Abbas empez¨® a hacerse peque?os cortes en los brazos hace a?o y medio. Acababa de llegar a la isla griega de Lesbos desde Afganist¨¢n, en un viaje que emprendi¨® solo, sin familia ni amigos, y que dur¨® un mes. Con 16 a?os, hab¨ªa logrado alcanzar Europa. Pero en vez del espacio seguro que buscaba, esa Uni¨®n fundada en los derechos humanos y en la solidaridad, acab¨® en el campo de refugiados de Moria. No se imaginaba que estar¨ªa cuatro meses rodeado de alambradas con concertinas junto a miles de personas hacinadas ¡ªahora hay unas 15.000, en unas instalaciones concebidas para 2.800¡ª que tienen que hacer colas de horas para poder ir al ba?o, para comer, para que les vea un m¨¦dico, para que tramiten sus peticiones de asilo. Un lugar donde hace unos d¨ªas muri¨® de deshidrataci¨®n un beb¨¦ de nueve meses. ¡°Huimos de la guerra y de los bombardeos para seguir vivos, no para vivir en el infierno¡±, dice. Est¨¢ a punto de cumplir 18 a?os, y la miseria que ha conocido en Moria le ha arrancado la adolescencia. ¡°Aqu¨ª he llorado, me he cortado en los brazos, he intentado suicidarme, he bebido alcohol. Aqu¨ª me he hecho mayor¡±.
La autolesi¨®n de Abbas (nombre ficticio) no es una reacci¨®n aislada en un campo donde hay 1.100 menores solos, la mayor¨ªa en peque?as tiendas de campa?a entre los olivos. Abbas fue uno de los pocos que, tras cuatro meses, logr¨® alojamiento en un piso. Hoy deber¨ªa estar volando al Reino Unido para reunirse con su hermana, pero sigue atrapado en una mara?a burocr¨¢tica que le impide salir de la isla.
¡°Aqu¨ª he llorado, me he cortado en los brazos, he intentado suicidarme, he bebido alcohol. Aqu¨ª me he hecho mayor¡±
Abbas
edad 17 a?os
Lleg¨® solo a la isla de Lesbos hace un a?o y medio desde Afganist¨¢n. Pas¨® cuatro meses en el campo de refugiados de Moria, que define como ¡°un infierno¡± y despu¨¦s fue reubicado en un piso en la capital, Mitilene. Tiene una hermana en el Reino Unido que lo espera, pero sigue atrapado desde que lleg¨® en una mara?a burocr¨¢tica que le impide salir de las islas.
Moria no es s¨®lo el campo m¨¢s poblado e infame de Europa: es donde entran en colisi¨®n los intereses geopol¨ªticos de Turqu¨ªa ¡ªque aloja a 3,6 millones de refugiados sirios¡ª y los de la Uni¨®n Europea ¡ªcentrados en contener los flujos de personas, el tema m¨¢s visceral del debate p¨²blico en cada pa¨ªs¡ª. Donde la lentitud y el colapso del sistema de asilo griego se superpone a la incapacidad europea de pactar una respuesta com¨²n a qu¨¦ hacer con los refugiados. Donde miles de personas son sometidas a unas terribles condiciones de vida ¡ªy no solo desde ahora, cuando la situaci¨®n ha empeorado, sino desde hace a?os¡ª que solo han provocado palabras de indignaci¨®n y planes de alivio. Lo m¨¢s parecido a una decisi¨®n pol¨ªtica de erradicarlas lleg¨® la semana pasada, cuando el Gobierno griego anunci¨® el cierre de los campos para el a?o que viene, pero s¨®lo para sustituirlos por controvertidos centros cerrados. Por ahora, el invierno se acerca y lo que se ve en Moria es desesperaci¨®n.
Grecia ha vuelto a ser la frontera caliente del Mediterr¨¢neo. La isla griega de Lesbos, donde est¨¢ el campo, es la que recibe m¨¢s barcas neum¨¢ticas con personas de Afganist¨¢n, Siria, Congo, Irak. Vienen de la costa turca, de la orilla que se divisa ah¨ª enfrente.
Aumento de llegadas
En 2019, Grecia se ha convertido en la principal puerta de entradas irregulares a Europa por el Mediterr¨¢neo. Desde enero han llegado al pa¨ªs heleno 65.829 personas.
