M¨¢rio Centeno y la mancha del h¨¦roe de la recuperaci¨®n portuguesa
El exministro de Finanzas es nombrado gobernador del Banco de Portugal en medio de fuertes cr¨ªticas por su pol¨¦mica inyecci¨®n de dinero a un banco
El exministro portugu¨¦s y expresidente del Eurogrupo, M¨¢rio Centeno, a quien su hom¨®logo alem¨¢n Wolfgang Sch?uble bautiz¨® en 2017 como el Ronaldo de las Finanzas, trastabill¨® el pasado mayo en su propia ¨¢rea. La prensa portuguesa revel¨® que el socialista hab¨ªa aprobado la inyecci¨®n de 850 millones de euros al Novo Banco ¡ªantiguo Esp¨ªrito Santo¡ª sin que su jefe, el primer ministro Ant¨®nio Costa, tuviera noticia de ...
El exministro portugu¨¦s y expresidente del Eurogrupo, M¨¢rio Centeno, a quien su hom¨®logo alem¨¢n Wolfgang Sch?uble bautiz¨® en 2017 como el Ronaldo de las Finanzas, trastabill¨® el pasado mayo en su propia ¨¢rea. La prensa portuguesa revel¨® que el socialista hab¨ªa aprobado la inyecci¨®n de 850 millones de euros al Novo Banco ¡ªantiguo Esp¨ªrito Santo¡ª sin que su jefe, el primer ministro Ant¨®nio Costa, tuviera noticia de ello. Gol en propia puerta de la estrella del Gobierno, quien tras una gesti¨®n de cuatro a?os y medio en la que lider¨® la recuperaci¨®n econ¨®mica de Portugal se hac¨ªa merecedor de la baja deshonrosa. Pactada la salida, y a solo unas semanas del esc¨¢ndalo, Costa lo nomin¨® como candidato a gobernador del Banco de Portugal. El nombramiento, que ha sido percibido en el pa¨ªs como una especie de premio personal, se ha oficializado este jueves. Segundo autogol en poco m¨¢s de dos meses para un Ronaldo de capa ca¨ªda.
Centeno (Olh?o, 53 a?os), un exprofesor de Harvard experto en mercado laboral sin experiencia pol¨ªtica previa a su llegada al Gobierno en 2015, dise?¨® un plan de recuperaci¨®n basado en el est¨ªmulo de la demanda con el que dio la vuelta a la pol¨ªtica de austeridad impuesta por las instituciones internacionales que hab¨ªan rescatado financieramente al pa¨ªs tras la crisis de 2010. Empezaron a llamarle el Ronaldo de las Finanzas porque sigui¨® su propia f¨®rmula, pero cumpli¨® los apretados objetivos fiscales, algo que desde la ortodoxia econ¨®mica parec¨ªa impensable. El a?o pasado, los portugueses cerraron adem¨¢s su primer curso con un super¨¢vit desde el regreso de la democracia en 1974.
Con semejante hoja de servicios resulta l¨®gico que Centeno fuera el m¨¢s popular de los miembros del Gabinete de Costa (incluso poco antes de su salida, un tercio de los consultados en un sondeo lo consideraba el mejor ministro), pero sus rivales pol¨ªticos y la prensa nacional lo han triturado tras el sainete del Novo Banco y la nominaci¨®n para dirigir el ente regulador. ¡°Centeno tiene todas las competencias t¨¦cnicas y la credibilidad para ser el pr¨®ximo gobernador del Banco de Portugal¡±, afirmaba el diario P¨²blico en un editorial del mes pasado, ¡°[pero] el Gobierno no deber¨ªa nominarlo para ese cargo¡±.
Las razones que daba son tres: su independencia no est¨¢ garantizada al haber tomado ¨¦l mismo decisiones sobre el sistema financiero que ahora tendr¨¢ que regular; el nombramiento alimenta la sensaci¨®n de que el socialismo tiende a copar todas las posiciones de poder; y la maniobra da la idea de que Centeno est¨¢ recibiendo un ¡°premio personal, a expensas de la cosa p¨²blica¡±.
