Trump pag¨® 750 d¨®lares en impuestos en los a?os 2016 y 2017, seg¨²n ¡®The New York Times¡¯
El peri¨®dico accede a 20 a?os de informaci¨®n fiscal que el presidente ha tratado de mantener en secreto y que se encuentra bajo investigaci¨®n
Donald Trump no pag¨® impuestos federales sobre ingresos en 10 de los ¨²ltimos 15 a?os, principalmente porque su emporio empresarial declar¨® p¨¦rdidas mayores que sus ingresos. Solo tuvo que desembolsar 750 d¨®lares (algo m¨¢s de 644 euros) en 2016, el a?o que fue elegido para la presidencia de Estados Unidos, y la misma cantidad durante su primer a?o de mandato. As¨ª se desprende de la informaci¨®n exclusiva publicada este domingo por The New York Times. El republicano, el ¨²nico presidente es...
Donald Trump no pag¨® impuestos federales sobre ingresos en 10 de los ¨²ltimos 15 a?os, principalmente porque su emporio empresarial declar¨® p¨¦rdidas mayores que sus ingresos. Solo tuvo que desembolsar 750 d¨®lares (algo m¨¢s de 644 euros) en 2016, el a?o que fue elegido para la presidencia de Estados Unidos, y la misma cantidad durante su primer a?o de mandato. As¨ª se desprende de la informaci¨®n exclusiva publicada este domingo por The New York Times. El republicano, el ¨²nico presidente estadounidense de la historia reciente en no hacer p¨²blica su informaci¨®n fiscal, atraviesa una situaci¨®n financiera complicada y afronta el vencimiento de millones de d¨®lares en deuda, seg¨²n el Times, que asegura haber tenido acceso a dos d¨¦cadas de declaraciones tanto de Trump como de sus centenares de empresas. No disponen de la informaci¨®n personal de 2018 y 2019.
Alan Garten, abogado de la Trump Organization, el conglomerado empresarial del neoyorquino, declar¨® al rotativo que ¡°la mayor¨ªa, si no todos los hechos parecen imprecisos¡±, y asegur¨® en un comunicado: ¡°Durante la pasada d¨¦cada, el presidente Trump ha pagado decenas de millones de d¨®lares en impuestos personales desde que anunci¨® su candidatura en 2015¡±. Aun as¨ª, el Times apunta que el asesor mezcla impuestos sobre las rentas con otros impuestos federales y hace un uso torticero del concepto de cr¨¦dito fiscal.
La informaci¨®n supone material explosivo a poco m¨¢s de un mes de las elecciones presidenciales y tan solo dos d¨ªas antes del primer debate cara a cara con su rival dem¨®crata, Joe Biden. La fotograf¨ªa de las cuentas de Trump muestra un imperio que no atraviesa por su mejor momento, pero que precisamente ha visto subir los ingresos en los negocios que m¨¢s potenciales conflictos de intereses presentan, como su lujoso hotel de Washington, donde se celebran muchos eventos y se recibe a hu¨¦spedes de calado pol¨ªtico, y su club de golf Mar-a-Lago en Florida, por las mismas circunstancias. La noticia se publica, adem¨¢s, al d¨ªa siguiente de que Trump diera el pistoletazo de salida para una crucial batalla por el Tribunal Supremo, con la nominaci¨®n de la juez conservadora Amy Coney Barrett en sustituci¨®n de la magistrada reci¨¦n fallecida Ruth Bader Ginsburg.
Las declaraciones fiscales de Trump, celosamente protegidas por el interesado, eran uno de los documentos m¨¢s codiciados por el periodismo estadounidense, as¨ª como por los fiscales y los pol¨ªticos dem¨®cratas, al menos desde que el empresario lleg¨® a la presidencia hace casi cuatro a?os. En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el presidente ha despreciado la exclusiva, calific¨¢ndola de ¡°informaciones falsas, totalmente inventadas¡±.
¡°He pagado mucho, y tambi¨¦n he pagado muchos impuestos sobre la renta a nivel del Estado, el Estado de Nueva York cobra muchos impuestos", ha agregado. De hecho, el pasado noviembre sali¨® a la luz que Trump, un neoyorquino natal, hab¨ªa trasladado su residencia fiscal desde la Trump Tower en la Quinta Avenida de Manhattan al club Mar-a-Lago en Palm Beach.
Trump, un empresario inmobiliario de Manhattan, siempre se ha jactado, por una parte, de ser muy bueno en los negocios y, por otra, de ser lo bastante h¨¢bil como para pagar pocos impuestos. Pero al mismo tiempo ha tratado de ocultar toda esa informaci¨®n, que tradicionalmente los candidatos presidenciales hacen p¨²blica. La Fiscal¨ªa del Distrito de Manhattan llevaba tiempo reclamando esa informaci¨®n, al igual que los dem¨®cratas en el Congreso, y el asunto acab¨® en el Tribunal Supremo, que en julio tom¨® una decisi¨®n y le dio una de cal y otra de arena.
