Rebeli¨®n pol¨ªtica, judicial y en la calle para frenar a Boris Johnson en la recta final del Brexit
El cierre del Parlamento es respondido con una batalla en los tribunales, llamadas a la ciudadan¨ªa para bloquear las calles y moviliza a la oposici¨®n
Siempre existi¨® la intuici¨®n de que la batalla del Brexit, que paraliza al Reino Unido desde hace tres a?os, se librar¨ªa en el ¨²ltimo minuto. La maniobra de Boris Johnson, quien al suspender durante cinco semanas el Parlamento ha atado a sus detractores una mano a la espalda, ha incorporado un sentido de urgencia y drama a la lucha pol¨ªtica. Una triple ofensiva, con recursos en los tribunales para anular la suspensi¨®n, llamadas a la ciudadan¨ªa para bloquear las calles y un ¨²ltimo intento en el Parlamento de prohibir por ley la salida desordenada de la UE, anticipan una semana decisiva en la historia del pa¨ªs.
Bastaron unas horas para que la decisi¨®n de Johnson de dejar al Parlamento sin voz fuera impugnada ante los tribunales. Ante tres, en concreto. En Edimburgo, un grupo de 75 diputados y lores ha pedido a Raymond Doherty, magistrado de los Tribunales Supremos de Escocia, que paralice la medida ¡°por las profundas cuestiones de naturaleza constitucional que suscita¡±. El juez ha fijado una vista urgente para el 6 de septiembre.
En Londres, la empresaria Gina Miller, quien en su d¨ªa logr¨® que la justicia brit¨¢nica obligara a la ex primera ministra Theresa May a someter al Parlamento la decisi¨®n de poner en marcha el Brexit, ha presentado ya otra demanda reclamando lo mismo ante el Alto Tribunal de Londres.
Y en Belfast, un activista en defensa de las v¨ªctimas del terrorismo, Raymond McCord, ha interpuesto un tercer recurso que tiene visos de cobrar m¨¢s vuelo que los dos primeros. Los abogados de McCord argumentan que la maniobra de Johnson, destinada en ¨²ltimo t¨¦rmino a frenar los intentos de la oposici¨®n de evitar un Brexit sin acuerdo, pone en riesgo los beneficios que trajo el Acuerdo de Paz de Viernes Santo, al resucitar la amenaza de una frontera dura entre las dos Irlandas.
La conmoci¨®n provocada por Johnson con su golpe de efecto ha despertado a Momentum, el movimiento de base de izquierdas que funciona como corriente interna del Partido Laborista y result¨® clave para que Jeremy Corbyn se hiciera con el liderazgo de la formaci¨®n. Ha convocado, en coordinaci¨®n con los principales sindicatos, manifestaciones y protestas para el pr¨®ximo s¨¢bado en las principales ciudades del Reino Unido. ¡°Nuestro mensaje a Johnson es este: si robas nuestra democracia, cerraremos tus calles¡±, dijo este jueves Laura Parker, la coordinadora nacional de este movimiento.
Momentum ha convocado adem¨¢s a la ciudadan¨ªa a una gran manifestaci¨®n en Londres el pr¨®ximo martes, cuando el Parlamento tiene previsto reanudar su actividad temporalmente, hasta el cierre de cinco semanas promovido por Johnson a partir de mediados de septiembre. Parker anunci¨® su intenci¨®n de participar ese mismo d¨ªa en un intento de ocupar Westminster. ¡°Hay miles de personas como nosotros que se unir¨¢n en esta ocupaci¨®n del Parlamento y el bloqueo de las calles antes de permitir a Johnson que cierre las puertas de nuestra democracia¡±, a?adi¨®.