Italia
10.565
Bulgaria
2.033
Espa?a
28.796
Grecia
65.829
Malta
2.738
Chipre
1.183
Lesbos es la isla griega que m¨¢s llegadas ha recibido este a?o. De las 65.829 personas que llegaron a Grecia, un tercio lo hicieron a Lesbos.
Evros
13.110
GRECIA
Lesbos
23.170
TURQU?A
Chios
7.225
Samos
9.614
Kalymnos
492
Leros
3.786
Symi
2.268
Kos
5.585
Rodas
329
Castellorizo
237
No pueden abandonar las islas y seguir su camino hacia la UE por dos razones:
serbia
bulgaria
Kosovo
macedonia
albania
TURQU?A
GRECIA
2
La ruta de los Balcanes
est¨¢ cerrada.
MAR
egeo
1
La petici¨®n de asilo solo puede hacerse en las islas y puede durar meses.
MAR
MEDITERR?NEO
En la isla de Lesbos unas 15.000 personas hacinadas en el campo de Moria a poco m¨¢s de 20 kil¨®metros de Turqu¨ªa.
TURQU?A
Lesbos
24 km
Mitilene
Campo de Moria
Enero 2018
100 m
El campo de Moria comenz¨® a acoger refugiados en sus 58.000 m2 tras la llegada de casi un mill¨®n de sirios en 2015.
Noviembre 2019
100 m
En el ¨²ltimo a?o el campo ha crecido 38.000 m2, hasta casi alcanzar los 100.000, y acoge ahora a 15.000 personas.
Fuente: ACNUR y Google Earth.
Aumento de llegadas
En 2019, Grecia se ha convertido en la principal puerta de entradas irregulares a Europa por el Mediterr¨¢neo. Desde enero han llegado al pa¨ªs heleno 65.829 personas.
Italia
10.565
Bulgaria
2.033
Espa?a
28.796
Grecia
65.829
Malta
2.738
Chipre
1.183
Lesbos es la isla griega que m¨¢s llegadas ha recibido este a?o. De las 65.829 personas que llegaron a Grecia, un tercio lo hicieron a Lesbos.
Evros
13.110
GRECIA
Lesbos
23.170
TURQU?A
Chios
7.225
Samos
9.614
Kalymnos
492
Leros
3.786
Symi
2.268
Kos
5.585
Rodas
329
Castellorizo
237
No pueden abandonar las islas y seguir su camino hacia la UE por dos razones:
serbia
bulgaria
Kosovo
macedonia
albania
TURQU?A
GRECIA
2
La ruta de los Balcanes
est¨¢ cerrada.
MAR
egeo
1
La petici¨®n de asilo solo puede hacerse en las islas y puede durar meses.
MAR
MEDITERR?NEO
En la isla de Lesbos unas 15.000 personas hacinadas en el campo de Moria a poco m¨¢s de 20 kil¨®metros de Turqu¨ªa.
TURQU?A
Lesbos
24 km
Mitilene
Campo de Moria
Enero 2018
100 m
El campo de Moria comenz¨® a acoger refugiados en sus 58.000 m2 tras la llegada de casi un mill¨®n de sirios en 2015.
Noviembre 2019
100 m
En el ¨²ltimo a?o el campo ha crecido
38.000 m2, hasta casi alcanzar los 100.000,
y acoge ahora a 15.000 personas.
Fuente: ACNUR y Google Earth.
Aumento de llegadas
En 2019, Grecia se ha convertido en la principal puerta de entradas irregulares a Europa por el Mediterr¨¢neo. Desde enero han llegado al pa¨ªs heleno 65.829 personas.
Italia
10.565
Bulgaria
2.033
Espa?a
28.796
Grecia
65.829
Malta
2.738
Chipre
1.183
Lesbos es la isla griega que m¨¢s llegadas ha recibido este a?o. De las 65.829 personas que llegaron a Grecia, un tercio lo hicieron a Lesbos.
Evros
13.110
GRECIA
Lesbos
23.170
MAR
egeo
TURQU?A
Chios
7.225
Samos
9.614
Kalymnos
492
Leros
3.786
Symi
2.268
Kos
5.585
MAR
MEDITERR?NEO
Castellorizo
237
Rodas
329
No pueden abandonar las islas y seguir su camino hacia la UE por dos razones:
serbia
Kosovo
bulgaria
macedonia
1
La petici¨®n de asilo solo puede hacerse en las islas y puede durar meses.
albania
GRECIA
2
La ruta de los Balcanes
est¨¢ cerrada.
