¡°Tem¨ª un ¡®Italexit¡¯ cuando Salvini gobernaba¡±
Enrico Letta, ex primer ministro italiano, apuesta por la renovada relaci¨®n entre su pa¨ªs y Espa?a para fundar algunas de las bases de la Uni¨®n Europea pospandemia
Italia es un pa¨ªs que devora primeros ministros a velocidad de v¨¦rtigo. Enrico Letta (Pisa, 54 a?os), un hombre refinado, culto y con una profunda visi¨®n pol¨ªtica rara en la generaci¨®n actual de l¨ªderes, dur¨® 10 escasos meses (la media son 14). Una treta de sal¨®n de Matteo Renzi, de su mismo partido (Partido Democr¨¢tico, PD), lo descabalg¨® del Palacio Chigi en febrero de 2014 y lo devolvi¨® a la Universidad. Visto con la perspectiv...
Italia es un pa¨ªs que devora primeros ministros a velocidad de v¨¦rtigo. Enrico Letta (Pisa, 54 a?os), un hombre refinado, culto y con una profunda visi¨®n pol¨ªtica rara en la generaci¨®n actual de l¨ªderes, dur¨® 10 escasos meses (la media son 14). Una treta de sal¨®n de Matteo Renzi, de su mismo partido (Partido Democr¨¢tico, PD), lo descabalg¨® del Palacio Chigi en febrero de 2014 y lo devolvi¨® a la Universidad. Visto con la perspectiva actual, quiz¨¢ estuviera sobrecualificado para un cargo por el que han pasado tres pol¨ªticos m¨¢s desde entonces. Hoy es decano de Asuntos Internacionales en la prestigiosa Science Po de Par¨ªs y presidente del Instituto Jacques Delors. Pero tambi¨¦n dirige el foro Italia-Espa?a que lleva dos d¨¦cadas celebr¨¢ndose y al que ambos pa¨ªses llegan el martes (se celebra en Roma con la presencia del primer ministro Giuseppe Conte y el presidente Pedro S¨¢nchez) con una sinton¨ªa nunca vista. En un mundo en crisis, castigado por la pandemia, Italia y Espa?a viven una intensa luna de miel. Letta, promotor de este renacido amor mediterr¨¢neo, lo celebra y apunta hacia una alianza de la que pueda salir la Europa del futuro.
Pregunta. ?Cree que hemos aprendido la lecci¨®n de los meses de marzo y abril?
Respuesta. S¨ª, todos los pa¨ªses europeos est¨¢n buscando una coordinaci¨®n y tomar medidas adecuadas para proteger la parte d¨¦bil de la sociedad, pero que eviten un nuevo confinamiento total. El coste econ¨®mico ha sido inmenso, para Italia son 30 puntos de deuda p¨²blica. Algo que pagaremos durante muchos a?os. Por eso hay que buscar equilibrio entre la exigencia sanitaria y evitar el confinamiento.
P. ?Entonces no aplicar¨ªa medidas m¨¢s restrictivas que las anunciadas por Italia el domingo?
R. La prioridad debe darse a las escuelas y al trabajo. Hay que explotar al m¨¢ximo el teletrabajo, pero eso solo es posible si las escuelas est¨¢n abiertas y permiten a la gente trabajar desde casa. Tengo confianza en quien toma las decisiones y maneja los datos. Ahora todo el mundo critica o sugiere cambios, todos son entrenadores de la Selecci¨®n.
P. ?Temi¨® que la UE quedase tocada?
R. Europa estuvo a punto de morir en marzo. Fue un riesgo verdadero y mortal. La imagen m¨¢s evidente fue la declaraci¨®n de Jacques Delors advirtiendo de ello: tiene 95 a?os y no hablaba desde hac¨ªa cinco. Pero luego naci¨® la Europa de la solidaridad, que se expresa en el Next Generation EU. Soy muy optimista con la Europa del futuro, y nace de un liderazgo de Italia y Espa?a. Junto a Francia, alumbraron una l¨ªnea que luego acept¨® Alemania y sigui¨® toda Europa.
P. Algunos recursos que se pusieron sobre la mesa, especialmente los cr¨¦ditos y el Mede (Mecanismo Europeo de Estabilidad), se ven todav¨ªa con inmenso recelo. Parece que nadie quiere tocarlos.
R. Europa gestion¨® muy mal el episodio de Grecia y provoc¨® en la opini¨®n p¨²blica espa?ola e italiana un gran problema de confianza. La imagen fue la de un pa¨ªs que en los momentos de dificultad sufri¨® unas imposiciones demasiado duras y fue abandonado. Eso deterior¨® la imagen de las ayudas europeas.
P. Entonces, ?no se usar¨¢n esas ayudas?
R. Hay que dar un paso hacia adelante y reformar el Mede. Cambiarlo completamente, tambi¨¦n el nombre y las reglas. Hacer que sea comunitario y no solo para los pa¨ªses del euro, adem¨¢s de entreg¨¢rselo a la Comisi¨®n Europea. De otro modo, nadie lo coger¨¢.
