China responde a Washington y ordena el cierre del consulado de Estados Unidos en la ciudad de Chengdu
La medida llega como represalia a la orden de clausura del consulado chino en Houston
Tres d¨ªas despu¨¦s de advertir que responder¨ªa con medidas de represalia, Pek¨ªn ha contestado a la orden de cierre de su consulado en Houston. Estados Unidos tendr¨¢ que clausurar, a su vez, su consulado en la ciudad de Chengdu, en el centro de China, en un nuevo paso adelante de las peores tensiones entre las dos potencias en cuatro d¨¦cadas de relaciones diplom¨¢ticas plenas.
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Tres d¨ªas despu¨¦s de advertir que responder¨ªa con medidas de represalia, Pek¨ªn ha contestado a la orden de cierre de su consulado en Houston. Estados Unidos tendr¨¢ que clausurar, a su vez, su consulado en la ciudad de Chengdu, en el centro de China, en un nuevo paso adelante de las peores tensiones entre las dos potencias en cuatro d¨¦cadas de relaciones diplom¨¢ticas plenas.
En su decisi¨®n de este viernes, Pek¨ªn ha elegido una opci¨®n relativamente comedida. No ha ordenado cerrar, como esperaban algunos analistas, el consulado estadounidense en Wuhan, algo que hubiera sido un castigo suave: esa legaci¨®n permanece inactiva desde que sus diplom¨¢ticos la evacuaron al comienzo de la pandemia de la covid-19. Tampoco ha optado, como suger¨ªan algunos internautas chinos en encuestas online, por clausurar el de Hong Kong, de mucho mayor tama?o y cuyo cese de operaciones hubiera representado una escalada en el enfrentamiento cada vez m¨¢s generalizado entre los dos pa¨ªses. Finalmente ha optado por una soluci¨®n intermedia: Chengdu es el equivalente casi exacto, en nivel de importancia, al que mantiene China en Houston. Estados Unidos cuenta, adem¨¢s de la Embajada en Pek¨ªn, con consulados en Chengdu, Shangh¨¢i, Cant¨®n, Wuhan (centro) y Shenyang (noreste) en el territorio continental chino. El de Chengdu se encarga, entre otras regiones del suroeste de China, de T¨ªbet.
Las condiciones del cierre ser¨¢n id¨¦nticas. 72 horas para cesar las actividades, un mes para la marcha de los diplom¨¢ticos. En el consulado de Chengdu est¨¢n presentes, desde la evacuaci¨®n generalizada por la covid-19 a principios de a?o, una quincena de funcionarios estadounidenses, del total de 50 habitual. La plantilla se completa con 150 trabajadores de contrato local.
La reciprocidad al mil¨ªmetro incluye las acusaciones m¨¢s o menos vagas, o m¨¢s o menos directas, de hacer de tapadera de operaciones de inteligencia y de malas pr¨¢cticas. Si Estados Unidos ha acusado al consulado chino en Houston de ser ¡°un centro de espionaje¡± y de ¡°robo de propiedad intelectual¡±, Pek¨ªn ha denunciado que diplom¨¢ticos destinados en Chengdu han ¡°injerido¡± en asuntos internos del pa¨ªs anfitri¨®n y han llevado a cabo ¡°actividades no acordes con la descripci¨®n¡± de sus puestos.
Pek¨ªn solo se ha saltado la simetr¨ªa del ojo por ojo al justificar su reacci¨®n. Su respuesta, ha asegurado, ¡°se ajusta a las normas b¨¢sicas de las relaciones internacionales y las pr¨¢cticas diplom¨¢ticas acostumbradas¡±, y es ¡°una respuesta leg¨ªtima y necesaria a la medida injustificada de Estados Unidos¡±. En cambio, opina, la decisi¨®n original de Washington es una ¡°provocaci¨®n unilateral¡± que ¡°viola las normas b¨¢sicas de las relaciones internacionales¡± y ¡°perjudica gravemente las relaciones China-Estados Unidos¡±.
Y, quiz¨¢s alarmada por la deriva al naufragio de esas relaciones, quiz¨¢s para mostrarse ante el resto del mundo como una potencia m¨¢s sensata que el Estados Unidos de Donald Trump -o quiz¨¢s por una combinaci¨®n de ambas razones-, ha lanzado un llamamiento a la calma, sin dejar de responsabilizar a Washington del deterioro de los lazos diplom¨¢ticos. ¡°La situaci¨®n actual de las relaciones chino-estadounidenses no se corresponde con los deseos de China, y Estados Unidos es totalmente responsable de ello¡±, asegura el ministerio chino, que pide a Washington ¡°crear las condiciones necesarias para que las relaciones bilaterales vuelvan a la normalidad¡±.