TURQU?A
MAR
egeo
MAR
MEDITERR?NEO
TURQU?A
Lesbos
24 km
Campo de Moria
Mitilene
Enero 2018
Noviembre 2019
100 m
El campo de Moria comenz¨® a acoger refugiados en sus 58.000 m2 tras la llegada de casi un mill¨®n de sirios en 2015.
En el ¨²ltimo a?o el campo ha crecido
38.000 m2, hasta casi alcanzar los 100.000, y acoge ahora a 15.000 personas.
Fuente: ACNUR y Google Earth.
El paseo mar¨ªtimo de la capital de Lesbos, Mitilene, est¨¢ lleno de caf¨¦s, hoteles y terrazas desde donde los cruceros tur¨ªsticos que se ven llegar contrastan con las patrulleras militares de Frontex. La transici¨®n entre esta Europa y la de Moria es brutal. En los ocho kil¨®metros de carretera junto al mar que las separan se pasa por un castillo medieval, un Lidl, un bonito pueblecito pesquero. Poco a poco se ven grupos de refugiados que van y vienen caminando y, entre los olivos, surge la inmensidad del campo improvisado que rodea las instalaciones oficiales, custodiadas por un muro y verjas coronadas por espirales de concertinas.
Las entradas al recinto vallado est¨¢n vigiladas, y siempre hay junto a ellas un furg¨®n policial. Una cuesta por la que baja un hilo de agua sucia que huele a podrido separa la zona de tiendas de campa?a de la pared del complejo. A un lado, ropa tendida y cr¨ªos intentando llenar botellas de pl¨¢stico en una fuente situada junto a unas letrinas. Del otro, un muro. Al fondo, m¨¢s tiendas de campa?a, basura por todas partes, el humo negro que sale de agujeros en el suelo que funcionan como hornos de pan.
Moria est¨¢ lleno de ni?os. Juegan en la tierra con palos, van de la mano de sus padres sorteando la porquer¨ªa del suelo con sus peque?as chanclas. Otros se entretienen arrastrando a dos beb¨¦s en cajas de fruta atadas con cuerdas. No van al colegio, s¨®lo una minor¨ªa puede ir al pu?ado de escuelas creadas por ONG. La siria Rim, de 24 a?os, y su marido Naim, de 34, viven en una peque?a tienda entre los ¨¢rboles con sus cuatro hijos. El menor es un beb¨¦ que duerme dentro. Los otros tienen 12, 10 y 5 a?os. Ellos ya eran desplazados por la guerra en su pa¨ªs, y vinieron desde Idlib en septiembre huyendo de los combates. En la zona de tiendas de campa?a, donde vive esta familia, M¨¦dicos sin Fronteras calcula que tan s¨®lo hay una ducha por cada 506 personas y un retrete por cada 210.
El padre, Naim, ha salido a las cinco de la ma?ana para conseguir el desayuno ¡ªagua y un bollo para cada uno¡ª y ha vuelto a las ocho, explica. En ocasiones, despu¨¦s de hacer la cola ya no queda nada. El d¨ªa a d¨ªa en Moria consiste en esperar horas para poder comer, beber, orinar, lavarse, tramitar documentos. A las dos de la tarde, en el recinto amurallado, cientos de personas, sobre todo hombres, se agolpan en unos pasillos techados bajo la mirada de un polic¨ªa con mascarilla. Hay tensi¨®n, gritos. La gente vuelve con bandejas de legumbres del tama?o de las raciones de avi¨®n y un pan redondo encima.
Pero lo peor llega por las noches. ¡°Nadie duerme, pasamos miedo¡±, dice Rim. Hay peleas, gritos, robos. A ellos les rajaron la tienda y les quitaron el m¨®vil, uno de los objetos m¨¢s valiosos: perderlo es perder el contacto con la familia y con el mundo fuera de aqu¨ª. Un hombre se suma a la conversaci¨®n y explica que fue a acompa?ar a su esposa al ba?o ¡ªvarias explican que no pueden salir de las tiendas de noche hasta la letrina por miedo a agresiones sexuales¡ª y le hirieron cuando le intentaron quitar el tel¨¦fono, dice mientras se remanga el pantal¨®n y muestra un par de cortes.
