_
_
_
_

Los artistas del hambre: relato del desalojo de una protesta en Cuba

El escritor y periodista Carlos Manuel ?lvarez narra la lucha del Movimiento San Isidro, desarticulado a la fuerza por la polic¨ªa en un operativo en el que fue detenido

Manifestaci¨®n de apoyo al Movimiento San Isidro en La Habana, el s¨¢bado.
Manifestaci¨®n de apoyo al Movimiento San Isidro en La Habana, el s¨¢bado.YAMIL LAGE (AFP)

La puerta de la casa cruji¨® como un hueso fracturado, emitiendo el sonido de la desgracia. Se astill¨® la madera, sus fibras vegetales, y las dos alas de la entrada, sujetas t¨ªmidamente por una cadena y un candado, se vinieron abajo. Como un escuadr¨®n SWAT artesanal ¡ªmenos fornidos, desorganizados, tratando de adaptarse a la coreograf¨ªa de las muchas id¨¦nticas pel¨ªculas gringas¡ª m¨¢s de una decena de mujeres y hombres de la Seguridad del Estado entraron disfrazados de m¨¦dicos sanitarios a Damas 955, La Habana Vieja, y detuvieron de manera forzosa a 14 personas, la mayor¨ªa de las cuales protestaba de modo pac¨ªfico desde hac¨ªa ocho d¨ªas por la detenci¨®n arbitraria del rapero Denis Sol¨ªs, condenado en juicio sumario a ocho meses de prisi¨®n por el cargo de desacato. Cinco de esas personas se encontraban en huelga de hambre y solo yo llevaba all¨ª menos tiempo que los dem¨¢s, dos noches de fatigoso pero extraordinario encierro.

De hecho, mi entrada sorpresiva a la sede del Movimiento San Isidro, el proyecto de arte y activismo coordinado por Luis Manuel Otero desde su residencia particular, fue la excusa utilizada por las fuerzas del orden para ejercer la violencia. ¡°No queremos hacerlo as¨ª¡±, dijeron a manera de tr¨¢mite antes de romper la puerta. ¡°As¨ª es como ustedes lo hacen¡±, contestamos. Como ven¨ªa del extranjero, quer¨ªan acusarme de haber violado las medidas sanitarias contra la propagaci¨®n de la covid-19, a pesar de que al mediod¨ªa del 24 de noviembre yo hab¨ªa ido directo desde el aeropuerto hasta el lugar de la protesta y hab¨ªa permanecido en aislamiento seguramente m¨¢s que ning¨²n otro viajero de mi vuelo y m¨¢s que cualquier viajero en general de los que hubiera entrado a Cuba desde que abrieran los vuelos internacionales nueve d¨ªas antes.

Hay quien cree que, con pinta de turista distra¨ªdo, logr¨¦ colarme en Damas 955 porque el cerco policial no esperaba una jugada as¨ª. Hay quien cree que la polic¨ªa pol¨ªtica conoc¨ªa mis intenciones, mi viaje desde Nueva York v¨ªa Miami, y permiti¨® que la entrada sucediera sin obst¨¢culos para utilizarla a su favor. Yo no s¨¦ todav¨ªa, y no creo que vaya a saberlo alguna vez, de qu¨¦ forma ocurri¨®. A veces la m¨¢quina de vigilancia es tan torpe que se vuelve eficaz, a veces es tan eficaz que se vuelve torpe, pero siempre tiene el control ¨²ltimo de los hechos. Como sea, en Damas 955 conoc¨ªan mi llegada, la juzgaron necesaria y cada decisi¨®n o paso que vino despu¨¦s fue tomado en conjunto, persiguiendo un fin com¨²n.

En la noche del 25 de noviembre, representantes de Salud P¨²blica me hicieron llegar la informaci¨®n de que mi test en el aeropuerto hab¨ªa dado inhibido o alterado ¡ªno positivo¡ª y que deb¨ªan repet¨ªrmelo antes de la medianoche en el policl¨ªnico de 5ta y 16, reparto Miramar. Si no lo hac¨ªa, ir¨ªan a buscarme. Ninguna autoridad pudo avisarme directamente, porque para ese entonces ya la empresa de telecomunicaciones hab¨ªa cortado mi l¨ªnea de celular, tal como antes hab¨ªa cortado las de los dem¨¢s. Las maneras en que logr¨¢bamos seguir conectados a Internet solo pueden entenderse como ejercicios de malabarismo. Por otra parte, desde antes de cualquier evidencia m¨¦dica, los aparatos de propaganda oficialista hab¨ªan empezado a fabricar el caso pol¨ªtico, acus¨¢ndome sin pruebas de incumplir protocolos sanitarios.

Me vi en una encrucijada aparente que result¨® ser falsa. Si sal¨ªa de casa, podr¨ªan diagnosticarme positivo de covid-19. Bajo la excusa de propagaci¨®n, desmantelar¨ªan la protesta, entonces iba a parecer que yo hab¨ªa burlado el cerco de San Isidro con la complicidad del r¨¦gimen, actuando como un pe¨®n suyo.

