La represi¨®n de Ir¨¢n llega a las familias de los presos
La detenci¨®n de la hija de la abogada Nasrin Sotudeh pone de relieve una pr¨¢ctica habitual del r¨¦gimen de Teher¨¢n
La abogada y defensora de los derechos humanos iran¨ª Nasrin Sotudeh, galardonada con el premio Sajarov en 2012, inici¨® el pasado 11 de agosto una huelga de hambre en la c¨¢rcel de Evin donde est¨¢ presa. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, agentes de inteligencia detuvieron durante varias horas a su hija, Mehraveh Khandan, de 20 a?os, para presionarle a deponer la huelga. No es la primera vez que las autoridades iran¨ªes hostigan a familiares de presos pol¨ªticos y de conciencia con el objetivo de extraerles confesiones o acallar sus...
La abogada y defensora de los derechos humanos iran¨ª Nasrin Sotudeh, galardonada con el premio Sajarov en 2012, inici¨® el pasado 11 de agosto una huelga de hambre en la c¨¢rcel de Evin donde est¨¢ presa. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, agentes de inteligencia detuvieron durante varias horas a su hija, Mehraveh Khandan, de 20 a?os, para presionarle a deponer la huelga. No es la primera vez que las autoridades iran¨ªes hostigan a familiares de presos pol¨ªticos y de conciencia con el objetivo de extraerles confesiones o acallar sus denuncias. Sin embargo, esa pr¨¢ctica se ha intensificado este a?o a medida que el r¨¦gimen se est¨¢ sintiendo acorralado por problemas econ¨®micos y pol¨ªticos.
¡°Se trata de intimidar a la opini¨®n p¨²blica difundiendo la idea de que las consecuencias de criticar a la Rep¨²blica Isl¨¢mica y sus principios no solo recaer¨¢n sobre los opositores, sino que sus parientes tambi¨¦n van a sufrir represalias¡±, explica un analista iran¨ª que pide el anonimato ante la sensibilidad del tema. El interlocutor recuerda que ¡°este m¨¦todo, bautizado en Alemania nazi como sippenhaft, tambi¨¦n se practica en pa¨ªses aliados de Ir¨¢n como China y en la vecina Turqu¨ªa¡±.
El ¨²ltimo caso conocido ha sido el de Zahra Rahimi, directora de la Asociaci¨®n Estudiantil Imam Ali. Rahimi recibi¨® una citaci¨®n y cuando se present¨® en el juzgado el 5 de septiembre, le dijeron que ten¨ªa que pagar fianza para seguir en libertad. Estuvo detenida durante dos d¨ªas hasta que pudo reunir la cantidad exigida. Fuentes conocedoras del caso estiman que se trata de un montaje judicial para forzar una confesi¨®n a su marido, Sharmin Meymandineyad, fundador de la asociaci¨®n, que se encuentra detenido en confinamiento solitario desde el 21 de junio.
¡°El r¨¦gimen siempre ha usado este m¨¦todo contra sus opositores, pero las persecuciones y hostigamientos se han intensificado durante los ¨²ltimos seis meses debido a la presi¨®n que sufre tanto en lo pol¨ªtico como en lo econ¨®mico¡±, constata el citado analista. En su opini¨®n, m¨¢s all¨¢ del agobio financiero por las sanciones estadounidenses, ¡°los contratiempos empezaron con las protestas de noviembre de 2019 y continuaron con el asesinato de[l general Qasem] Soleimani, el derribo del avi¨®n ucranio y la propagaci¨®n del coronavirus¡±. ¡°El r¨¦gimen est¨¢ arrinconado y acobardado, de ah¨ª que no tolere ni el m¨ªnimo gesto de protesta¡±, interpreta.
As¨ª lo ha comprobado Faranguis Mazluom, la madre del preso de conciencia Soheil Arabi, que fue detenida el 21 de julio y condenada a seis a?os de c¨¢rcel por ¡°conspiraci¨®n contra la seguridad nacional¡± y ¡°propaganda contra el sistema¡±. ?Su delito? Haber denunciado los malos tratos que recib¨ªa su hijo en prisi¨®n y difundir v¨ªdeos al respecto en las redes sociales. Arabi, inicialmente condenado a muerte por ¡°ofender al Profeta [Mahoma]¡±, cumple una pena de siete a?os y medio y otros dos obligado a estudiar y resumir una decena de libros de teolog¨ªa isl¨¢mica.
¡°El r¨¦gimen es especialmente duro con las madres de los presos porque tiene miedo a que sus denuncias inciten a otros familiares de detenidos y en especial a sus madres. Los responsables intentan impedir que se formen movimientos o asociaciones, como la de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina, que reivindiquen los derechos b¨¢sicos de los presos¡±, se?ala el interlocutor.
Otro asunto que ha puesto a las mujeres en el punto de mira de las autoridades iran¨ªes es la campa?a contra el velo obligatorio impulsada por la activista Masih Alinejad. Desde el principio, los jueces han actuado con enorme dureza contra aquellas que han osado mostrarse sin pa?uelo en p¨²blico y los abogados que, como Sotudeh, las han defendido. Ahora tambi¨¦n van a por sus familiares. Raheleh Ahmadi, madre de Saba Kordafshari, una joven condenada a 24 a?os de c¨¢rcel por participar en esas protestas, ha sido detenida en varias ocasiones y desde el pasado febrero cumple una pena de 31 meses de c¨¢rcel por ¡°conspiraci¨®n contra la seguridad nacional colaborando con medios opositores extranjeros¡±.
Ali Alineyad, hermano de Masih, fue condenado a ocho a?os de c¨¢rcel en junio. Seg¨²n Masih, activista en el exilio, desde que le detuvieron hace un a?o, Ali se ha negado a repudiarla en televisi¨®n o intentar convencerla de que lo visitara en Turqu¨ªa para permitir que agentes iran¨ªes pudieran capturarla. No est¨¢ claro si pensaban pedir su extradici¨®n o simplemente secuestrarla como hicieron con Ruhollah Zam, un opositor que se hab¨ªa refugiado en Francia, pero a quien al parecer enga?aron para que se trasladara a un pa¨ªs fronterizo con Ir¨¢n, posiblemente Irak.
Los activistas iran¨ªes tampoco est¨¢n a salvo en territorio turco. El Gobierno de Ankara ha intensificado la colaboraci¨®n de seguridad y de inteligencia con Teher¨¢n, en especial tras el intento del golpe de Estado que vivi¨® en 2016, y a menudo extradita a los opositores o hace caso omiso de su secuestro por operativos de la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
De momento, la presi¨®n del r¨¦gimen no parece haber hecho mella en Sotudeh ni en su familia. ¡°La detenci¨®n de [su hija] Mehraveh es uno de los motivos por los que Nasrin ha decidido prologar su huelga de hambre¡±, ha dicho su marido, Reza Khandan, a trav¨¦s de las redes sociales. La premio Sajarov, que el a?o pasado fue condenada a 38 a?os de c¨¢rcel y 148 latigazos por su trabajo, dej¨® de comer para pedir la excarcelaci¨®n de todos presos pol¨ªticos ante el riesgo de que se contagien de covid-19. ¡°No le hemos pedido que desista, preferimos que sea ella quien decida¡±, a?ad¨ªa a pesar de que la familia tambi¨¦n ha sufrido la congelaci¨®n de su cuenta bancaria. Organizaciones internacionales de derechos humanos y Gobiernos occidentales han expresado su preocupaci¨®n por la salud de la activista.