La m¨¢xima instancia judicial estableci¨® que Trump no puede bloquear la informaci¨®n financiera y fiscal que le reclama la Fiscal¨ªa, aunque devolvi¨® a los tribunales inferiores la demanda del Congreso. Ambas demandas estaban relacionadas con la investigaci¨®n por los pagos opacos que Trump realiz¨® antes de las elecciones de 2016 para silenciar dos supuestas relaciones sexuales extramatrimoniales. La semana pasada trascendi¨®, tambi¨¦n en una informaci¨®n avanzada por The New York Times, que la misma oficina del fiscal general de Manhattan hab¨ªa encontrado ya base suficiente para investigar al presidente y a sus negocios por fraude fiscal.
Una de las bazas que jug¨® Trump en su carrera a la presidencia era la de presentarse al mundo como un empresario de ¨¦xito, un emprendedor hecho a s¨ª mismo, que si hab¨ªa conseguido construir un imperio lograr¨ªa tambi¨¦n sacar lo mejor de un pa¨ªs como Estados Unidos. Algunos an¨¢lisis hechos en su d¨ªa ya desmitificaron este retrato, pues lleg¨® al negocio de la mano de su padre, ya un constructor millonario, y su patrimonio tampoco se multiplic¨® por encima de lo que lo hab¨ªa hecho el propio mercado con el paso de los a?os.
El jugoso negocio de la televisi¨®n
Ahora, en el arsenal de datos reci¨¦n hechos p¨²blicos, aparece un Trump con una mala racha en los negocios, pero con mucha mejor fortuna como showman televisivo, a juzgar por los emolumentos que obtuvo como presentador de The Apprentice (El aprendiz) el famoso programa de telerrealidad en el que el hoy presidente, en el papel de gur¨² de los negocios, examinaba los proyectos de aspirantes a empresarios. Tanto ese programa como los contratos y licencias relacionadas le han reportado 427 millones de d¨®lares (m¨¢s de 366 millones de euros) que invirti¨® en campos de golf.
Por otra parte, en los pr¨®ximos cuatro a?os vencer¨¢n m¨¢s de 300 millones de d¨®lares en pr¨¦stamos, de los que el propio Trump es personalmente responsable.
El peri¨®dico detalla que toda la informaci¨®n publicada este domingo ha sido obtenida a trav¨¦s de fuentes con acceso legal a la misma y que ha podido comprobar la veracidad de partes de ella al compararla con algunos documentos sueltos que s¨ª hab¨ªan salido a la luz en los ¨²ltimos a?os. Por ejemplo, en octubre de 2016, a poco de las elecciones, el Times public¨® que en 1995 Trump declar¨® p¨¦rdidas por 916 millones de d¨®lares por la ruina de sus casinos en Atlantic City y otros negocios fallidos, lo que le supuso una deducci¨®n impositiva de hasta 50 millones de d¨®lares de ingresos al a?o, ¡°que le podr¨ªa haber permitido evitar legalmente pagar cualquier impuesto sobre la renta federal durante los siguientes 18 a?os¡±.
Conflicto de intereses
Con el trasfondo de sus problemas financieros, los documentos revelan, siempre seg¨²n el Times, los conflictos de intereses generados por la negativa de Trump a desvincularse de sus negocios mientras est¨¦ en la Casa Blanca. Los documentos ponen por primera vez n¨²meros concretos al flujo de dinero de lobistas, empresarios y oficiales extranjeros hacia algunas de sus propiedades, convertidas en bazares de influencia. Es el caso de su hotel en Washington, que recibi¨® un pago de 397.602 d¨®lares (341.367 euros) de la asociaci¨®n evang¨¦lica de Billy Graham para un evento en 2017.
Su club de golf de Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida), uno de los negocios m¨¢s rentables de Trump, al que se refiere como la Casa Blanca del sur, es una fuente habitual de quejas sobre conflictos de intereses. Los ingresos de Mar-a-Lago han crecido de manera considerable desde que Trump anunci¨® su carrera presidencial. El club ha visto desde 2015 un aluvi¨®n de nuevos socios que le han permitido embolsarse cinco millones al a?o adicionales, seg¨²n el Times. Los nuevos cortesanos multiplicaron casi por 10 lo que el club ingresa por las cuotas de entrada de los socios, seg¨²n el diario, de 664.000 d¨®lares en 2014 a seis millones en 2016. En 2017, Trump dobl¨® la cantidad que los nuevos socios deben desembolsar para pertenecer al club.
Los documentos muestran tambi¨¦n, seg¨²n el Times, c¨®mo los desembolsos m¨¢s cuantiosos realizados por diferentes empresas para celebrar eventos y congresos en Mar-a-Lago se han producido desde que Trump es presidente. Lo mismo sucede en otras propiedades de Trump, como su club de golf en Doral (Miami), que ingres¨® al menos siete millones de Bank of America entre 2015 y 2016, o 406.599 d¨®lares de la C¨¢mara de Comercio de Estados Unidos en 2018.
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