La ¡®salvinizaci¨®n¡¯ de Matteo Renzi

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visit¨® la bas¨ªlica de san Francisco en As¨ªs hace apenas diez d¨ªas. Tras el trasiego espiritual y gastron¨®mico al que le sometieron los monjes, recibi¨® un valioso consejo de parte de uno de ellos, seg¨²n public¨® La Stampa. ¡°No se f¨ªe de ¨¦l, presidente. Es el demonio¡±. El premier, que ha aprendido a desconfiar de todo el mundo a una velocidad r¨¦cord en la pol¨ªtica italiana, no necesitaba que le recordasen la maquiav¨¦lica naturaleza de Matteo Renzi: la ha visto de cerca. El florentino maniobr¨® para hacer nacer un nuevo Gobierno entre el Partido Democr¨¢tico (PD) y el Movimiento 5 Estrellas este verano, luego provoc¨® un terremoto entre los socialdem¨®cratas, dio un portazo, fund¨® un nuevo partido y ha comenzado a torpedear al nuevo Ejecutivo. Conte sabe perfectamente que quiere su silla y que, como ya intent¨® sin ¨¦xito el l¨ªder de la Liga, tiene un plan para mov¨¦rsela. Renzi, en pocas palabras, se ha convertido en su nuevo Salvini.

Los parecidos entre los dos matteos, de muy distinto trazo pol¨ªtico, pero id¨¦ntico objetivo, empiezan a ser m¨¢s que razonables. Los dos lo ten¨ªan todo para reinar y dinamitaron su cr¨¦dito con operaciones suicidas. El florentino, con un refer¨¦ndum constitucional en diciembre de 2016 convertido en plebiscito; el l¨ªder de la Liga, con el intento de tumbar el Gobierno este verano sin prever las consecuencias. Crecidos por las encuestas y los aduladores, ambos erraron el momento y subestimaron al adversario. Ahora buscan recuperar el foco medi¨¢tico desesperadamente para volver al primer plano. Salvini tiene hoy alrededor de un 30% de apoyo en los sondeos y ha convocado una masiva manifestaci¨®n en Roma el s¨¢bado contra el Gobierno. Italia Viva, el nuevo partido de Renzi, no pasa del 5%, pero prepara su puesta de largo este fin de semana en Florencia. La semana ha sido suya.

El martes por la noche Rai 1 logr¨® sentarlos en un mismo plat¨® para darse de pu?etazos dial¨¦cticos despu¨¦s de que jugase la Selecci¨®n de Italia. En Italia no se televisaba un cara a cara de este nivel desde 2006, cuando se enfrentaron Romano Prodi y Silvio Berlusconi. La expectaci¨®n era m¨¢xima y ambos jugaron a lo que saben desde hace d¨¦cadas.

Salvini y Renzi se estrenaron en la televisi¨®n cuando eran adolescentes, nada menos que en La Ruleta de la Fortuna italiana. Y el martes, m¨¢s o menos, pudo verse lo mismo que en el debate. Un chico con una capacidad desbordante para la ret¨®rica, r¨¢pido y preparado, pero demasiado repelente y arrogante como para convencer. ¡°Tiene usted la mala suerte de estar delante de alguien que ha estudiado y sabe de lo que habla¡±. El otro, un oportunista, sin una licenciatura ni un trabajo conocido fuera de la pol¨ªtica, que habla al est¨®mago de la gente. ¡°Usted es un genio incomprendido. Ha hecho todo lo bueno, ha tra¨ªdo la paz, ha acabado con el hambre en el mundo, ha bajado los impuestos y ha inventado el crecepelo, pero los italianos no se han dado cuenta¡±, le respondi¨® Salvini en el ¨²nico directo que logr¨® conectar.

El debate lo gan¨® Renzi. En t¨¦rminos futbol¨ªsticos podr¨ªa ser un 2-1. Un resultado insuficiente para salir del pozo en el que se encuentra y recuperar la simpat¨ªa de los italianos. Sin embargo, el verdadero enemigo de ambos, tal y como record¨® el presentador, es Conte.

Renzi aspira a conquistar un votante de centro abandonado con su nuevo artefacto pol¨ªtico. Un perfil progresista, pero de car¨¢cter moderado y, en algunos casos, cat¨®lico. Exactamente la misma bandera que ondea Conte ¨²ltimamente para sobrevivir en el cargo. De hecho, el primer ministro se reuni¨® el pasado lunes con un grupo de ex militantes de la Democracia Cristiana en Avellino (N¨¢poles), donde fue recibido como el continuador m¨¢s claro que ha arrojado la escena pol¨ªtica italiana en los ¨²ltimos tiempos. La Conferencia Episcopal Italiana y el Vaticano, horrorizados con el uso propagand¨ªstico llevado a cabo por Salvini del catolicismo, tambi¨¦n ven en ¨¦l al hombre capaz de devolver vigor a ese acuerdo hist¨®rico entre la Iglesia y la pol¨ªtica en Italia.

El problema para el ex primer ministro es que su partido no tiene fuerza y ¨¦l carece de apoyo suficiente para iniciar una operaci¨®n de este tipo. Renzi trata de seducir a Luigi Di Maio, creen en el Palacio Chigi, haci¨¦ndole creer que Conte, en realidad, est¨¢ sentado en su sitio. Lo mismo que intent¨® hacer este verano Salvini, ofreci¨¦ndole el puesto de primer ministro si prolongaban la alianza y se deshac¨ªan de Conte. Los n¨²meros esta vez no cuadra. Pero un alto cargo del M5S le pregunt¨® hace unos d¨ªas c¨®mo pensaba hacerlo y, seg¨²n el peri¨®dico La Stampa, le contest¨® a la manera renziana. ¡°Te recuerdo que tumb¨¦ el gobierno Letta con diez diputados¡±, solt¨® en referencia a la operaci¨®n de palacio que le convirti¨® en primer ministro en febrero de 2014 sin pasar por las urnas y con menos apoyo en el Parlamento.