Los planes alternativos para la frontera de Irlanda que pueden salvar el Brexit de Boris Johnson

La descarada tendencia de Boris Johnson a saltarse en su propia conveniencia las reglas del juego puede acabar siendo la soluci¨®n al embrollo del Brexit. Eso, y la sensaci¨®n de urgencia y v¨¦rtigo que comparten Londres y Bruselas a medida que se acerca la fecha del 31 de octubre.

Desde el principio, el mayor obst¨¢culo para que la C¨¢mara de los Comunes diera su visto bueno a un acuerdo con la UE fue el llamado backstop, la salvaguarda irlandesa impuesta por los 27 para evitar una frontera f¨ªsica entre la Rep¨²blica de Irlanda y el Ulster. Se trataba de un mecanismo de seguridad para evitar un futuro flanco d¨¦bil en las fronteras comunitarias.

La Rep¨²blica de Irlanda pertenece a la UE. Irlanda del Norte (Ulster) es territorio brit¨¢nico. El Acuerdo de Paz de Viernes Santo, de 1998, convirti¨® en invisible la demarcaci¨®n entre ambos pa¨ªses. Una sola isla para todos sus habitantes. Un afortunado espejismo para olvidar d¨¦cadas de violencia terrorista. Una soluci¨®n perfecta, mientras el Reino Unido sea parte de la Uni¨®n Europea. El Brexit, sin embargo, tra¨ªa consigo la necesidad de nuevos controles fronterizos y de aduanas. Y con ello, la amenaza de resucitar viejos fantasmas.

El artificio acordado con Bruselas por la ex primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, mantendr¨ªa a todo el Reino Unido dentro de la uni¨®n aduanera de la UE el tiempo necesario hasta dar con una soluci¨®n definitiva para la frontera. Una propuesta indigerible para los conservadores euroesc¨¦pticos, como Johnson, que lo convirtieron en anatema. La integridad territorial del Reino Unido no est¨¢ en juego, clamaban. Las diferentes "propuestas alternativas" manejadas por el Gobierno brit¨¢nico, una combinaci¨®n de tecnolog¨ªa y leyes para preservar el control sin levantar una nueva frontera, fueron descartadas como "poco realistas", "futuristas" o bienintencionadas por los negociadores comunitarios.

?Qu¨¦ ha cambiado ahora para que las "propuestas alternativas" se vean con ojos m¨¢s ben¨¦volos por Bruselas? Ha llegado a Downing Street un primer ministro con claras credenciales antieuropeas al que los euroesc¨¦pticos est¨¢n dispuestos a tolerar m¨¢s cesiones. Los pron¨®sticos econ¨®micos agravan las consecuencias de un Brexit sin acuerdo y la fecha oficial, el 31 de octubre (con un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020 en el que el backstop no se aplicar¨ªa), est¨¢ a la vuelta de la esquina. Ha quedado claro para todos los actores pol¨ªticos que el Parlamento brit¨¢nico nunca dar¨¢ luz verde al backstop. Los empresarios y el sector financiero, siempre dispuestos a escoger el mal menor, empiezan a ver en la salvaguarda irlandesa m¨¢s desventajas que beneficios. Y la UE, en palabras del presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, empieza a aflojar su querencia con el backstop. "Si logramos los objetivos perseguidos, todos ellos, ya no veo necesaria la salvaguarda. Era una garant¨ªa, no un fin en s¨ª misma", ha dicho.

Bruselas recibi¨® este mi¨¦rcoles una propuesta por escrito de la comisi¨®n parlamentaria creada en Westminster para explorar v¨ªas para el Brexit. El grupo es t¨¦cnico y pol¨ªtico y est¨¢ compuesto tanto por diputados tories como laboristas. La propuesta, hasta el momento, no es p¨²blica, pero con toda seguridad contendr¨¢ gran parte de las ideas que esa comisi¨®n parlamentaria puso en pie el pasado mes de junio.