La decisi¨®n de mantener en condiciones extremas a miles de personas ha terminado en desastre en varias ocasiones. A finales de agosto, un chaval de 15 a?os muri¨® apu?alado y otros dos fueron heridos en la llamada zona segura del campo, un ¨¢rea de acceso restringido donde apenas unos 70 menores reciben la atenci¨®n de abogados, trabajadores sociales, tutores y psic¨®logos. En septiembre, un ni?o de cinco a?os muri¨® atropellado por un cami¨®n cuando jugaba escondido dentro de una caja. Diez d¨ªas despu¨¦s, una mujer falleci¨® en un incendio y se desencaden¨® una protesta despu¨¦s por las condiciones del campo que fue reprimida con gases lacrim¨®genos.
Esa sensaci¨®n de inseguridad afecta m¨¢s a los ni?os, sobre todo si est¨¢n traumatizados por la guerra. Rim est¨¢ preocupada por su familia. Cuenta que su hija menor, de diez a?os, tiene p¨¢nico de cualquier sonido fuerte y se asusta de noche y llora. Esa reacci¨®n empez¨® en Idlib por los bombardeos, pero la madre explica que, en el caso del ni?o de cinco a?os, se ha agravado. Su hijo empieza a llorar y tiembla cuando pasa un avi¨®n. ¡°Lo ¨²nico que quiero es salir de este campo¡±, dice ella.
Ese es el anhelo de todos los que viven en Moria. Hoy lo lograr¨¢n decenas de familias. Son las cinco de la tarde y por la cuesta que funciona como calle principal del campo se van colocando con bolsas de supermercado, maletas y poco m¨¢s. Van a ser transferidos a otros campos de refugiados en Grecia continental para seguir con sus procedimientos de asilo. Unos dicen que van a Atenas. Otros no tienen la menor idea de ad¨®nde los llevan: les basta con saber que salen de aqu¨ª. Un grupo de sursudaneses se hace selfis mientras gritan de alegr¨ªa: ¡°Bye, bye Moria!¡±. Algunos chavales cantan y bailan de alegr¨ªa.
El Gobierno griego est¨¢ acelerando estos traslados a otras instalaciones en el continente, en principio m¨¢s adecuadas, y ha anunciado que hasta finales de a?o mover¨¢ a unas 20.000 personas. Atiende as¨ª a la ¡°necesidad urgente¡± que se?ala la Comisi¨®n Europea, perfectamente consciente de la situaci¨®n, de ¡°descongestionar¡± las islas griegas, donde hay atrapadas 39.000 personas porque solo all¨ª pueden registrarse y tramitar sus solicitudes de asilo, a menos que sean trasladadas por el Gobierno. El comisario saliente de Migraci¨®n, el griego Dimitris Avramopoulos, habl¨® de todo esto hace 10 d¨ªas. Recit¨® los programas de apoyo y los millones que la UE ha bombeado a Grecia, para pedirle despu¨¦s que deporte a m¨¢s personas de vuelta a Turqu¨ªa y que tome medidas ante el invierno. ¡°Las im¨¢genes de personas vulnerables abandonadas en el fr¨ªo que hubo en el pasado han sido una verg¨¹enza colectiva para Europa. No podemos tener un invierno as¨ª¡±, dijo en Bruselas, para recordar que ¡°la migraci¨®n y su gesti¨®n ponen a prueba cada d¨ªa los valores y principios sobre los que Europa est¨¢ construida¡±. En Moria fracasan, cada d¨ªa. Y no s¨®lo los valores, tambi¨¦n las pol¨ªticas.