Mientras Exteriores lanzaba ese llamamiento al seny bilateral, la televisi¨®n estatal china CCTV, por contra, comenzaba una retransmisi¨®n en directo del exterior del edificio, donde se congregaba una decena de veh¨ªculos de la Polic¨ªa china e incluso un cami¨®n de bomberos. Parec¨ªa una recreaci¨®n de las escenas en Houston, cuando se vieron columnas de humo en el patio del recinto y llegaron los bomberos, mientras presuntamente los diplom¨¢ticos chinos hac¨ªan arder los documentos del consulado. La conexi¨®n televisiva con el consulado de Chengdu, seg¨²n aseguran los medios estatales chinos, han llegado a seguirla hasta 20 millones de espectadores.
Nueva Guerra Fr¨ªa
Pese a los llamamientos chinos para una vuelta a la normalidad en las relaciones, Estados Unidos parece ir por el camino totalmente opuesto. Horas antes, Pompeo pronunciaba un discurso que son¨® como una declaraci¨®n oficiosa de una nueva Guerra Fr¨ªa. En un lugar cargado de simbolismo, la biblioteca del presidente Richard Nixon ¨Del hombre que inici¨® la aproximaci¨®n estadounidense a China hace casi 50 a?os¨D, dibuj¨® a Pek¨ªn como una amenaza existencial para la econom¨ªa, la libertad y la democracia en el mundo, y llam¨® a los pa¨ªses occidentales a plantar cara a la ¡°tiran¨ªa¡± de la potencia asi¨¢tica. ¡°?Acaso las teor¨ªas que propusieron nuestros l¨ªderes sobre la evoluci¨®n de China hacia la libertad y la democracia se han hecho realidad? El viejo paradigma del compromiso con China ha fracasado. No debemos continuarlo. No debemos volver a ¨¦l¡±, afirm¨® el secretario de Estado, informa Pablo Xim¨¦nez de Sandoval.
En la rueda de prensa diaria del Ministerio de Exteriores chino, el portavoz Wang Wenbin ha rechazado las afirmaciones de Pompeo, que considera que est¨¢n llenas de ¡°prejuicios ideol¨®gicos¡± y no se corresponden con la realidad.
Las relaciones bilaterales entre China y Estados Unidos han sufrido un dr¨¢stico deterioro desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, sobre cuyo origen y gesti¨®n ambos pa¨ªses han intercambiado agrios reproches mutuos. La tendencia se ha acentuado en el ¨²ltimo mes, a ra¨ªz de que China haya impuesto una draconiana Ley de Seguridad Nacional a Hong Kong, que Estados Unidos considera que pone fin a la amplia autonom¨ªa del territorio aut¨®nomo. Ambas potencias se han impuesto mutuamente sanciones en torno a Hong Kong, Xinjiang y T¨ªbet. Pek¨ªn ha amenazado con represalias contra la empresa aeron¨¢utica y de Defensa de EE UU Lockheed Martin como principal contratista en una venta de armas a Taiw¨¢n, mientras que Washington ha declarado ¡°ilegales¡± las reclamaciones de soberan¨ªa de Pek¨ªn en el mar del Sur de China.
Chengdu, un consulado de EE. UU en un drama pol¨ªtico chino
El recinto diplom¨¢tico de EE UU en Chengdu cobr¨® un s¨²bito protagonismo en 2012, cuando se refugi¨® en ¨¦l el entonces jefe de polic¨ªa de Chongqing, Wang Lijun, que revel¨® a los funcionarios estadounidenses el papel de la esposa de su jefe, el secretario general del Partido Comunista en esa ciudad de 30 millones de habitantes, Bo Xilai, en la muerte de un ciudadano brit¨¢nico, Neil Heywood. El incidente abri¨® las puertas a la mayor tormenta pol¨ªtica que hab¨ªa vivido China en d¨¦cadas, tan solo meses antes de que Xi Jinping asumiera el mando del pa¨ªs, dado que Bo se consideraba una estrella en ascenso dentro del partido y con la capacidad de hacer sombra al nuevo l¨ªder. El entonces prometedor pol¨ªtico y su esposa cumplen en la actualidad largas penas de c¨¢rcel.