Se propone varias metas. En primer lugar, preservar la invisibilidad de la frontera entre las dos Irlandas para asegurar la paz. En segundo lugar, combinar todas las respuestas tecnol¨®gicas, legales y procedimentales ya ensayadas en otros lugares del mundo (por ejemplo Australia y Nueva Zelanda) para conseguir una soluci¨®n que encaje en la relaci¨®n entre el Reino Unido e Irlanda. En tercer lugar, establecer un l¨ªmite temporal de tres a?os para que el operativo est¨¦ a pleno rendimiento. Y en cuarto, apelar a la buena voluntad de las partes para que los fondos econ¨®micos necesarios y el impulso legal requerido lleguen a tiempo. "Creo que en estas propuestas radica la soluci¨®n y que cualquier acuerdo debe alcanzarse con arreglo a ellas. Todo depender¨¢ definitivamente de la voluntad pol¨ªtica. Es necesario que todos los actores se muevan en sus planteamientos: Londres, Bruselas, Dubl¨ªn y Belfast. Pero sobre esta base es posible alcanzar un compromiso favorable", ha explicado a EL PA?S Greg Hands, el diputado conservador que preside la comisi¨®n.

Estas son algunas de las soluciones que propone la comisi¨®n de Westminster para reorientar su relaci¨®n con Irlanda:

?rea com¨²n de desplazamiento entre las dos Irlandas

La Rep¨²blica de Irlanda deber¨ªa renunciar a formar parte en un futuro del Acuerdo de Schengen -en el que en la actualidad no est¨¢ incluida-, que otorga libertad de movimiento a las personas dentro de los pa¨ªses que conforman ese espacio, y establecer con el Reino Unido un nuevo tratado bilateral de cooperaci¨®n para proteger el libre movimiento de ciudadanos entre los dos pa¨ªses.

Zonas especiales de comercio

Ser¨ªan acuerdos econ¨®micos especiales que podr¨ªan abarcar conjuntamente a la isla de Irlanda y la del Reino Unido y que facilitar¨ªan los tr¨¢mites aduaneros o de control reglamentario de la?mercanc¨ªa. Un ejemplo: la zona de seguridad alimentaria entre Australia y Nueva Zelanda.

Programa de transportistas de confianza

Los llamados trusted traders. Son compa?¨ªas de transporte con la reputaci¨®n y buenas pr¨¢cticas necesarias para que se les presuponga un absoluto cumplimiento de las leyes aduaneras. Confiando en su buena fe se reducir¨ªan los controles necesarios a las mercanc¨ªas transportadas por estas compa?¨ªas. Ser¨ªa la soluci¨®n ¨®ptima para las grandes empresas, a la vez que estimular¨ªa a los peque?os empresarios a crear sus propios consorcios de transportistas de confianza.

Unidades de control epidemiol¨®gico

Es la primera propuesta surgida del Gobierno Johnson que hace referencia a un asunto tan delicado como el comercio agroalimentario. Se trata de crear un solo espacio compuesto por las dos islas, donde el seguimiento de productos y animales se haga bajo las mismas reglas, con los mismos mecanismos de trazabilidad y control.

Control aduanero en origen y destino

Formularios ya utilizados en la pr¨¢ctica, en los que la declaraci¨®n de aduanas se hace en el punto de origen de las mercanc¨ªas (por ejemplo, Londres) y en el lugar del destino (por ejemplo, Dubl¨ªn). Las respectivas autoridades controlar¨¢n durante todo el recorrido los bienes, sin necesidad de parar en la frontera.

La mayor¨ªa de las propuestas de la comisi¨®n parlamentaria recogen mecanismos establecidos por la Organizaci¨®n Mundial del Comercio. Requieren pues de la aceptaci¨®n de Bruselas. Muchos de los planteamientos necesitan adem¨¢s de la buena voluntad del Ejecutivo comunitario para que Londres pueda tener acceso a sus bases de datos y a sus sistemas inform¨¢ticos.

Todo lo planteado era voluntarista hace unos meses. Hoy, la urgencia de un Brexit que se avecina lo ha convertido en una base realista sobre la que negociar aceleradamente.