¡°Voy a votar y votar¨¦ de nuevo el domingo que viene, si no muero¡±
Casi 48 millones de franceses est¨¢n convocados a elecciones municipales pese al avance del coronavirus. La participaci¨®n desciende sensiblemente respecto a 2014
A Jacotte nadie ni nada, y mucho menos un virus, le va a quitar las ganas de vivir al m¨¢ximo lo que le quede de tiempo, dice esta parisina de 83 a?os. Y de cumplir con lo que considera una ¡°responsabilidad¡±: votar a pesar de la amenaza del coronavirus que ha llevado al Gobierno de Emmanuel Macron a cerrar desde este domingo todos los comercios ¡°no indispensables¡± y a llamar a los ciudadanos a permanecer en casa¡ salvo para acudir este ...
A Jacotte nadie ni nada, y mucho menos un virus, le va a quitar las ganas de vivir al m¨¢ximo lo que le quede de tiempo, dice esta parisina de 83 a?os. Y de cumplir con lo que considera una ¡°responsabilidad¡±: votar a pesar de la amenaza del coronavirus que ha llevado al Gobierno de Emmanuel Macron a cerrar desde este domingo todos los comercios ¡°no indispensables¡± y a llamar a los ciudadanos a permanecer en casa¡ salvo para acudir este domingo a las urnas a votar a sus alcaldes y alcaldesas.
¡°Si se es responsable, se vota. Si no estamos contentos con lo que pasa, hay que decirlo, y se dice en las urnas. Yo voto hoy a los ecologistas. Y en la segunda vuelta ya ver¨¦. Si no me he muerto¡±, se re¨ªa Jacotte, que aseguraba ¡°no estar obsesionada¡± con la amenaza del coronavirus a pesar de pertenecer a la poblaci¨®n en riesgo, antes de entrar a primera hora de la ma?ana a su colegio electoral en el distrito 14, en el sur de Par¨ªs.
Tambi¨¦n para Marie-Lia, de 60 a?os, votar en esta jornada en la que estaban llamados a las urnas casi 48 millones de franceses constituye ¡°un deber ciudadano¡±. Aunque reconoc¨ªa tener ¡°miedo¡±, por lo que iba ¡°con cuidado¡±. En la mano, su propio bol¨ªgrafo, como dictan las recomendaciones del Ministerio del Interior, que tambi¨¦n pidi¨® mantener una distancia de un metro en las filas de espera, marcar en el suelo la separaci¨®n de seguridad ante las mesas de votaci¨®n y lavarse las manos con agua y jab¨®n o gel nada m¨¢s ingresar en la sala de voto, entre otros. A las puertas de los colegios, los guardias vigilaban para que la seguridad se respetara y alertaban cuando algunos electores se distra¨ªan y al avanzar la fila se acercaban demasiado al vecino de delante.
De su centro electoral sal¨ªa Chanthara, un franc¨¦s de origen asi¨¢tico de 67 a?os, frot¨¢ndose las manos tras volver a utilizar el gel antes de regresar a la calle, camino a casa directamente. Porque aunque decidi¨® acudir a votar ¡°porque es de buen ciudadano¡±, a partir de ahora piensa respetar todas las consignas del Gobierno y quedarse en casa lo m¨¢ximo posible. ¡°Hay mucho que hacer en casa y hay que respetar las instrucciones, para ayudar a todos¡±, explic¨®. Un ejemplo que siguieron pocos. En un d¨ªa inusualmente soleado y c¨¢lido en buena parte de Francia, muchos ciudadanos volvieron a salir en masa a pasearse por parques, avenidas y hasta mercados, mezcl¨¢ndose mayores y ni?os y sin guardar distancia de seguridad alguna.
Con 5.423 casos, seg¨²n el ¨²ltimo recuento oficial, y 127 muertos, Francia es uno de los pa¨ªses europeos m¨¢s afectados por el coronavirus. Tras una jornada en que la consigna de evitar concentraciones de m¨¢s de cien personas fue ignorada tanto por manifestantes ¡ªcientos de chalecos amarillos salieron a protestar por Par¨ªs¡ª como por ciudadanos que siguieron acudiendo en masa a bares, teatros y restaurantes, el primer ministro, ?douard Philippe, orden¨® el s¨¢bado el cierre desde la medianoche de todas las tiendas salvo las de alimentaci¨®n, farmacias, estancos, bancos y gasolineras, entre otros servicios ¡°indispensables¡±.
¡°Debemos mostrar, todos juntos, m¨¢s disciplina en la aplicaci¨®n de las medidas¡±, dijo. ¡°Lo que debemos hacer en este momento es sencillamente evitar al m¨¢ximo concentrarnos, limitar las reuniones familiares y de amigos, no usar el transporte p¨²blico salvo para ir al trabajo y solamente si la presencia f¨ªsica en el trabajo es indispensable, salir de casa solo para hacer las compras esenciales, hacer un poco de ejercicio o votar¡±, inst¨®, visiblemente sin gran ¨¦xito.
Philippe fue uno de los primeros pol¨ªticos en depositar su voto, en la ciudad de Le Havre en la que volv¨ªa a ser candidato a alcalde, minutos despu¨¦s de la apertura de los colegios electorales en toda Francia, a las ocho de la ma?ana. Tambi¨¦n en Par¨ªs algunos candidatos, como la socialista Anne Hidalgo, que aspira a renovar mandato, o la candidata de Macron, Agn¨¨s Buzyn, acudieron a primera hora a las urnas. El presidente, que vota en la localidad de Le Touquet, en el norte de Francia, lo hizo pasado el mediod¨ªa. ¡°Soy el garante de la seguridad y salud de nuestros ciudadanos, pero tambi¨¦n de la vida democr¨¢tica del pa¨ªs¡±, justific¨®, tras votar, la decisi¨®n de mantener las elecciones.
La gran duda de la jornada es la tasa de participaci¨®n. Las ¨²ltimas encuestas indicaban que el 37% de los franceses pensaba abstenerse por el coronavirus. Y las primeras cifras oficiales apuntaban a esa tendencia: seg¨²n el Ministerio del Interior, hasta las 12 del mediod¨ªa, la tasa de participaci¨®n era de 18,38%, muy por debajo del 23,16% registrado a la misma hora en las municipales de 2014, cuando la abstenci¨®n ya registr¨® un r¨¦cord hist¨®rico. La cadena BFM TV anticipaba una abstenci¨®n de hasta 56%. Algunos colegios electorales ya constataban desde la ma?ana una menor afluencia. La etiqueta #jeniraipasvoter (no voy a votar) se populariz¨® el domingo en las redes sociales, mientras aumentaban tambi¨¦n las cr¨ªticas ¡ªmuy veladas hasta la v¨ªspera¡ª contra el Gobierno por mantener, pese a la aceleraci¨®n de los casos y el endurecimiento de las consignas, las elecciones.
Severin, un alem¨¢n de 30 a?os que lleva dos viviendo en Par¨ªs, reconoc¨ªa que dud¨® sobre si ir a votar o no. Al final, lo hizo, porque la posibilidad de votar en las elecciones municipales siendo un extranjero es ¡°un privilegio europeo¡± al que no quiere renunciar. Comprende tambi¨¦n que al Gobierno le haya sido dif¨ªcil aplazar o anular la expresi¨®n m¨¢xima de la democracia como son unos comicios. Para ¨¦l, val¨ªa la pena correr el riesgo. ¡°Es una ocasi¨®n que lo merece¡±.