Espa?a y Marruecos en los 20 a?os del reinado de Mohamed VI
La colaboraci¨®n entre ambos pa¨ªses ha sido decisiva la lucha antiterrorista y los flujos migratorios
Se cumplen 20 a?os de la entronizaci¨®n de Mohamed VI como rey de Marruecos. Un aniversario que se presenta como un momento oportuno para analizar lo que ha representado esta etapa. Es oportuno y relevante hacerlo porque pocas dudas puede haber sobre la importancia que para Espa?a, para la UE y el desarrollo del norte de ?frica tiene el rumbo del pa¨ªs vecino.
Siempre he considerado que buena parte del futuro de la Espa?a democr¨¢tica, en su dimensi¨®n de pol¨ªtica exterior, depend¨ªa de nuestra relaci¨®n con Marruecos y de su proceso de modernizaci¨®n. Una relaci¨®n positiva entre Marruecos y Espa?a significa estabilidad, seguridad y progreso para ambos pa¨ªses, para el norte de ?frica y para la pol¨ªtica de la UE hacia el Mediterr¨¢neo.
Con satisfacci¨®n, se puede afirmar que en estos 20 a?os de reinado de Mohamed VI las relaciones Espa?a-Marruecos se han fortalecido con s¨®lidos v¨ªnculos pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y culturales. Bajo el reinado de Mohamed VI, superadas las tensiones de principios de los a?os 2000, vivimos el mejor y m¨¢s fecundo periodo de las relaciones entre ambos pa¨ªses. A ello ha contribuido de manera decisiva el entendimiento entre el rey Mohamed VI y el rey Juan Carlos I, y despu¨¦s con el rey Felipe VI.
De mi etapa al frente del Gobierno de Espa?a, queda en mi memoria el permanente compromiso de las autoridades marroqu¨ªes, y especialmente del rey Mohamed VI, de colaboraci¨®n en temas tan decisivos y dif¨ªciles como eran y son la lucha antiterrorista o los flujos migratorios, colaboraci¨®n que ha sido destacada en diversos momentos por los organismos internacionales. Espa?a y Marruecos han construido una responsabilidad compartida en asuntos muy sensibles que en ocasiones nos muestran situaciones desgarradoras para tantos seres humanos.
Pensando en los tiempos m¨¢s recientes, resulta alentador constatar la intensidad de nuestras relaciones en el ¨²ltimo a?o, con el viaje de Estado del rey Felipe VI a Marruecos, as¨ª como con las visitas, en dos ocasiones, del presidente del Gobierno y con ocho viajes ministeriales.
Si hay un campo ilustrativo de la evoluci¨®n de los v¨ªnculos entre ambos pa¨ªses ese es el del ¨¢mbito econ¨®mico y comercial, que ha pasado de registrar un volumen de intercambios comerciales de 1.800 millones de euros en 1999 a los cerca de 15.000 millones en 2018, lo que supone un crecimiento de m¨¢s del 700%.
Marruecos es nuestro segundo cliente fuera de la UE, despu¨¦s de Estados Unidos
En 2012, Espa?a se convierte en el primer socio comercial de Marruecos. Marruecos es nuestro segundo cliente en el mundo, despu¨¦s de EE?UU, fuera de la UE. Marruecos es el primer destino de la inversi¨®n espa?ola en ?frica. Y hay m¨¢s de 600 empresas espa?olas registradas en el pa¨ªs norteafricano. Espa?a es el segundo pa¨ªs emisor de turismo a Marruecos y m¨¢s de 700.000 turistas marroqu¨ªes nos visitaron en 2018.
En el ¨¢mbito de la educaci¨®n y la cultura, aunque hay un amplio espacio por ganar en el conocimiento mutuo, conviene destacar que en Marruecos disponemos de la red m¨¢s amplia del Instituto Cervantes y que 5.000 alumnos estudian en los colegios p¨²blicos espa?oles en Marruecos.
La voluntad de intensificar la cooperaci¨®n, del lado de Marruecos, es consecuente con la declaraci¨®n que formulara el rey Mohamed VI en su discurso de la Fiesta del Trono en 2016, donde afirm¨®: "Trabajaremos para el reforzamiento de nuestros partenariados estrat¨¦gicos con nuestros aliados que son Francia y Espa?a".
En mi opini¨®n, esta positiva evoluci¨®n en la relaci¨®n Espa?a-Marruecos ha sido posible, en gran medida, por el proceso de modernizaci¨®n y reformas que nuestro pa¨ªs vecino ha seguido en estos 20 a?os del reinado.
Y es que los datos objetivos confirman el avance y la modernizaci¨®n de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas en Marruecos. As¨ª, su PIB se ha multiplicado por tres y su PIB per c¨¢pita ha pasado de 3.580 a 8.930 d¨®lares. Un progreso que ha ido en particular de la mano de un notable desarrollo de las infraestructuras, con la construcci¨®n de una importante red viaria que, con m¨¢s de 1.800 kil¨®metros en autopistas, ha supuesto un gran salto en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Asimismo, la construcci¨®n del primer tren de alta velocidad de todo el continente, entre T¨¢nger y Casablanca, y el desarrollo del puerto de T¨¢nger, hace posible que Marruecos impulse un creciente sector industrial en el que destaca el autom¨®vil.
Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un ambicioso plan en materia de energ¨ªas renovables, que ya ha superado el umbral del 30% de energ¨ªa de origen renovable en su mix energ¨¦tico.
Este proceso de modernizaci¨®n econ¨®mica es determinante para dar respuesta a las necesidades de empleo que tiene Marruecos.
La voluntad modernizadora y reformista se refleja igualmente en la evoluci¨®n pol¨ªtica y social de Marruecos, paso a paso, con el ritmo que aconsejan sus caracter¨ªsticas hist¨®ricas y culturales.
La consolidaci¨®n del pluralismo pol¨ªtico y de los procesos electorales, en el marco de la a¨²n reciente Constituci¨®n de 2011, abre el pa¨ªs a reformas, como la del poder judicial, y a cambios democratizadores decisivos.
Esos cambios se est¨¢n produciendo tambi¨¦n en el ¨¢mbito de la sociedad civil, en temas tan cruciales como el progreso en favor de los derechos de las mujeres, impulsado por la reforma en 2004 del C¨®digo de Familia o por la ley contra la violencia de g¨¦nero aprobada el pasado mes de septiembre. Debemos saludar estos avances y confiar en que la igualdad y el respeto a la diversidad se afiancen en nuestro pa¨ªs vecino.
M¨¢s a¨²n, desde el necesario respeto a la historia que cada naci¨®n escribe, tenemos que cooperar para que el rumbo de modernizaci¨®n, reformas, y progreso se extienda a todos los ¨¢mbitos sociales, educativos, culturales y de libertades en Marruecos.
Hace veinte a?os, Marruecos afrontaba grandes desaf¨ªos. En este tiempo ha logrado estabilidad y marcar ese rumbo de reformas modernizadoras y de progreso. El rey Mohamed VI ha recordado en muchas ocasiones su af¨¢n por superar los retos sociales pendientes, especialmente en materia de educaci¨®n y sanidad. Estimulemos ese prop¨®sito de cambios, contribuyamos a ¨¦l, y hag¨¢moslo a partir de nuestro respeto y amistad sincera, esto es, con la misma actitud que ha demostrado, durante sus veinte a?os de reinado, Mohamed VI hacia Espa?a.
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, presidente del Gobierno de Espa?a entre 2004 y 2011.
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