En apenas unos meses entre 2015 y 2016, llegaron a Grecia m¨¢s de un mill¨®n de refugiados, la mayor¨ªa sirios que hu¨ªan de la guerra, rumbo al resto de Europa. Lo hicieron cuando el pa¨ªs atravesaba la peor crisis econ¨®mica de su historia, de la que a¨²n trata de recuperarse. Con la ruta de los Balcanes cerrada, desde entonces la Uni¨®n Europea ha sido incapaz de reformar su sistema com¨²n de asilo y de establecer mecanismos de solidaridad entre Estados: la f¨®rmula de cuotas que hubo para reubicar a refugiados desde Grecia e Italia expir¨® en 2017. En lo que s¨ª se ha empleado es en sellar sus fronteras exteriores. En 2016, la UE hizo un pacto con Turqu¨ªa para taponar el flujo oriental a cambio de 6.000 millones de euros. Aunque el volumen de personas que entra es radicalmente inferior, tres a?os despu¨¦s del acuerdo, la l¨®gica europea de externalizaci¨®n y contenci¨®n falla: Grecia vuelve a ser el principal punto de entrada irregular a Europa del Mediterr¨¢neo, con m¨¢s llegadas que Espa?a, Italia y Malta juntas, y miles de personas permanecen atrapadas en las islas, casi la mitad sufriendo en Moria.
El escenario griego
De un total de 65.829 llegadas en 2019,
52.719 han sido por mar, mientras que
13.110 fueron por tierra.
80,1%
19,9%
Desde 2014 han alcanzado a las costas
griegas un total de 1.217.266 personas.
Entre agosto de 2015 y marzo de 2016 llegaron a Grecia 878.072 personas.
Acuerdo UE-Turqu¨ªa para sellar la ruta desde Turqu¨ªa en marzo de 2016.
En 2019 se ha vivido un repunte de las llegadas a Grecia desde costas turcas.
2014
2015
2016
2017
2018
2019
Este septiembre ha sido el mes en el
que m¨¢s personas han llegado a las
costas griegas desde el acuerdo
con Turqu¨ªa.
En septiembre de este a?o llegaron 12.530 personas, m¨¢s de el doble que en septiembre de 2018.
2015
2016
+121,3%
2018
E
F
M
A
M
J
J
A
S
O
N
D
Quienes llegaron por mar este a?o
proced¨ªan de:
16.861
12.452
5.781
3.293
3.004
2.515
806
197
114
89
25
Fuente: ACNUR
El escenario griego
De un total de 65.829 llegadas en 2019,
52.719 han sido por mar, mientras que 13.110
fueron por tierra.
80,1%
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Desde 2014 han alcanzado a las costas
griegas un total de 1.217.266 personas.
Entre agosto de 2015 y marzo de 2016 llegaron a Grecia 878.072 personas. Solo en octubre fueron 211.663.
Acuerdo UE-Turqu¨ªa para sellar la ruta desde Turqu¨ªa en marzo de 2016.
En 2019 se ha vivido un repunte de las llegadas a Grecia desde costas turcas.
2014
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Este septiembre ha sido el mes en el que
m¨¢s personas han llegado a las costas
griegas desde el acuerdo con Turqu¨ªa.
En septiembre de este a?o llegaron 12.530 personas, m¨¢s de el doble que en septiembre de 2018.
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proced¨ªan de:
16.861
12.452
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Fuente: ACNUR
El escenario griego
De un total de 65.829 llegadas en 2019, 52.719 han sido por mar,
mientras que 13.110 fueron por tierra.
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Desde 2014 han alcanzado a las costas griegas un total
de 1.217.266 personas.
Entre agosto de 2015 y marzo de 2016 llegaron a Grecia 878.072 personas. Solo en octubre fueron 211.663.
En 2019 se ha vivido un repunte de las llegadas a Grecia desde costas turcas.
Acuerdo UE-Turqu¨ªa para sellar la ruta desde Turqu¨ªa en marzo de 2016.
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Este septiembre ha sido el mes en el que m¨¢s personas han
llegado a las costas griegas desde el acuerdo con Turqu¨ªa.
En septiembre de este a?o llegaron 12.530 personas, m¨¢s de el doble que en septiembre de 2018.
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16.861
12.452
5.781
3.293
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806
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25
Fuente: ACNUR
El escenario griego
De un total de 65.829 llegadas en 2019, 52.719 han sido por mar, mientras
que 13.110 fueron por tierra.
80,1%
19,9%
Desde 2014 han alcanzado las costas griegas un total de 1.217.266 personas.
Entre agosto de 2015 y marzo de 2016 llegaron a Grecia 878.072 personas. Solo en octubre fueron 211.663.
En 2019 se ha vivido un repunte de las llegadas a Grecia desde costas turcas.
Acuerdo UE-Turqu¨ªa para sellar la ruta desde Turqu¨ªa en marzo de 2016.
