Portugal, fuera ya del coma econ¨®mico, decide si mantiene al socialista Costa en el poder
El Partido Socialista aspira a refrendar con una mayor¨ªa absoluta, en las elecciones del domingo, una legislatura que ha cambiado la econom¨ªa y la imagen del pa¨ªs
Yo voto geringon?a (jerigonza, en espa?ol). Qui¨¦n iba a decir hace cuatro a?os que el despectivo calificativo adjudicado a un Gobierno socialista con el apoyo de comunistas y bloquistas acabar¨ªa siendo un eslogan intelectual para pedir m¨¢s de lo mismo. Portugal va este domingo a las urnas con el convencimiento ¡ªseg¨²n todos los sondeos¡ª de una clara victoria socialista que le permita gobernar con o sin pactos, sin geringon?a. Cuatro a?os, desde que Costa perdi¨® las elecciones por seis puntos, a poder ganarlas por unos 10; cuatro a?os en los que ha cambiado la cara de Portugal.
Porque hay que recordar que al hoy elogiad¨ªsimo Gobierno portugu¨¦s, que tom¨® posesi¨®n a finales de 2015, no le dejaron ni seis meses de respiro. En junio de 2016, mientras Alemania amenazaba con otro rescate para Portugal, la OCDE rebajaba el crecimiento del pa¨ªs al 1,2%, el FMI al 1,4% y Bruselas al 1,5. No dieron ni una, fue del 2%. La OCDE sub¨ªa el d¨¦ficit al 2,9%, Bruselas al 2,7%; tampoco acertaron, fue del 2%.
Antes de ser el Ronaldo de las finanzas, como le llam¨® el exministro de Econom¨ªa alem¨¢n Wolfgang Sch?uble, M¨¢rio Centeno fue el apestado de Bruselas. El actual ministro de Finanzas portugu¨¦s vio c¨®mo las instituciones europeas recelaban de la v¨ªa abierta por Costa al abrazarse a partidos euroesc¨¦pticos para gobernar uno de los pa¨ªses con m¨¢s problemas econ¨®micos de la zona euro. ¡°Nos enfrentamos a una desconfianza pol¨ªtica sobre nuestra capacidad para aplicar el programa del Gobierno¡±, recordaba a este peri¨®dico hace dos a?os Centeno, el m¨¢s fiel reflejo de la cruz y la cara del cuatrienio vivido por Portugal. Aquel discreto profesor de econom¨ªa a quien Bruselas rechaz¨® su primer presupuesto es ahora el presidente del Eurogrupo y no perdona la afrenta. ¡°Nos intentaron convencer de que la ¨²nica soluci¨®n era la austeridad, que en su conjunto fue excesiva. Se aplic¨® un discurso de reformas estructurales que no solo cans¨® a las personas, sino que impidi¨® el efecto de esas reformas. Europa aplic¨® una receta errada, parcial e incompleta¡±.
Aquellos mismos organismos anunciaron cataclismos si el Gobierno bajaba el IVA de la restauraci¨®n del 23% al 13%, reduc¨ªa el horario laboral de los funcionarios de 40 a 35 horas semanales y sub¨ªa el salario m¨ªnimo un 20%. El Gobierno de Costa y Centeno hizo todo lo contrario y Portugal fue resucitando.
En cuatro a?os, el desempleo ha ca¨ªdo del 12,4% al 6,3%; la prima de riesgo estaba 200 puntos por encima de la espa?ola, hoy a un punto. Los bonos del Estado eran bonos basura para las tres principales agencias de rating; hoy han subido dos escalones y el pa¨ªs se financia en mejores condiciones que Espa?a.
El Gobierno en minor¨ªa no se ha tambaleado siquiera por las oleada de huelgas que han sacudido el pa¨ªs, sobre todo en el ¨²ltimo a?o. A los camioneros se les aplic¨® el estado de ¡°alarma nacional¡±, la huelga de enfermeros de quir¨®fano se anul¨® por decreto ley y las del resto fueron ignoradas. La ¨²nica crisis de Gobierno la provoc¨® en mayo el primer ministro al anunciar su dimisi¨®n si el Parlamento no cambiaba una votaci¨®n a favor de los profesores. Y la cambi¨®.
