ocho a?os¡±, tengo derecho a apoderarme de la mujer de otro.

En el trasfondo de estas relaciones tumultuosas entre vecinos, tambi¨¦n percibimos un peque?o resentimiento frente a esta peque?a Eslovenia, una especie de ¡°primero de la clase yugoslavo¡±. ¡°Siempre piensan que son los mejores¡±, dice echando pestes el pescador de Savudrija.

Subiendo unos 30 kil¨®metros hacia el norte, en direcci¨®n a Piran y a Koper, el ¨²nico gran puerto comercial esloveno, primero atravesamos una aduana estricta. Aunque los dos pa¨ªses pertenecen a la UE, Eslovenia no bromea con el control de la frontera del espacio Schengen, del que Zagreb todav¨ªa no forma parte.

En Koper, Silvano Radin est¨¢ en paro t¨¦cnico, porque ya no es temporada de pesca de lenguado. ¡°En los tiempos de Yugoslavia, pod¨ªamos pescar hasta en Albania¡±, subraya. ¡°El mar pertenec¨ªa a todos¡±. Con la llegada de las fronteras, Croacia ¡°ha perdido un peque?o trozo de costa eslovena, pero los pescadores eslovenos lo han perdido todo. Es un espacio insuficiente para pescar y sobrevivir. Es casi el final de la historia¡±.

Silvano Radin, que cumplir¨¢ 64 a?os en junio, ha perdido la cuenta de las maniobras ¡°peligrosas¡± a las que ha tenido que enfrentarse. El escenario es siempre el mismo: desde que los pescadores eslovenos se aventuran hasta el l¨ªmite decidido por el arbitraje de 2017, mientras sus hom¨®logos croatas ocupan la mitad de la bah¨ªa, las polic¨ªas de ambos pa¨ªses merodean alrededor de los barcos.

Y de los episodios en los que su barco, el Andrea (que es el nombre su mujer), ha sido acosado por la polic¨ªa que hac¨ªa que el arrastrero cabecease creando olas. ¡°Es imposible trabajar en estas condiciones¡±. Y hay m¨¢s: les llueven las multas. No se paga nada, todo se recurre ante un tribunal local croata. Pero Silvano Radin ya ha acumulado 200.000 euros en multas. Y aunque ha perdido la cuenta del n¨²mero de multas, como pesa su pescado en kilos, puede decir que todos los papeles relacionados con estas multas pesan ¡°4,3 kilos¡±.

Sin embargo, lo que est¨¢ en juego con la pesca es marginal teniendo en cuenta los limitados recursos de las aguas de la zona. Con la multiplicaci¨®n de las patrullas de polic¨ªa, ¡°hay m¨¢s barcos que peces¡±, asegura ir¨®nicamente Silvano Radin. ¡°No es una gran pesca¡±, confirma Alojz Peterle, el eurodiputado esloveno. ¡°No hay un problema econ¨®mico o cultural¡±, se?ala tambi¨¦n Ivan Jakovcic, su hom¨®logo croata. ¡°De acuerdo, hay un peque?o problema pol¨ªtico...¡±

?Un ¡°peque?o problema¡±? En cualquier caso, la tensi¨®n subi¨® un poco entre las dos capitales el mes pasado. Croacia se enter¨® de que la prensa eslovena iba a hacer unas nuevas revelaciones sobre el extra?o sabotaje del arbitraje, pero ?c¨®mo? Supuestamente Croacia intent¨® presionar para impedir el nuevo bombazo. Crisis diplom¨¢tica inmediata: retirada del embajador esloveno destinado en Zagreb, convocatoria de su hom¨®logo croata por parte de Liubliana y convocatoria muy teatral del primer ministro esloveno, el liberal de tendencias populistas Marjan Sarec, de un ¡°consejo nacional de seguridad¡±.

