Israel declara un estado de alarma especial para restringir las protestas contra Netanyahu

Israel ha enmendado la legislaci¨®n sobre el confinamiento y declarado un estado de alarma especial para restringir el derecho de manifestaci¨®n. Las protestas contra Benjam¨ªn Netanyahu, el primer ministro procesado por corrupci¨®n, han congregado a miles de ciudadanos a pesar de las severas limitaciones impuestas desde hace 10 d¨ªas tras descontrolarse la segunda ola de la pandemia. En un debate que se prolong¨® durante toda la noche del martes, la Kneset (Parlamento) ha circunscrito las protestas este mi¨¦rcoles a un radio de un kil¨®metro de la vivienda habitual, con hasta un m¨¢ximo de 100 grupos de 20 asistentes cada uno. Las masivas concentraciones ante la residencia oficial del jefe del Gobierno en Jerusal¨¦n, que se han sucedido cada semana desde hace cuatro meses para exigir su dimisi¨®n, se ver¨¢n de este modo reducidas a una queja testimonial.

Los partidos de la oposici¨®n, que la semana pasada consiguieron bloquear la aprobaci¨®n de la reforma legal con apoyo de los aliados centristas de Netanyahu, denunciaron en la C¨¢mara que la nueva medida viola un derecho civil b¨¢sico. Encausado por soborno, fraude y abuso de poder en tres esc¨¢ndalos, el primer ministro fue investigado durante tres a?os por la brigada policial anticorrupci¨®n antes de que el fiscal general de Israel confirmara las imputaciones. Las manifestaciones en su contra no han cesado ni en medio del pico de 8.500 contagios diarios alcanzado la semana pasada en un pa¨ªs de poco m¨¢s de nueve millones de habitantes. De acuerdo con un sondeo del Instituto para la Democracia, el veterano mandatario solo cuenta con el respaldo del 27% de los ciudadanos a su gesti¨®n de las crisis sanitaria y econ¨®mica.

Para aprobar la restricci¨®n legal de las manifestaciones, los socios centristas de la coalici¨®n gubernamental, encabezados por el ministro de Defensa, Benny Gantz, pactaron con el conservador partido Likud de Netanyahu que el ¡°estado de alarma especial¡± deber¨¢ ser ratificado tres veces por semana en el seno del Gabinete y que su pr¨®rroga tendr¨¢ que ser avalada por la Comisi¨®n Constitucional de la Kneset. Seg¨²n informa el diario Haaretz, el Gobierno no est¨¢ facultado para prohibir las protestas, sino solo para limitar el n¨²mero de asistentes. El primer ministro ya ha anticipado que el confinamiento general, inicialmente fijado hasta el 10 de octubre, se extender¨¢ previsiblemente varias semanas m¨¢s.

La declaraci¨®n de emergencia impedir¨¢ de hecho que miles de manifestantes, confinados en mil metros en torno a sus casas, se puedan concentrar ante la residencia oficial del jefe del Ejecutivo en la calle Balfour de Jerusal¨¦n, pero tambi¨¦n servir¨¢ para limitar afluencia de los ultrarreligiosos jud¨ªos a las sinagogas. La tasa de contagios entre los ultraortodoxos, que representan el 12% de la poblaci¨®n, es ahora del 28%, frente a una media nacional del 12%. ¡°Uno de cada tres miembros de la comunidad jared¨ª est¨¢ dando positivo en las pruebas de detecci¨®n del coronavirus¡±, ha precisado el director general del Ministerio de Sanidad, Hezi Levi.

Los sectores laicos de la sociedad Israel¨ª han observado con preocupaci¨®n las im¨¢genes en televisi¨®n de las multitudinarias ceremonias religiosas durante el Yom Kipur (D¨ªa del Arrepentimiento), celebrado el pasado lunes. Ni se respetaba el aforo establecido por las autoridades sanitarias ni se guardaba la distancia de seguridad entre los asistentes. El inicio, este viernes, de la semana de celebraciones del Sukot (Fiesta de los Tabern¨¢culos) hace temer que se vuelvan a disparar los contagios entre esta comunidad.

Con la boca y la nariz cubiertas por mascarillas, separados al menos dos metros ¨Caunque con menor distancia en las zonas centrales de la concentraci¨®n--, los miles de manifestantes que se desplegaron el pasado s¨¢bado en la plaza de Par¨ªs de Jerusal¨¦n, en las inmediaciones de la residencia oficia de Netanyahu, respetaron en general las instrucciones sanitarias. A partir de ahora, las restricciones de la pandemia marcar¨¢n el paso a las marchas de protesta.