La consecuencia electoral ¡ªtras las abultadas victorias en elecciones municipales y europeas¡ª es que Costa puede obtener la mayor¨ªa absoluta y eso asusta a sus socios de izquierdas, sobre todo por la mala experiencia vivida con Jos¨¦ S¨®crates. ¡°Las mayor¨ªas absolutas son un pantano de corrupci¨®n¡±, ha advertido durante la campa?a Catarina Martins, l¨ªder del Bloco. ¡°La mayor¨ªa absoluta ser¨ªa un retroceso en derechos y salarios¡±, ha dicho Jer¨®nimo de Sousa, l¨ªder del PC. En la misma onda, un grupo de intelectuales, algunos socialistas, han lanzado un manifiesto para que se repita la geringon?a: temen que el PS pueda gobernar solo, sin los equilibrios del PC y el Bloco.
Son unas elecciones entre las izquierdas, con las derechas de meros observadores. La f¨®rmula Costa ha confirmado la famosa frase de Giulio Andreotti: ¡°El poder desgasta, sobre todo al que no lo tiene¡±. En este cuatrienio de estabilidad gubernamental la derecha se ha hecho a?icos. En el Centro Democr¨¢tico y Social ¡ªpese al nombre, la derecha m¨¢s liberal¡ª Assun??o Cristas relev¨® a Pablo Portas, y en el Partido Socialdem¨®crata (PSD) ¡ªpese al nombre, de centroderecha¡ª Riu Rio sucedi¨® a Pedro Passos Coelho. Ni con los cambios han impedido la fuga de dirigentes y la creaci¨®n de nuevos partidos de talante similar, como Iniciativa Liberal, Alianza y Chega, que van a quitar votos a los grandes partidos de la derecha sin que ellos consigan representaci¨®n parlamentaria.
Problemas en la derecha
El tradicional votante del PSD ha perdido el miedo a votar a un partido socialista aliado con comunistas y bloquistas, pese a que estos pidan la nacionalizaci¨®n de la energ¨ªa, de la banca, de la salud y de la educaci¨®n. Muchos portugueses a¨²n recuerdan la experiencia de hace 45 a?os, cuando se nacionalizaron hasta las f¨¢bricas de cerveza; pero en pleno siglo XXI, y con Bruselas vigilante, conf¨ªan m¨¢s en los poderes resucitadores de Costa y Centeno.
Mientras, el nivel de abstenci¨®n puede ser determinante para que el PS obtenga o no la mayor¨ªa absoluta, aunque no es el ¨²nico factor. En 2005, Jos¨¦ S¨®crates fue el primero y ¨²nico candidato socialista en obtener una mayor¨ªa absoluta, lo hizo con el 45% de los votos y un 35,7% de abstenci¨®n. Seg¨²n los estudios demosc¨®picos, ahora bastar¨ªa con un 39% de votantes, pues se calcula que la abstenci¨®n superar¨¢ el 40%.
Aunque no cong¨¦nito, la abstenci¨®n es un mal creciente en Portugal. En 1976, las primeras elecciones legislativas, no constituyentes, vot¨® el 83,5% de la poblaci¨®n, en las ¨²ltimas el 58,1%. En el caso de las municipales, en 40 a?os ha bajado 11 puntos, del 64% al 55%, y con las europeas, del 72% (1987) al 30,7% de este a?o.
El objetivo, para uno (PS), de conseguir la mayor¨ªa absoluta, y el objetivo, para el resto, de impedirla, puede animar a la participaci¨®n y, por primera vez, quebrar la l¨ªnea descendente de votantes. Para ello, y como en anteriores comicios, se adelanta al s¨¢bado la jornada futbol¨ªstica y el presidente del pa¨ªs, el popular¨ªsimo Marcelo Rebelo de Sousa, anima a los portugueses a ir a las urnas.
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