No es descartable que esta febrilidad sobreactuada se deba a la proximidad de las elecciones europeas. Pero observamos que estas aguas agitadas de Piran siguen envenenando los asuntos de la UE. Una UE que debe decidir en junio si se inician o no las conversaciones para la adhesi¨®n de Albania y de Macedonia del Norte, en la que se sospecha que el presidente de la Comisi¨®n Jean-Claude Juncker se abstuvo de posicionarse para apoyar a su correligionario del PPE Andrej Plenkovic, el primer ministro croata, y en la que los proyectos de redefinici¨®n de las fronteras de los Balcanes occidentales encienden regularmente los ¨¢nimos. Etc¨¦tera.

Entonces, ?la tabla de salvaci¨®n ¨C la resoluci¨®n del conflicto ¨C ser¨¢ el fallo del Tribunal de Justicia de la UE? ?Rumbo a Luxemburgo!

En el Kirchberg, el barrio de los negocios bancarios y de las instituciones europeas de la capital del Gran Ducado, el presidente del tribunal, el belga Koen Lenaerts, nos indica que la ¨²nica vista en la que se presentar¨¢n los alegatos se celebrar¨¢ ¡°hacia finales de este a?o o a principios de 2020¡±.

¡°Como es un caso pendiente en el tribunal, evidentemente no puedo decir nada sobre el contenido del asunto¡±, advierte Lenaerts, pero se trata de un rar¨ªsimo ¡°recurso por incumplimiento¡± de las obligaciones derivadas del derecho de la UE interpuesto por un Estado miembro contra otro Estado de la UE. ¡°En toda la historia del tribunal, es decir un poco m¨¢s de 65 a?os, solo es el octavo caso¡±. Porque generalmente es la Comisi¨®n Europea, ante la que ha recurrido el Estado demandante, la que traslada los ¡°incumplimientos¡± al ¨®rgano judicial.

¡°En el caso de Eslovenia contra Croacia, la Comisi¨®n se ha abstenido de tomar partido por uno u otro¡±, recuerda el presidente Lenaerts. ?Demasiado delicado? ¡°La Comisi¨®n no est¨¢ obligada a dar su opini¨®n¡±. Puede optar por abstenerse ¡°en los casos pol¨ªticamente delicados o cuando ella misma duda del alcance exacto del derecho de la UE, que, como todo sistema jur¨ªdico, no es una ciencia exacta¡±, responde el primero de los 28 jueces de la instituci¨®n encargada de velar por la correcta aplicaci¨®n del derecho de la UE.

¡°?Ser¨¢ la ¨²ltima etapa jur¨ªdica? No podemos saberlo de momento¡±, afirma Michel Morin, el experto en derecho mar¨ªtimo. Pero el jurista cree que ¡°el Tribunal de Justicia va a tener en cuenta, sin duda, el hecho de que en el derecho internacional, los litigios deben resolverse de forma pac¨ªfica, especialmente entre dos Estados miembros de la UE. Y como la convenci¨®n de arbitraje se ha considerado v¨¢lida, el Tribunal de Justicia probablemente se pronunciar¨¢ en un sentido bastante favorable a Eslovenia. Aunque seguramente intentar¨¢ equilibrar las posturas, para que los dos Estados no lleguen a un enfrentamiento jur¨ªdico demasiado fuerte¡±.

?Es el tribunal el ¨²ltimo recurso? ¡°Totalmente¡±, asegura el presidente Lenaerts, que recuerda que un fallo de constataci¨®n de incumplimiento es obligatorio en todos sus elementos, como cualquier otro fallo del tribunal. Y es evidente que un Estado que no respeta la res iudicata, la decisi¨®n judicial, comete un grav¨ªsimo incumplimiento del derecho de la UE¡±, y corre el riesgo de que se le impongan sanciones econ¨®micas. Pero ¡°todo el mundo entiende que un Estado miembro, sea cual sea -e insisto, de manera general-, que con conocimiento de causa y de manera deliberada se niegue a aplicar el derecho de la UE tal y como se explicite en las decisiones judiciales, quedar¨ªa al margen del ordenamiento jur¨ªdico de la UE. A la larga, eso afecta a toda la UE¡±.

Traducci¨®n: News Clips.

Este art¨ªculo se publica en el marco de la alianza de medios LENA.