2014
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Este septiembre ha sido el mes en el que m¨¢s personas han llegado a las costas
griegas desde el acuerdo con Turqu¨ªa.
En septiembre de este a?o llegaron 12.530 personas, m¨¢s de el doble que en septiembre de 2018.
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Quienes llegaron por mar este a?o proced¨ªan de:
16.861
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Fuente: ACNUR
En Grecia gobierna desde julio la derecha, y el discurso hacia los migrantes se ha endurecido. El Ejecutivo lleva un mes tomando decisiones con rapidez: traslados, nuevas leyes de asilo mucho m¨¢s restrictivas, creaci¨®n de campos cerrados para disuadir y controlar los movimientos de quienes llegan y llevar a la m¨¢xima capacidad las 28 instalaciones que ya existen. Desde 2015, la UE ayuda con 2.200 millones al pa¨ªs a manejar el flujo migratorio y las condiciones en las que recibe a quienes llegan. ¡°No es solo una cuesti¨®n de dinero. Se trata de cu¨¢nta gente se supone que vas a acoger, durante cu¨¢nto tiempo y en qu¨¦ condiciones. No controlamos las llegadas¡±, explica por tel¨¦fono Manos Logothetis, el secretario especial griego para la Recepci¨®n. En la otra orilla est¨¢ Turqu¨ªa, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunciando cada cierto tiempo que va a ¡°abrir las puertas¡± a los refugiados hacia Europa. ¡°Cada vez que lo dice un refugiado o inmigrante que est¨¢ en Turqu¨ªa no escucha eso¡±, afirma Logothetis. ¡°Lo que oye es: ¡®ya he abierto la frontera¡±. Grecia quiere ahora devolver a Turqu¨ªa a 10.000 personas sin derecho a protecci¨®n internacional para finales de 2020, cuando en tres a?os ha retornado a solo 2.000. ?Por qu¨¦? ¡°La Administraci¨®n anterior [el Gobierno izquierdista de Syriza] cre¨ªa que todos los que vienen son refugiados, y si crees eso, no quieres devolverlos a Turqu¨ªa. Nosotros decimos que hay muchos refugiados y muchos inmigrantes tambi¨¦n¡±.
Las nuevas leyes de asilo responden, dice Logothetis, ¡°a razones humanitarias¡±. El objetivo declarado es agilizar la burocracia que requieren las solicitudes de refugio y acelerar las deportaciones a Turqu¨ªa. En cambio, varias ONG y ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, han denunciado que esas leyes privan de derechos a los refugiados, les dificultan la posibilidad de apelar un rechazo y ampl¨ªan de tres meses a un a?o y medio el tiempo en el que pueden ser detenidos.
Logothetis pide a la UE que se reforme el sistema europeo de asilo, que vuelva a haber un programa para reubicar en otros pa¨ªses a solicitantes de protecci¨®n internacional en Grecia y que ¡°se empiece a hablar de un sistema com¨²n para retornar personas a su pa¨ªs de origen¡±. ¡°Somos un pa¨ªs peque?o y no tenemos acuerdos bilaterales con otros Estados¡±, dice. ¡°As¨ª resolvemos el problema migratorio y de asilo de Europa como Europa, y no como cada pa¨ªs individual con sus caracter¨ªsticas¡±. El responsable de la acogida griego afirma: ¡°Es una verg¨¹enza para un pa¨ªs europeo tener un campo como el de Moria, pero es [tambi¨¦n] una verg¨¹enza para Europa tener campos as¨ª. Tenemos que encontrar una forma en la que la capacidad sea mayor que las llegadas. Ahora nuestra capacidad es muy inferior, pero el truco es: si aumentas la capacidad, en realidad est¨¢s diciendo a la otra parte que est¨¢s preparado para [recibir] m¨¢s. Nunca ganas en esta batalla¡±.
Quienes como Mariam logran llegar a Moria despu¨¦s de un viaje desde Afganist¨¢n sola con dos ni?os peque?os, cuentan que, en cuanto cruzan el mar desde Turqu¨ªa, creen haber ganado. Luego se encuentran con este lugar. Tiene 30 a?os y ha venido con sus hijos a la cl¨ªnica pedi¨¢trica que M¨¦dicos Sin Fronteras tiene frente al campo. Uno de ellos tiene fiebre desde hace d¨ªas, y cuenta que todo est¨¢ tan sucio que sus ni?os enferman. Su esperanza, dice entre l¨¢grimas, es que los env¨ªen ¡°a un sitio mejor. En Grecia o donde sea¡±. Una portavoz de la ONG explica que muchas de las enfermedades que ven se pueden tratar, pero empeoran en cuanto regresan a ese entorno, al barro, a no comer ni dormir bien.
