La renovaci¨®n de algunos magistrados del Supremo aviva la disputa pol¨ªtica en Brasil
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Jo?o Ot¨¢vio de Noronha, y el ministro de Justicia, Andr¨¦ Mendon?a, son los candidatos favoritos de Bolsonaro para las plazas que quedar¨¢n vacantes
Nadie se fija en el curr¨ªculum de los candidatos a la hora de elegir magistrados para el Supremo Tribunal Federal de Brasil, sino m¨¢s bien en sus conexiones pol¨ªticas. Esta m¨¢xima que circula entre los experimentados senadores de Brasilia la sigue m¨¢s el entorno jur¨ªdico que el presidente, Jair Bolsonaro, responsable de recomendar a los sustitutos de los magistrados Celso de Mello y Marco Aur¨¦lio Mello, quienes dejar¨¢n la Corte en noviembre de este a?o y en julio de 2021, respectivamente.
La elecci¨®n del sustituto de Mello, el decano de la Corte, es especialmente relevante. Es el ponente del proceso que investiga si Bolsonaro intent¨® interferir pol¨ªticamente en la Polic¨ªa Federal, como denunci¨® el exministro de Justicia, Sergio Moro. Si la investigaci¨®n no se concluye en los pr¨®ximos cuatro meses, el sucesor de Mello se convertir¨¢ en el ponente del caso. Mientras el presidente lanza globos para complacer a su base ¡ªcomo el de que recomendar¨¢ a un magistrado conservador y ¡°terriblemente evang¨¦lico¡±¡ª, entre bambalinas, abogados, magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ), fiscales y miembros de primer nivel del Gobierno de Bolsonaro se disputan el favor del mandatario para, a mediano plazo, obtener su aprobaci¨®n para el principal cargo judicial del pa¨ªs. Pero los candidatos tambi¨¦n tienen que pasar la criba de los senadores, algo que el presidente no est¨¢ teniendo en cuenta, seg¨²n han informado algunos aliados a EL PA?S. En toda la historia de Brasil, los parlamentarios solo han rechazado cinco nombres, todos en 1894, durante el Gobierno de Floriano Peixoto.
Entre los posibles candidatos al Supremo se encuentran el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Jo?o Ot¨¢vio de Noronha, que concedi¨® la prisi¨®n domiciliaria a Fabr¨ªcio Queiroz, exasesor de Fl¨¢vio Bolsonaro e investigado por desv¨ªo de dinero p¨²blico en su gabinete de la Asamblea Legislativa de R¨ªo de Janeiro, un potencial hombre bomba para la familia Bolsonaro. Tambi¨¦n se baraja el nombramiento del actual ministro de Justicia, Andr¨¦ Mendon?a, sospechoso de utilizar la estructura p¨²blica para monitorear a posibles opositores del Gobierno. En la lista tambi¨¦n est¨¢n el ministro de la Secretar¨ªa General de la Presidencia, Jorge Oliveira, un viejo aliado del presidente, y el fiscal general de la Rep¨²blica, Augusto Aras, criticado por dirigir la Fiscal¨ªa con criterios pol¨ªticos.
Noronha goza cada vez m¨¢s del favor de Bolsonaro, que ya ha declarado que su relaci¨®n con ¨¦l fue ¡°de amor a primera vista¡±. A principios de julio, el presidente del STJ acept¨® una solicitud de la defensa de Fabr¨ªcio Queiroz y le concedi¨® la prisi¨®n domiciliaria, argumentando que pod¨ªa contagiarse de coronavirus en la prisi¨®n donde estaba recluido, en R¨ªo de Janeiro. Queiroz est¨¢ siendo investigado por coordinar un sistema de apropiaci¨®n ilegal de los sueldos de los empleados del gabinete de Fl¨¢vio Bolsonaro en la Asamblea Legislativa de R¨ªo. En el mismo periodo en que se le concedi¨® el beneficio, el magistrado Noronha analiz¨® 725 solicitudes con el mismo argumento y deneg¨® 700, concedi¨® 18 y desconsider¨® las otras siete porque los abogados defensores desistieron. Los datos fueron publicados en el portal G1.
Con relaci¨®n al ministro Mendon?a, Bolsonaro ya le ha dado algunos votos de confianza. El primero le ¡°ascendi¨®¡± de abogado del Estado a ministro de Justicia, cuando tuvo que reemplazar al exjuez Sergio Moro, su antiguo favorito para el Supremo. Despu¨¦s acept¨® su recomendaci¨®n para el Ministerio de Educaci¨®n: el nuevo ministro, Milton Ribeiro, es amigo y ahijado pol¨ªtico de Mendon?a. Ahora, cuenta con ¨¦l para mapear a un grupo de 579 personas (entre autoridades de seguridad p¨²blica y profesores universitarios) que ser¨ªan miembros de ¡°movimientos antifascistas¡±. La Fiscal¨ªa le ha dado diez d¨ªas al Ministerio de Justicia para que rinda cuentas de esta investigaci¨®n.
El ministro Andr¨¦ Mendon?a tiene a favor que se ajusta al perfil de ¡°terriblemente evang¨¦lico¡±. Es miembro de la iglesia presbiteriana, y podr¨ªa significar un gui?o al ala religiosa que apoya a Bolsonaro. Y en cuanto al ministro Jorge Oliveira, su lealtad a Bolsonaro tiene un gran peso. Es licenciado en Derecho y oficial de la reserva de la Polic¨ªa Militar del Distrito Federal. Fue jefe del gabinete del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, durante tres a?os. Lleg¨® al cargo porque su padre, Jorge Francisco, asesor¨® al presidente durante 20 a?os. En su contra tiene su inexistente carrera judicial: a pesar de haberse graduado en 2006, solo empez¨® a ejercer en 2013 y ha defendido pocos casos en los tribunales.
