El gas lacrim¨®geno vuelve a Hong Kong con las protestas contra la futura ley de Seguridad Nacional
Miles de personas se han lanzado a las calles para manifestarse contra una medida a la que acusan de asestar un golpe mortal contra las libertades del territorio
Los ca?ones de agua a presi¨®n y los gases lacrim¨®genos han vuelto este domingo a las calles de Hong Kong para disolver las protestas de mayor tama?o registradas en el territorio aut¨®nomo chino desde el comienzo de la pandemia de coronavirus. Al menos 180 personas han sido detenidas. Pese a las normas que proh¨ªben reuniones de m¨¢s de ocho personas debido a la covid-19, miles se hab¨ªan concentrado en el centro de la ciudad para manifestarse ...
Los ca?ones de agua a presi¨®n y los gases lacrim¨®genos han vuelto este domingo a las calles de Hong Kong para disolver las protestas de mayor tama?o registradas en el territorio aut¨®nomo chino desde el comienzo de la pandemia de coronavirus. Al menos 180 personas han sido detenidas. Pese a las normas que proh¨ªben reuniones de m¨¢s de ocho personas debido a la covid-19, miles se hab¨ªan concentrado en el centro de la ciudad para manifestarse contra la inminente ley de Seguridad Nacional que China va a imponer a la antigua colonia brit¨¢nica. Sus cr¨ªticos consideran que la medida asestar¨¢ un golpe mortal al r¨¦gimen de libertades del que disfruta el enclave.
La mayor concentraci¨®n estaba prevista en las zonas comerciales de Causeway Bay y Wan Chai, parte del itinerario habitual en las marchas de protesta del a?o pasado contra Pek¨ªn y el Gobierno aut¨®nomo. A pocos minutos de su comienzo, a las 13.00 hora local (7.00 hora peninsular espa?ola), la polic¨ªa lanzaba las primeras rondas de gas lacrim¨®geno para tratar de disolver a los participantes. Rondas que continuaron durante la tarde, y a las que se sumaron tambi¨¦n los ca?ones de agua a presi¨®n.
A lo largo del recorrido, los manifestantes hab¨ªan colocado barricadas con vallas, palos de bamb¨², paraguas o incluso c¨¢scaras de fruta. Muchos coreaban ¡°liberad Hong Kong, la revoluci¨®n de nuestra era¡±, uno de los lemas de las manifestaciones de 2019. Algunos portaban carteles en los que se le¨ªa ¡°Independencia para Hong Kong, la ¨²nica salida¡±. Casi todos cantaban ¡°Gloria a Hong Kong¡±, el himno de las protestas del a?o pasado, en escenas similares a las de las marchas que comenzaron exigiendo la retirada de un pol¨¦mico proyecto de ley de extradici¨®n y acabaron reclamando mayor democracia y la apertura de una investigaci¨®n independiente sobre el comportamiento policial, entre otras cosas.
En un comunicado, la polic¨ªa hongkonesa ha asegurado que utiliz¨® ¡°la m¨ªnima fuerza indispensable¡± para dispersar a los manifestantes, y ha informado de que ¡°algunos alborotadores atacaron a agentes y les lanzaron objetos contundentes¡±. Entre ellos, adoquines, paraguas o botellas de agua. En al menos dos ocasiones, grupos de personas vestidas de negro golpearon a manifestantes por las barricadas. Uno de ellos, un abogado, necesit¨® asistencia hospitalaria, seg¨²n la presidenta de la Asociaci¨®n de Abogados de Hong Kong, Melissa Kaye Pang.
Los manifestantes protestaban contra el proyecto de ley que ha anunciado el Gobierno chino y que ser¨¢ aprobado en el Legislativo en Pek¨ªn el pr¨®ximo jueves. La nueva norma quedar¨¢ inscrita en un anexo de la Ley B¨¢sica, la miniconstituci¨®n hongkonesa, lo que permitir¨¢ a China pasar por encima del Parlamento aut¨®nomo, al que seg¨²n los procedimientos ordinarios corresponder¨ªa presentar y aprobar la medida.
La Ley B¨¢sica prev¨¦ el desarrollo de una normativa de Seguridad Nacional aunque en un primer intento, en 2003, las protestas ciudadanas, que congregaron a medio mill¨®n de personas, obligaron a archivar aquel proyecto. Desde las manifestaciones del a?o pasado, Pek¨ªn hab¨ªa insistido cada vez con mayor fuerza en la necesidad de que Hong Kong tuviera esa medida. La futura ley que va a introducir China en su territorio aut¨®nomo castiga las actividades consideradas ¡°terroristas¡±, ¡°independentistas¡±, la ¡°subversi¨®n de los poderes del Estado¡± o la ¡°injerencia extranjera¡±. Las protestas pro democracia de Hong Kong entran en las cuatro categor¨ªas, a ojos del Gobierno central.
En Pek¨ªn, en una rueda de prensa, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, ha asegurado que la pol¨¦mica ley no tendr¨¢ ning¨²n impacto en los derechos y libertades de que disfruta Hong Kong, garantizados por el principio ¡°un pa¨ªs, dos sistemas¡±, que Pek¨ªn pact¨® con Londres para el traspaso de la soberan¨ªa del enclave en 1997 y que debe regir en el territorio hasta 2047. Tampoco, prometi¨® el ministro, perjudicar¨¢ los intereses de las empresas extranjeras en este enclave financiero internacional.
En un lenguaje similar al que Pek¨ªn emplea para las regiones de T¨ªbet y Xinjiang, el ministro sostuvo que el objetivo de su Gobierno es la ¡°paz y la estabilidad¡± de Hong Kong, y asegur¨® que, una vez aprobada, la nueva ley deber¨¢ aplicarse ¡°sin la menor tardanza¡±.
En Washington, el Gobierno estadounidense ha apuntado que la iniciativa china podr¨ªa acarrear la imposici¨®n de sanciones. ¡°Parece que, con esta ley de Seguridad Nacional, b¨¢sicamente se van a hacer con el control de Hong Kong, y si eso pasa... el secretario de Estado (Mike Pompeo) no podr¨¢ certificar que Hong Kong mantiene un alto grado de autonom¨ªa. Si eso pasa, habr¨¢ sanciones que se impongan sobre Hong Kong y China¡±, ha declarado el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O¡¯Brien, a la cadena de televisi¨®n NBC.
En una carta abierta, cerca de 200 pol¨ªticos de 23 pa¨ªses han declarado que el proyecto de ley representa ¡°un ataque exhaustivo contra la autonom¨ªa de la ciudad, su Estado de derecho y sus libertades fundamentales¡±.