El giro conservador del Tribunal Supremo agita la campa?a presidencial de Estados Unidos
Trump anuncia la nominaci¨®n de Amy Coney Barrett, una juez antiabortista, en sustituci¨®n de la progresista Ruth Bader Ginsburg, fallecida la semana pasada
Donald Trump inici¨® este s¨¢bado el camino para consolidar el giro a la derecha del Tribunal Supremo de Estados Unidos, ¨¢rbitro ¨²ltimo de gran parte de los debates sociales y pol¨ªticos en un pa¨ªs diverso de 330 millones de habitantes. El presidente anunci¨® la nominaci¨®n de la juez conservadora Amy Coney Barrett, muy religiosa y significada contra el aborto, como nuevo miembro de la m¨¢xima instancia judicial de Estados Unidos. El relevo de la progresista Ruth Bader Ginsburg, fallecida la semana pasada, por un perfil antit¨¦tico, refuerza al republicano entre sus bases a poco m¨¢s de un mes de las elecciones presidenciales, aunque tambi¨¦n puede espolear a los votantes dem¨®cratas, temerosos de retrocesos sociales.
La elecci¨®n de un miembro del Supremo supone una de las decisiones de mayor calado para un presidente de Estados Unidos, aunque luego debe ser refrendada en el Senado. El ¨®rgano est¨¢ formado por nueve magistrados de cargo vitalicio, una condici¨®n que blinda su independencia de cualquier Gobierno o C¨¢mara legislativa, pero que tambi¨¦n lo convierte en un grupo de juristas todopoderosos en asuntos trascendentales para el futuro de la sociedad: el alto tribunal legaliz¨® el derecho al aborto en todo el pa¨ªs, consagr¨® el matrimonio entre personas del mismo sexo y acab¨® con la segregaci¨®n racial en las escuelas p¨²blicas.
Hasta la muerte de Ginsburg, el 18 de septiembre, hab¨ªa una mayor¨ªa de cinco magistrados considerados conservadores, nominados por republicanos, frente a cuatro progresistas, propuestos por dem¨®cratas. Trump, con la mayor¨ªa republicana en el Senado de su parte, se dispone a colocar a un sexto miembro conservador en el alto tribunal e inclinar m¨¢s la balanza. La decisi¨®n no solo calienta la campa?a por el giro a la derecha de la m¨¢xima autoridad judicial, sino porque rompe la regla no escrita de que un presidente no procede al relevo de un juez del Supremo en plenas elecciones ¨Cmucho menos cuando faltan apenas 38 d¨ªas¨C, sino que deja esa elecci¨®n en manos del pr¨®ximo mandatario, ya sea elegido o reelegido, como ser¨ªa su caso.
El presidente anunci¨® este s¨¢bado a su nominada desde la Casa Blanca, pero el viernes por la noche la prensa estadounidense ya avanz¨® que la elegida era Amy Coney Barrett, una jurista religiosa y conservadora, conocida por su f¨¦rrea oposici¨®n al aborto. ¡°Es una mujer de alt¨ªsimo intelecto y lealtad inquebrantable a la Constituci¨®n¡±, dijo Trump al presentarla en los jardines de la residencia oficial. Barrett fue ayudante de otro magistrado conservador del Supremo, Antonin Scalia (fallecido en 2016), pero su trayectoria como juez es breve. Trump la nombr¨® en 2017 para el Tribunal de Apelaciones del S¨¦ptimo Circuito, en Chicago, donde han dejado huella sus fallos de corte conservador. Con solo 48 a?os de edad, podr¨ªa servir en el alto tribunal durante d¨¦cadas.
Tanto Trump como su nominada dirigieron palabras elogiosas a la figura de Ginsburg, un icono progresista, que fue capital en los avances feministas de Estados Unidos. El presidente se refiri¨® a ella como ¡°una gigante del Derecho y una pionera para las mujeres¡±. Su relevo por una jurista en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas agitar¨¢ la campa?a electoral. Barrett, que si la confirma el Senado ser¨¢ la quinta mujer que se incorpora a ese estrado en la historia del alto tribunal estadounidense, recalc¨® la estrecha amistad de Scalia, su mentor, con la juez Ginsburg.