P. Ahora se ve como un caramelo envenenado. Y en Italia tendr¨ªa un precio pol¨ªtico muy alto cogerlo.
R. El Mede es una caja fuerte repleta de dinero, pero por motivos pol¨ªticos no lo est¨¢n usando. Italia y Espa?a juntas deber¨ªan hacer una propuesta para reformarlo. As¨ª se evitar¨¢ esta paradoja en la que nadie quiere usar los 400.000 millones por la mala fama que tiene a causa del caso griego. Habr¨¢ que llamarlo de otro modo, algo como Fondo de Solidaridad Europeo, y entreg¨¢rselo a la Comisi¨®n: de Luxemburgo a Bruselas.
P. Italia y Espa?a se han mirado siempre con recelo pese a compartir una agenda e intereses estrat¨¦gicos. ?Qu¨¦ ha sucedido para que eso ya no sea as¨ª?
R. No recuerdo unas relaciones mejores que las de ahora, son ¨®ptimas. Cuando yo fui primer ministro hab¨ªa una buena relaci¨®n con [Mariano] Rajoy, pero hoy son m¨¢s profundas. Creo que se debe principalmente a la crisis de la pandemia y a la respuesta europea que Italia y Espa?a han dado juntos. Al hecho de entender que ante los n¨®rdicos solo podemos estar unidos. Adem¨¢s, Conte y S¨¢nchez han trabajado muy bien para crear ese entendimiento que se extiende a otros ministros. Creo que es una situaci¨®n id¨ªlica.
P. ?Por qu¨¦ no suced¨ªa antes?
R. Durante 20 a?os Espa?a tuvo la tentaci¨®n de imaginarse como socio mediterr¨¢neo principal del eje Franco-Alem¨¢n. Es decir, quer¨ªa sustituir a una Italia siempre en crisis ofreciendo mayor fiabilidad y una econom¨ªa que funcionaba mejor con una pol¨ªtica ajustable. Por otro lado, Italia siempre ha considerado que ten¨ªa un status superior porque pertenec¨ªa al G7. Pero el ¨²nico camino es colaborar para crear un acuerdo que pueda condicionar el resto de decisiones. La agenda italiana y espa?ola en inmigraci¨®n, ?frica o Mediterr¨¢neo es muy similar.
P. La salida de Matteo Salvini y la Liga tambi¨¦n ayud¨® a mejorar las relaciones. Y no solo con Espa?a. ?Temi¨® por el papel de Italia en el mundo en aquel periodo?
R. S¨ª, tuve miedo de un Italexit. Tem¨ª que sucediese un incidente como el del Reino Unido. La l¨ªnea de Salvini estos a?os ha sido antieuropea y de flirteo con el Italexit. Espero que cambie, pero en ese a?o de Gobierno tuve mucho miedo.
P. Le he escuchado decir que la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea tiene ventajas.
R. S¨ª, por supuesto. Y lo digo con toda la fuerza: hay que dejar de llorar por el Brexit. Se ha demostrado que es positivo para Europa. Ahora podemos construir proyectos, como la Europa social, que antes no logr¨¢bamos hacer con ellos.
P. ?Cree que ha pasado la ola soberanista populista?
R. Europa tiene el riesgo interno de que no llegue r¨¢pidamente el dinero prometido contra la recesi¨®n. Se han creado muchas expectativas y si los ciudadanos italianos y espa?oles no ven r¨¢pidamente ese dinero, se facilitar¨¢ el mensaje de Salvini o Vox. El segundo condicionante para ese final son las elecciones estadounidenses. Pienso que el populismo en Europa ha crecido gracias a la legitimaci¨®n que le ha dado [Donald] Trump. Si pierde, como yo espero, ser¨¢ un golpe duro al populismo soberanista europeo.
P. En Espa?a ¨²ltimamente se dice que la pol¨ªtica se est¨¢ italianizando. Sucede tambi¨¦n en otros pa¨ªses: parlamentos m¨¢s fragmentados, m¨²ltiples repeticiones electorales, un cierto caos. ?Qu¨¦ ha sucedido?
R. Es un problema de agotamiento de las democracias occidentales. Y est¨¢ ligado a la innovaci¨®n tecnol¨®gica. Gracias a Internet, cada ciudadano est¨¢ conectado con todas las decisiones y puede expresarse en un minuto. La democracia representativa, basada en delegar ese poder, tiene problemas para avanzar en ese terreno. Es muy importante que se reflexione sobre c¨®mo modernizarla, e Italia y Espa?a tienen mucho que hacer juntas. No es solo una italianizaci¨®n de la pol¨ªtica europea, es un problema general m¨¢s importante.
P. En Espa?a circula un mito sobre una visita de Giulio Andreotti en plena Transici¨®n democr¨¢tica. Le preguntaron su opini¨®n sobre los trazos de la nueva pol¨ªtica. Respondi¨® que faltaba "finezza¡±. ?C¨®mo cree que ha madurado en estos a?os?
R. Ha vivido el impacto de la crisis econ¨®mica, como la italiana. Los tonos se han endurecido mucho porque la pobreza ha entrado con fuerza en las familias, en la calle. La pol¨ªtica es el espejo del pa¨ªs, y en eso tambi¨¦n nos parecemos, porque se ha transformado como consecuencia de este malestar social. Junto a la crisis de la democracia parlamentaria, es un problema que requiere de pol¨ªticos con una mirada larga.