Una sospecha de ese tipo arruina para siempre la integridad moral de cualquier cubano, y es una de las t¨¦cnicas predilectas y m¨¢s efectivas de la Seguridad de Estado: instalarse en la conciencia colectiva; hacer creer que est¨¢n en m¨¢s sitios de los que est¨¢n, porque as¨ª, justamente, se aseguran su presencia multiplicada; que cada quien sospeche del otro a las primeras de cambio y que nos lancemos incesantes acusaciones de soplones sin evidencia alguna. Es particularmente eficiente la manera en que esta l¨®gica de control alcanza el ¨¦xito a trav¨¦s de su mala fama y construye su capital sobre la base de su propio desprestigio. El poder sabe que mancha, y que destruye la reserva civil de alguien si llega a convencer a los dem¨¢s de que ese alguien les pertenece.

La otra opci¨®n que me quedaba, y que prefer¨ªa, era permanecer dentro de San Isidro, aunque igual fueran a buscarme y de paso se llevaran a los dem¨¢s. Por un momento, me cuestion¨¦ profundamente haber ido hasta all¨ª, me sent¨ª un estorbo, pero ese mismo d¨ªa, un poco antes, Luis Manuel Otero me hab¨ªa dicho que la raz¨®n de su vida era la gente, y que hab¨ªa decidido deponer su huelga de sed, mucho m¨¢s terrible y destructora que la de hambre, por el apoyo que ven¨ªa desde afuera, y porque yo hab¨ªa volado desde Nueva York y el resto de sus compa?eros de la protesta se lo ped¨ªan con gestos y preocupaci¨®n constantes, aunque respetaran su postura. El cambio de huelga de sed de Otero, quien fue el ¨²nico que mantuvo sobre s¨ª un castigo de este tipo junto al rapero Maykel Osorbo, no se debi¨® solo a un alarido f¨ªsico terminal, sino que esa s¨²plica del organismo al l¨ªmite pareci¨® venir tambi¨¦n en forma de reflexi¨®n.

¡ª?Hay diferencia entre las huelgas de hambre y sed? ¡ªle pregunt¨¦, agachado a su lado. Otero descansaba en una colchoneta delgada. Llevaba una especie de trapo envuelto en la cintura, nada m¨¢s. Record¨¦ un cuadro: San Pablo el Ermita?o, de Jos¨¦ de Ribera. Pero ahora un ermita?o negro, ulterior.

¡ªLa diferencia es muy grande ¡ªdijo¡ª. Ves c¨®mo el cuerpo se va consumiendo y consumiendo, lo ves desde adentro, empieza a sobrar la piel. Yo met¨ªa los pies en el agua¡­

¡ª?Eso para qu¨¦?

A veces se sentaba en una silla, los pies en una palangana, los codos apoyados en los muslos, cabizbajo en un rinc¨®n de la casa.

¡ªMe daba el deseo, pero hay un momento donde ya no quer¨ªa ni que me tocaran, ni ducha ni nada. Era algo para refrescar, no s¨¦, me sent¨ªa bien con eso. El cuerpo se me iba, sientes la necesidad del agua, lo que significa, porque el 70% de tu cuerpo es agua, y t¨² ves c¨®mo te vas secando, literalmente. Por eso el tema de meter los pies en el agua. El cuerpo se humedec¨ªa y hab¨ªa como un enga?o ah¨ª en la cabeza. Pero hay un punto en que ya, porque t¨² no eres una planta que va a coger agua por los pies.

Los ojos de Otero, expresivos y negros, hab¨ªan recuperado su agilidad despu¨¦s de tomar agua y borraban parte de su condici¨®n fantasmag¨®rica, d¨¢ndole un segundo aire a la disoluci¨®n. El corte triangular de sus p¨®mulos se hab¨ªa acentuado por el cincel del hambre, que los rebajaba minuto a minuto, como quien busca tallar un retrato de huesos.

¡ª?C¨®mo te sent¨ªas justo antes de dejar la huelga de sed?

¡ªGanas de vomitar, muchos dolores en el est¨®mago. Porque una cosa empieza a comerse a la otra. Y en los m¨²sculos, pero sobre todo en el est¨®mago. La ¨²ltima noche dorm¨ª muy bien. Es como que el cuerpo me dijo: ¡°Duerme, viejo, descansa. Ya no vamos a luchar contra nosotros mismos. Ya¡±. Esa noche so?¨¦ y todo. No recuerdo qu¨¦, pero estaba en un edificio, y hab¨ªa alguien conocido. Yo pude incluso haber aguantado dos d¨ªas m¨¢s, o uno.

A veces, cuando le entraba fr¨ªo, un fr¨ªo que nadie que no estuviera en huelga de hambre y sed habr¨ªa podido sentir a fines de noviembre en La Habana, se envolv¨ªa en una s¨¢bana blanca. Quiz¨¢ la huelga de sed pueda definirse como una fiebre de invierno.