En las ¨²ltimas horas, casi 1,5 millones de personas han firmado ya una petici¨®n que reclama al Gobierno que eche atr¨¢s su decisi¨®n de suspender las C¨¢maras. ¡°El Parlamento no puede ser suspendido o disuelto hasta que el plazo fijado por el art¨ªculo 50 [el mecanismo que activ¨® el Brexit] haya sido suficientemente prorrogado o la decisi¨®n del Reino Unido de abandonar la UE haya sido cancelada¡±, reza el texto. M¨¢s all¨¢ del impacto que en la opini¨®n p¨²blica, muy agitada en estos momentos, puedan tener estas cifras, est¨¢ por demostrar su eficacia. Una petici¨®n similar realizada a principios de a?o para exigir la revocaci¨®n del art¨ªculo 50 recab¨® m¨¢s de seis millones de apoyos que no fueron a ning¨²n lado.
El equipo de Johnson se dedic¨®, desde primera hora de este jueves, a ironizar sobre el supuesto ¡°esc¨¢ndalo constitucional¡± denunciado por muchos pol¨ªticos relevantes nada m¨¢s conocer la decisi¨®n de echar el cierre al Parlamento (el presidente de la C¨¢mara de los Comunes, John Bercow; el exministro de Econom¨ªa, Philip Hammond, o el exministro de la Presidencia, David Lidington, entre otros). Jacob Rees Mogg, furibundo euroesc¨¦ptico y ministro de Relaciones con el Parlamento en el Gobierno de Johnson, descalific¨® las protestas como una ¡°nube de algod¨®n azucarado¡± y ret¨® a los detractores del primer ministro a ¡°dejar de rechinar los dientes¡±, mostrar algo de ¡°valent¨ªa y agallas¡± y actuar: ¡°Que cambien el Gobierno o que cambien la ley¡±.
Sin descartar ninguna de las dos opciones, la oposici¨®n se dispone en primer t¨¦rmino a impulsar la segunda alternativa en el comprimido tiempo parlamentario de que dispondr¨¢n a partir del martes y hasta el pr¨®ximo 10-12 de septiembre (el Gobierno a¨²n no ha aclarado el d¨ªa exacto). ¡°Regresaremos al Parlamento este martes para enfrentarnos a Johnson y a su atraco a la democracia. Est¨¢ intentando suspender las C¨¢maras para evitar un debate serio que nos permita frenar un Brexit sin acuerdo¡±, anticip¨® Corbyn a Sky News. Los detractores del primer ministro intentar¨¢n, con la descontada colaboraci¨®n de Bercow, presidente de la C¨¢mara de los Comunes, impulsar un debate de emergencia y aprobar una resoluci¨®n que obligue a prorrogar la fecha de salida de la UE, prevista oficialmente para el 31 de octubre. La moci¨®n de censura, que contar¨ªa ya con el apoyo de al menos media docena de conservadores y de la oposici¨®n en bloque, entra?a un riesgo que muchos diputados no quieren contemplar.
Aunque prosperara en el plazo entre el 3 y el 10 de septiembre, o entre el 14 de octubre y el 31, la oposici¨®n tendr¨ªa 14 d¨ªas para buscar un Gobierno alternativo y para ello necesita una mayor¨ªa de dos tercios. Si no lo consigue, se convocar¨ªan elecciones (se requiere un plazo m¨ªnimo de 25 d¨ªas naturales), pero ser¨ªa Johnson quien decidir¨ªa la fecha y la amenaza de acabar yendo a las urnas cuando el Brexit se hubiera producido ya y no tuviera remedio. Un escenario que el propio primer ministro contempla con agrado, dado el viento a favor que le auguran las encuestas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Brexit
- Partido Conservador
- Boris Johnson
- Theresa May
- Partido Laborista
- Jeremy Corbyn
- Refer¨¦ndum UE
- Euroescepticismo
- Elecciones europeas
- Uni¨®n pol¨ªtica europea
- Refer¨¦ndum
- Europa occidental
- Elecciones
- Uni¨®n Europea
- Ideolog¨ªas
- Partidos pol¨ªticos
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Pol¨ªtica
- Reino Unido