Por lo que respecta a Augusto Aras, Bolsonaro lo eligi¨® para dirigir la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, aunque su nombre no constaba en la lista de candidatos que propuso el gremio. Y, en una transmisi¨®n en directo en sus redes sociales, dijo que podr¨ªa proponerlo para ocupar una tercera vacante en el Supremo, si surg¨ªa. Sin embargo, el fiscal general, que se moviliz¨® pol¨ªticamente para llegar el cargo, ya ha dicho que la sugerencia del presidente causa incomodidad y que entiende que ha alcanzado la cima de su carrera con su cargo en la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica.
La politizaci¨®n del Supremo de Brasil no es nueva, pero ha ganado prominencia en los ¨²ltimos 15 a?os debido a un papel que la propia Corte ha asumido: el de marcar terreno en el debate pol¨ªtico. Esta nueva posici¨®n lo transforma en blanco de las cr¨ªticas de varios espectros pol¨ªticos. Las m¨¢s recientes provienen de bolsonaristas y de la propia familia presidencial. Contra ambos hay investigaciones sobre noticias falsas, apoyo a manifestaciones antidemocr¨¢ticas y, en el caso del presidente, la sospecha de que ha interferido pol¨ªticamente en la Polic¨ªa Federal.
¡°La diferencia entre el Gobierno de ahora y los anteriores es que, antes, la disputa pol¨ªtica por las vacantes en el Supremo suced¨ªa a puerta cerrada; ahora, es a cara descubierta. Adem¨¢s, se tienen en cuenta las investigaciones que involucran a familiares y partidarios del presidente¡±, opina el doctor en Ciencias Pol¨ªticas Leonardo Barreto. ¡°Bolsonaro es el primer presidente que instrumentaliza las recomendaciones. Dice que va a recomendar a alguien porque tiene determinadas caracter¨ªsticas¡±, a?ade la profesora de la Universidad de Brasilia y presidenta de la Asociaci¨®n Brasile?a de Ciencias Pol¨ªticas, Fl¨¢via Biroli.
Actualmente, el poder de Bolsonaro para recomendar no significa, a priori, que coseche los frutos m¨¢s tarde, ya que estas recomendaciones, por determinadas cuestiones, no siempre funcionan. ¡°Los pol¨ªticos no analizan la carrera del magistrado. Las decisiones que pueda tomar no les preocupan demasiado. Lo que les interesa es que puedan decir que ese magistrado es suyo¡±, dice la profesora de Derecho P¨²blico de la Universidad de Brasilia, Maria Pia Guerra. La actuaci¨®n de un magistrado es previsible, seg¨²n Guerra, cuando tiene una trayectoria jur¨ªdica consolidada, con producci¨®n acad¨¦mica, publicaci¨®n de libros o experiencia en los tribunales como abogado, juez o fiscal.
En su opini¨®n, nombrar a alguien que goza del apoyo pol¨ªtico es un error para cualquier presidente. ¡°Una vez ha asumido el cargo, ya no lo controlas¡±. Fue notorio el episodio del actual magistrado y pr¨®ximo presidente del Supremo, Luiz Fux, que dej¨® entrever que ayudar¨ªa al Partido de los Trabajadores (PT) en las demandas en las que estaba involucrado, incluido el exministro Jos¨¦ Dirceu. Seg¨²n declar¨® el propio Dirceu, Fux le habr¨ªa dicho: ¡°Esto lo resuelvo en un pisp¨¢s¡±. Fux, que ha admitido p¨²blicamente que insisti¨® para que el PT lo recomendara para la plaza en el Supremo ¡ªentonces era presidente del STJ y la presidenta Dilma Rousseff lo recomend¨®, en 2011¡ª, fue duro en todos los procesos que investigaban la actuaci¨®n del PT en el caso de corrupci¨®n conocido como Mensal?o y tambi¨¦n favorable a las acciones del caso Lava Jato que penalizaron el partido.
El segundo nivel y el Superior Tribunal de Justicia
En un segundo nivel de candidatos al Supremo aparecen los nombres del promotor general de acci¨®n disciplinaria y magistrado del STJ, Humberto Martins; del magistrado Ives Gandra Filho, del Tribunal Superior del Trabajo; y los jueces federales de R¨ªo de Janeiro Marcelo Bretas y William Douglas. Tambi¨¦n hay un tercer bloque, con posibilidades reducidas porque cuentan con el apoyo de una parte de la oposici¨®n y pocos contactos en el Ejecutivo. Este grupo est¨¢ formado por los magistrados del STJ Herman Benjamin, Lu¨ªs Felipe Salom?o y Mauro Campbell.
La disputa en el STJ tambi¨¦n es pol¨ªtica, pero pasa por un filtro t¨¦cnico que impide que el presidente elija directamente a su favorito. Bolsonaro tiene que decidir a partir de las listas triples que presenta el propio tribunal. Las 33 plazas del tribunal se dividen de la siguiente manera: 11 son para miembros de los tribunales regionales federales, 11 para los magistrados de los Tribunales de Justicia de los Estados y las otras 11 se reparten alternativamente entre abogados y fiscales: ahora les tocar¨ªa a los abogados recomendar a alguien. Por lo tanto, un juez federal deber¨¢ sustituir al magistrado Nunes y un abogado, al magistrado Fischer.
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