La polic¨ªa concluye que el asesor de Boris Johnson se salt¨® las reglas del confinamiento
La escapada al campo de Dominic Cummings ¡°pudo constituir una falta menor¡±, afirma el informe
En cualquier otra circunstancia, el informe de la polic¨ªa de Durham sobre la escapada de Dominic Cummings al campo durante el confinamiento podr¨ªa haber sido un alivio. Concluye que ¡°pudo tratarse¡± de una falta menor, que no hubiera acarreado sanci¨®n, y cierra el caso. Pero la sugerencia de que el asesor estrella de Boris Johnson s¨ª se salt¨® la ley, en contra de lo que ha defendido estos d¨ªas Downing Street, a?ade fuego a un esc¨¢ndalo que no termina de desinflarse.
¡°Si un agente hubiera detenido al Sr. Cummings en su viaje de ida o vuelta a Barnard Castle, habr¨ªa hablado con ¨¦l, y despu¨¦s de determinar los hechos, le habr¨ªa sugerido que regresara a su domicilio en Durham tras explicarle los peligros de viajar durante la crisis de la pandemia. Si la sugerencia fuera seguida, no se habr¨ªa emprendido acci¨®n legal alguna contra el Sr. Cummings¡±, dice el texto hecho p¨²blico por la polic¨ªa. Bajo un tono comedido y un pu?ado de condicionales, las autoridades de Durham dejan claro, para quien quiera entenderlo, que el pol¨¦mico ide¨®logo del Brexit estaba infringiendo las recomendaciones que ¨¦l mismo hab¨ªa contribuido a imponer al resto de los ciudadanos.
Cummings escap¨® a finales de marzo a la finca de sus padres en Durham, a unos 400 kil¨®metros de Londres, cuando su esposa, Mary Wakefield, comenz¨® a desarrollar s¨ªntomas de la covid-19. Ambos decidieron que era la mejor soluci¨®n para que alguien atendiera a su hijo de cuatro a?os mientras ambos se encerraban en cuarentena. Fue dos semanas despu¨¦s cuando, seg¨²n su versi¨®n de los hechos, decidi¨® comprobar si los problemas de visi¨®n que sufri¨® durante ese tiempo hab¨ªan remitido y pod¨ªa volver a conducir de vuelta a Londres. Acompa?ado de su mujer y su hijo, se desplazaron en coche a Barnard Castle, un entorno natural muy visitado, a media hora de distancia. All¨ª salieron del veh¨ªculo y disfrutaron durante 15 minutos del paisaje a orillas del r¨ªo. La polic¨ªa de Durham cree que fue esa extra?a excursi¨®n, y no la escapada a la finca de sus padres, lo que constituy¨® un quebranto de las normas.
¡°La polic¨ªa ha dejado claro que no va a emprender acciones contra el Sr. Cummings por su decisi¨®n de aislarse y que no se salt¨® las reglas al desplazarse a Durham. El primer ministro ya ha dicho que cree que el Sr. Cummings se comport¨® de modo razonable y legal dadas las circunstancias y considera que este asunto ha quedado cerrado¡±, ha dicho un portavoz de Downing Street. El propio Johnson dibuj¨® este mi¨¦rcoles la estrategia que piensa seguir con el asunto. Comparec¨ªa por v¨ªdeo ante la Comisi¨®n de Enlace de la C¨¢mara de los Comunes, que re¨²ne a los 32 presidentes de comisi¨®n del Parlamento y tiene la prerrogativa legal de poder preguntar al primer ministro. El asunto Cummings ocup¨® el debate desde el primer minuto, y Johnson no dej¨® de repetir la misma l¨ªnea argumental: ¡°Ha llegado el momento de pasar p¨¢gina y centrarnos en los asuntos importantes¡±.
24 horas despu¨¦s, cuando los medios insist¨ªan en reclamar explicaciones y en preguntar su opini¨®n a los dos principales asesores que acompa?aban al primer ministro en rueda de prensa, Patrick Vallance y Chris Whitty, Johnson dejaba claro hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar para zanjar el asunto: solicitaba imperativamente a los periodistas que se abstuvieran de ¡°arrastrar a una discusi¨®n pol¨ªtica¡± a los cient¨ªficos y les excusaba de responder ninguna de las preguntas.
El Gobierno brit¨¢nico sabe que a¨²n quedan cuatro a?os para las pr¨®ximas elecciones, y ha apostado por poner pie en pared y aguantar el chaparr¨®n a cambio de salvar al hombre de confianza de Johnson y arquitecto de su visi¨®n pol¨ªtica del Reino Unido para la era post-Brexit. M¨¢s de un 60% de los brit¨¢nicos quiere que Cummings dimita, y cerca de cuarenta diputados conservadores han exigido a Johnson que prescinda de su pol¨¦mico asesor. El esc¨¢ndalo ha coincidido con la semana en la que se ha confirmado que el Reino Unido es el pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de muertes por mill¨®n de habitantes, y cuando el Gobierno se dispon¨ªa a dar los primeros pasos de una desescalada ordenada. Su voluntad de perdonar la conducta de Cummings, han dicho todas las voces cr¨ªticas, env¨ªa el mensaje equivocado a la poblaci¨®n, deteriora la credibilidad del primer ministro y debilita la autoridad del Gobierno para reclamar nuevos sacrificios.
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