En el Parlamento apenas los socialistas (con mayor¨ªa relativa) votaron este mi¨¦rcoles a favor de la designaci¨®n (los comunistas y el conservador PSD se abstuvieron), y esta qued¨® solo a falta de la ratificaci¨®n del Consejo de Ministros, anunciada este jueves. El partido Iniciativa Liberal hab¨ªa interpuesto una medida cautelar contra el nombramiento que no prosper¨®.
El ministro ya hab¨ªa anunciado el a?o pasado su intenci¨®n de dejar el Gobierno y la presidencia del Eurogrupo en cuanto fuesen aprobados los Presupuestos en 2020 para aterrizar en el banco central. La irrupci¨®n de la covid-19 cambi¨® sus planes, pero el traspi¨¦ del Novo Banco hizo que volvieran a su cauce, lo cual ha despertado suspicacias. ¡°M¨¢rio Centeno puede, en apariencia, ser una soluci¨®n para el Banco de Portugal, pero, en realidad, es un problema¡±, ahondaba el citado editorial de P¨²blico. ¡°[Un problema] para ¨¦l, que, al dejar el Gobierno en uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la vida del pa¨ªs, se va a embrollar en la leg¨ªtima, aunque probablemente injusta, sospecha de que cambi¨® la responsabilidad de lidiar con la crisis por un buen empleo¡±. El desaf¨ªo para el sucesor de Centeno en el ministerio, Jo?o Le?o, antiguo secretario de Presupuestos, es enorme: la Comisi¨®n Europea estima que la econom¨ªa portuguesa se contraer¨¢ este a?o un 9,8%.
Fraude y corrupci¨®n
La opereta por la cual termin¨® la admirada gesti¨®n del exprofesor de Harvard comenz¨® el pasado 22 de abril. Ese d¨ªa, Costa aseguraba en el Parlamento que estaba a la espera de los resultados de una auditor¨ªa para decidir sobre la inyecci¨®n del millonario paquete en el Novo Banco. La entidad fue creada en 2014 tras la disoluci¨®n del Esp¨ªrito Santo, columna vertebral financiera del pa¨ªs que cay¨® envuelto en un gigantesco entramado de fraude y corrupci¨®n por el que este mi¨¦rcoles fueron finalmente imputadas 25 personas, entre ellas su antiguo presidente, Ricardo Salgado El Due?o de Todo, acusado de 65 cr¨ªmenes. Centeno logr¨® vender el banco al fondo de inversi¨®n estadounidense Lone Star, que pag¨® mil millones de euros por el 75% de la instituci¨®n. El restante pertenece a un fondo especial del Gobierno, que se comprometi¨® a inyectarle dinero hasta un m¨¢ximo de 3.900 millones de euros para mantenerlo a flote.
En ese contexto, y con el acicate de la presi¨®n econ¨®mica que ha supuesto la pandemia para los ciudadanos, cualquier cuesti¨®n relativa al Novo Banco es extremadamente sensible para la opini¨®n p¨²blica.
La reciente entrada de los 850 millones estaba cantada, pero Costa reiter¨® el pasado 7 de mayo que primero revisar¨ªa la auditor¨ªa, en respuesta a las demandas del Bloco de Esquerda, antiguo socio de Gobierno. Horas despu¨¦s se conoc¨ªa la noticia de que el dinero ya hab¨ªa sido girado a espaldas de Costa. El cortocircuito (al final se dijo en el Ejecutivo que todo fue un ¡°problema de comunicaci¨®n¡±) puso fin a la elogiada administraci¨®n de Centeno, que se fue como se hubiera ido Cristiano Ronaldo del Madrid si en su ¨²ltimo partido hubiese marcado en propia puerta dos veces.