En medio del barullo triste del campo, hay un lugar m¨¢s gris, m¨¢s cerrado y blindado ¡ªcon seguridad privada¡ª de cuantos se ven aqu¨ª. El sitio m¨¢s inexpugnable de Moria resulta ser la oficina de asilo. En la valla se agolpan una veintena de personas con documentos en la mano. Ah¨ª dentro se decide el destino de quienes llevan en la isla meses o a?os pendientes de un abismo de papeleos y entrevistas, con tr¨¢mites que muchos apenas entienden. Faltan m¨¦dicos, traductores, abogados. Para los adolescentes que vienen solos, como Abbas, que al menos tiene una hermana en el Reino Unido con la que puede ir a vivir, esa incertidumbre legal se une a la frustraci¨®n. ¡°Echan de menos a sus familias. Est¨¢n muy tristes y enfadados contra todo, sobre todo los de entre 10 y 13 a?os¡±, explica una psic¨®loga de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM) que tiene un programa con menores. S¨®lo pueden atender a unos 70 en esa zona segura, con casos de tortura, violaciones durante el viaje, v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas. ¡°Algunos han sido separados de sus padres durante el trayecto porque son detenidos en la frontera, por ejemplo. Otros han trabajado desde los cinco a?os y quieren seguir haci¨¦ndolo, as¨ª que les decimos: ¡®perm¨ªtete ser un ni?o. No es tu responsabilidad¡±. Ella es consciente de que tratar los traumas lleva mucho tiempo, pero a trav¨¦s de actividades intentan ayudarles ¡°a manejar la realidad¡±.
Otros 250 menores viven en un par de secciones especiales donde se les da una m¨ªnima parte de la protecci¨®n estatal que necesitan. Duermen en literas, en barracones ubicados en una zona de aspecto opresivo, rodeados de vallas y con polic¨ªas en la puerta. Pero la gran mayor¨ªa de los adolescentes y los chavales que hay en Moria no tiene ning¨²n apoyo. Jalalabad, un afgano de 18 a?os que en su pa¨ªs trabajaba en una granja, tiene el brazo escayolado. Su padre est¨¢ enfermo y ¨¦l, al ver que no le pod¨ªa mandar nada para ayudarlo despu¨¦s de un mes en Moria, se golpe¨® el brazo de rabia y se lo fractur¨®. ¡°Prefiero morirme antes que seguir aqu¨ª¡±, dice completamente serio.
El reci¨¦n llegado Abdul, un chaval sirio de 17 a?os t¨ªmido y de aspecto decidido, tiene un objetivo fijo. Huy¨® ¨¦l solo hace dos meses de Idlib con una mochila donde llevaba dos pantalones y una sudadera. Escap¨® de un tiroteo en la frontera sirio-turca, donde asegura que una mujer muri¨® delante de ¨¦l, fue detenido cinco d¨ªas en Turqu¨ªa y al tercer intento cruz¨® en un bote a Lesbos. Ese fue uno de los peores tramos del viaje, dice, porque no sabe nadar ¡°y el agua es muy oscura¡±. Vive en una de las tiendas de campa?a y no para de repetir que tiene que ir a Alemania porque all¨ª est¨¢n sus hermanos, que le han ido pagando el viaje y le esperan. Lleva sus papeles doblados en una bolsa de pl¨¢stico. ¡°Nunca pens¨¦ que Europa ser¨ªa como Moria, pero en cuanto llegue a Alemania todo ir¨¢ bien¡±. Quiere ser m¨¦dico.
CR?DITOS:
Redacci¨®n: Silvia Blanco
Imagen y fotograf¨ªa: Carlos Rosillo
Coordinaci¨®n y formato: J. A. Auni¨®n
Dise?o: Ana Fern¨¢ndez
Frontend: Nelly Natal¨ª S¨¢nchez
Edici¨®n de v¨ªdeo: Paula Casado
Infograf¨ªa: Artur Galocha