Las otras dos jueces hoy activas en el Supremo forman parte de la minor¨ªa progresista, que se ha quedo ahora en tres miembros: Sonia Sotomayor, de 66 a?os, nominada por Obama en 2009; Elena Kagan, de 60, tambi¨¦n propuesta por el dem¨®crata, en 2010; y el m¨¢s veterano de todos, Stephen Breyer, de 82 a?os, escogido por Bill Clinton en 1994. Entre los conservadores figuran Clarence Thomas, de 72 a?os, nombrado por George Bush padre en 1991; Samuel Alito, de 70, confirmado en 2005 durante la Administraci¨®n de Bush hijo; el presidente del tribunal, John Roberts, de 65, nombrado el mismo a?o por el mismo presidente; y los dos m¨¢s recientes, nominados por Donald Trump en 2017 y 2018, respectivamente: Neil Gorsuch, de 53 a?os, y Brett Kanaugh, de 55.
Si la confirmaci¨®n de Amy Coney Barnett sale adelante, Trump habr¨¢ logrado la victoria pol¨ªtica de haber colocado hasta tres jueces en un solo mandato, m¨¢s que ning¨²n otro presidente salvo Richard Nixon, que en su primer Gobierno nomin¨® a cuatro. La garant¨ªa de incorporar m¨¢s magistrados conservadores en el Supremo, o evitar la llegada de progresistas, fue uno de los principales motivos por los que muchos votantes republicanos tradicionales fueron fieles y votaron a un candidato como Trump, al que muchos consideraban populista y poco preparado. Seg¨²n algunas encuestas posteriores, el 26% de los votantes del hoy presidente dijeron que el alto tribunal fue el factor m¨¢s decisivo para votarle.
Ahora, el proceso de confirmaci¨®n en la C¨¢mara alta tiene todos los ingredientes para convertirse en un drama de primer orden en un Capitolio ya de por s¨ª quebrado, que hace solo unos meses estaba debatiendo el impeachment a su presidente. Los republicanos van a proceder a confirmar a un nuevo miembro del Supremo pisoteando los mismos argumentos que hicieron valer ante Obama en 2016. En febrero de aquel a?o falleci¨® el conservador Scalia y el presidente dem¨®crata propuso como sustituto a Merrick Garland, un progresista moderado, cuando faltaban nueve meses para las elecciones. Los republicanos lo bloquearon en el Senado durante todo ese tiempo y fue Trump quien, meses despu¨¦s, coloc¨® a Gorsuch.
Ahora faltan menos de 40 d¨ªas para la cita con las urnas, el 3 de noviembre, y el partido del presidente prepara un proceso de confirmaci¨®n express para sustituir a una juez reci¨¦n fallecida. ¡°Voy a ser claro: los votantes deben elegir al presidente, y ese presidente debe elegir al sustituto de la magistrada Ginsburg¡±, protest¨® el candidato presidencial dem¨®crata, Joe Biden, al poco de fallecer la juez. Pero los suyos no tienen suficientes senadores para evitarlo. Los republicanos controlan 53 de los 100 esca?os, adem¨¢s del Comit¨¦ de Justicia, que es el que debate la propuesta de Trump, convoca las audiencias para examinar a la juez propuesta y est¨¢, adem¨¢s, presidido por Lindsey Graham, uno de los legisladores m¨¢s fieles al mandatario. El encargado de llevar el voto al pleno es el tambi¨¦n l¨ªder de la mayor¨ªa, Mitch McConnell.
El proceso impregnar¨¢ la campa?a por la Casa Blanca y tambi¨¦n las elecciones al Senado, que se renueva parcialmente el 3 de noviembre, aunque esa carrera queda a menudo eclipsada por la presidencial. El relevo de Ruth Bader Ginsburg por una magistrada conservadora coloca el foco en esos 35 esca?os en juego.
Aunque perdieran la mayor¨ªa, los republicanos tienen tiempo de confirmar a la nueva magistrada antes de la toma de posesi¨®n, en enero, de los senadores elegidos. Aun as¨ª, con algunos jueces del Supremo en edad avanzada, esos esca?os importan para el voto evang¨¦lico, satisfecho con Trump, y pesan para los votantes progresistas, preocupados por el futuro del Supremo. El alto tribunal debe tomar este curso decisiones importantes sobre el aborto, la reforma sanitaria de Obama, la inmigraci¨®n y los propios comicios.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter semanal sobre las elecciones en Estados Unidos
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.