El caso de un afroamericano muerto a tiros abre un debate sobre los cr¨ªmenes de odio en Georgia

El gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, ha asegurado este viernes que el debate para aprobar una legislaci¨®n que imponga las sanciones adicionales de los cr¨ªmenes de odio ¡°est¨¢ en marcha¡±, a ra¨ªz de la muerte a tiros el 23 de febrero del afroamericano Ahmaud Arbery, en manos de dos hombres blancos. El Estado es uno de los cuatro territorios en Estados Unidos que no contempla los delitos de odio, seg¨²n el Departamento de Justicia. Los defensores de Arbery quieren que Gregory McMichael, de 64 a?os, y su hijo Travis, de 34, acusados de la muerte del hombre, sean juzgados por este prejuicio adem¨¢s de los cargos de asesinato y asalto con agravante imputados este jueves.

¡°No hay crimen de odio en Georgia¡±, explic¨® este viernes el director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, Vic Reynolds, en una conferencia de prensa cuando se le pregunt¨® si los McMichael enfrentar¨ªan ese cargo tambi¨¦n. El gobernador inform¨® en un comunicado de que ¡°las conversaciones sobre la legislaci¨®n ya est¨¢n en marcha¡±, y que trabajar¨¢n en el proceso para discutirla ¡°cuando la Asamblea General se vuelva a reunir¡± en junio. Ahora est¨¢ inactiva por la pandemia del coronavirus. La familia de Arbery cree que su muerte se debi¨® a motivos raciales. El proyecto de ley fue aprobado el a?o pasado por la C¨¢mara de Representantes de Georgia, pero se estanc¨® en el Senado.

Este viernes Ahamaud Arbery habr¨ªa cumplido 26 a?os. Miles de personas han salido a correr por las calles en distintos puntos del pa¨ªs y han compartido en las redes sociales fotograf¨ªas con la marca 2,23 millas. La distancia hace alusi¨®n a la fecha en que el joven afroamericano fue abatido por los McMichael mientras corr¨ªa desarmado por la calle. La oficina de investigaci¨®n se sum¨® esta semana al caso y Reynolds explic¨® la ma?ana de este viernes que la evidencia para detener a los responsables de su muerte estaba en el ¡°extremadamente perturbador¡± v¨ªdeo difundido el martes en el que qued¨® registrado el suceso y en documentaci¨®n complementaria. La polic¨ªa ten¨ªa en su poder ese material desde hac¨ªa semanas.

William Roddy Bryan grab¨® lo ocurrido desde su coche y ahora est¨¢ bajo investigaci¨®n. En un principio la Fiscal¨ªa lo consider¨® testigo del suceso, pero el informe policial de uno de los fiscales que ha participado del caso mencion¨® que tambi¨¦n particip¨® de la persecuci¨®n. ¡°Vamos a ir a donde sea que la evidencia nos lleve¡±, apunt¨® Reynolds. El abogado de Bryan, Kevin Gough, afirm¨® en un comunicado horas m¨¢s tarde que su cliente hab¨ªa colaborado con la polic¨ªa ¡°desde el d¨ªa uno¡±, y que tras las declaraciones las autoridades su cliente y su familia han recibido amenazas: ¡°En cuesti¨®n de momentos destruyeron efectivamente su vida¡±. Adem¨¢s, asegur¨® que nadie le hab¨ªa dicho que estaba siendo objeto de la investigaci¨®n.

A medida que trascienden datos de la investigaci¨®n aparecen nuevas inc¨®gnitas en el caso. Sobre la una de la tarde del 23 de febrero el 911 recibi¨® la llamada de una persona no identificada que alertaba la presencia de un hombre afroamericano en una casa en construcci¨®n. Despu¨¦s le informa que el sujeto ha salido corriendo por la calle. Quien atiende la llamada le contesta: ¡°Solo necesito saber qu¨¦ estaba haciendo mal. ?Estaba solo en la propiedad y se supone que no deb¨ªa estarlo?¡±. En la grabaci¨®n, a la que tuvo acceso The Guardian, no se entiende la respuesta. A los pocos minutos, el 911 recibe otra llamada. Es de un hombre que dice agitado estar en Satilla Shores -donde mataron a Arbery- e informa que hay un hombre afroamericano corriendo por la calle. Despu¨¦s se escucha ¡°?Detente! ?detente! ?detente, maldici¨®n!¡± y ¡°?Travis!¡±, aparentemente refiri¨¦ndose a Travis McMichael. La llamada dura casi cinco minutos, pero la persona que llam¨® no volvi¨® a hablar con el telefonista.

Despu¨¦s de esas llamadas, se puede ver lo que sucedi¨® por un v¨ªdeo grabado por Bryan y filtrado esta semana por el abogado Alan Tuckler a una radio local. Tuckler sostuvo este viernes a NBC News que lo hab¨ªa compartido porque quer¨ªa que la gente supiese la verdad de lo que hab¨ªa sucedido, pero que no quer¨ªa ni exonerar ni exculpar a los McMichael. En la cinta se ve al exoficial de polic¨ªa en el condado de Glynn Gregory McMichael, en la parte trasera de una camioneta con una pistola .357 Magnum, seg¨²n documentos policiales, y a su hijo Travis, aguardando a Arbery con una escopeta en la mitad de la calle a plena luz del d¨ªa. Estos dos comenzaron un forcejeo y se escuchan tres disparos. ¡°Durante el encuentro, Travis McMichael dispar¨® y mat¨® a Arbery¡±, inform¨® el jueves la Oficina de Investigaci¨®n de Georgia.

McMichael padre le dijo a la polic¨ªa que persiguieron a Arbery cuando lo vieron pasar corriendo fuera de su casa porque se parec¨ªa a un sospechoso de robo que hab¨ªa estado merodeando por el vecindario. McMichael declar¨® haberle pedido al joven que iba corriendo en pantalones cortos y zapatillas Nike, que se detuviera para hablar, pero este no les hizo caso. Agreg¨® que cuando lo volvieron a interceptar, Travis se baj¨® del coche y Arbery lo ¡°atac¨® violentamente¡±. Las im¨¢genes del v¨ªdeo indignaron a¨²n m¨¢s a la comunidad, que ven¨ªa reclamando justicia desde el suceso y, apoyada por pol¨ªticos y celebridades, lograron atenci¨®n nacional sobre el caso. Este jueves detuvieron a los McMichael, quienes han sido ingresados a prisi¨®n, pero las manifestaciones de este viernes exig¨ªan que se los condene.

El fiscal Tom Durden, quien lleva el caso, dijo tres d¨ªas atr¨¢s que un gran jurado del condado de Glynn -inactivo por el coronavirus- deber¨ªa decidir si presentar cargos penales. A su vez, ese d¨ªa le pidi¨® la Oficina de Investigaci¨®n de Georgia que se involucrara en la investigaci¨®n. Esta detuvo a los McMichael en menos de 48 horas. Durden reconoci¨® este viernes en una rueda de prensa la demora en las autoridades, pero asegur¨® que los investigadores hab¨ªan encontrado ¡°nuevos desarrollos¡± en los ¨²ltimos d¨ªas, sin detallar cu¨¢les, y que no han dejado que la presi¨®n medi¨¢tica influyera en la decisi¨®n.