Nos quedamos callados por un momento. Luego Otero sigui¨®:

¡ªYo pod¨ªa haber simulado un buche de agua, pero esto es real, no un performance. Pod¨ªa haberme dado un buche de agua, filmar y ya. Y lo otro es que en la medida en que t¨² vas bajando, todas las energ¨ªas que est¨¢n alrededor tuyo tambi¨¦n bajan.

¡ªAh¨ª te decidiste.

¡ªLos ¨®rganos empezaban a decir: ¡°Mira, yo ya no puedo funcionar tan bien como este otro¡±. Los pies se levantaban y caminaban, pero era mec¨¢nico todo. El coraz¨®n me dijo: ¡°Yo soy aut¨®nomo ahora mismo, tengo que luchar por m¨ª¡±. Son las im¨¢genes que tengo en la cabeza. Los ¨®rganos empiezan a independizarse y cada uno dice: ¡°Esp¨¦rate un momento, tengo que salvarme primero que t¨²¡±. El ri?¨®n contra el h¨ªgado, este contra aquel. Pero cuando regresas a la vida real, todo eso est¨¢ integrado, y ya uno le pas¨® por encima al otro.

Imagino los ¨®rganos de Otero combatiendo d¨¦bilmente entre ellos, exhaustos en su cuerpo seco, padeciendo el sol de su determinaci¨®n pol¨ªtica.

¡ª?Y qu¨¦ m¨¢s? ¡ªpregunt¨¦.

¡ªLo otro es la relaci¨®n con la muerte, yo no le tengo miedo. Es un estado m¨¢s. Para m¨ª es m¨¢s compleja la vida que la muerte. Esa relaci¨®n de darle sentido a la vida, echarle gasolina de nuevo y que siga andando y andando. Recuerdo que Yasser estaba sentado ah¨ª, mir¨¢ndome. Yasser es un tipo s¨²per light, tranquilo, y me miraba con los ojos abiertos as¨ª como si me dijera: ¡°De pinga, te est¨¢s yendo¡±.

Yasser Castellanos, que estuvo en huelga de hambre 30 horas antes de que comenzaran los v¨®mitos, es un hombre extremadamente pac¨ªfico, vegano y defensor de los animales. Meditaba mucho tiempo en su sitio, hablaba pausado, en susurros, y compon¨ªa algunas barras de hip hop. Su actitud respond¨ªa de modo estricto al monje budista de cer¨¢mica que descansaba en un altar al lado de la puerta de entrada, junto a una santa B¨¢rbara imponente, un san L¨¢zaro misericordioso, una catrina mexicana y m¨¢s iconos irreconocibles por m¨ª. Tal era la flema de Yasser, que no parec¨ªa encontrarse en medio de una revuelta pol¨ªtica, sino en un retiro tibetano.

El periodista y escritor cubano Carlos Manuel ?lvarez, en el centro, junto a Maykel Castillo, a la izquierda, y Luis Manuel Otero Alc¨¢ntara.
El periodista y escritor cubano Carlos Manuel ?lvarez, en el centro, junto a Maykel Castillo, a la izquierda, y Luis Manuel Otero Alc¨¢ntara.Movimiento San Isidro (EFE)

La protesta ten¨ªa una composici¨®n casi bab¨¦lica, que, sin embargo, alcanzaba el entendimiento desde la resistencia. Hab¨ªa un caos divertido en los comportamientos y una armon¨ªa en los afectos proveniente del sentido de la justicia. A pesar del aura de la muerte y la tensi¨®n del cerco, Damas 955 reun¨ªa un aleteo de voces y tonos distintos, integrados por el hartazgo pol¨ªtico com¨²n. A m¨ª me pareci¨® que volv¨ªa a la beca de la adolescencia, sujeto de nuevo a las leyes propias de un ¨¢mbito precario pero altruista.

Hab¨ªa que ba?arse y descargar la taza con cubos. El agua se sacaba de una cisterna. La ropa se tend¨ªa en los cables del patio, cerca de una pared lateral. Quienes no estaban en huelga, ten¨ªan que comer apartados de los huelguistas, y la comida se herv¨ªa o se cocinaba con el m¨ªnimo de sabor, para evitar tentaciones y sufrimientos. Los rincones y huecos debajo de las escaleras estaban llenos de trastos y desorden. En el piso de arriba hab¨ªa una gallina que picoteaba lo que hubiera entre los escombros, un animal que ya se hab¨ªa convertido en otra cosa, como una gallina cyborg. Dorm¨ªamos sobre s¨¢banas en el suelo de cemento. Las losas del ba?o estaban rotas, grietas como surcos h¨²medos, y de la pared reventada sobresal¨ªan las gruesas tuber¨ªas herrumbrosas y los ladrillos.

La casa humilde ¡ªcon columnas rectangulares en el centro, anchas y toscas¡ª parec¨ªa un almac¨¦n olvidado en eterna huelga de hambre, y ah¨ª radicaba su fortaleza. Expresaba una ¨¦poca. Incluso el celular de Otero no ten¨ªa tapa, los cables y la bater¨ªa estaban sueltos. Es dif¨ªcil que un orden pol¨ªtico pueda disciplinar a un muchacho que vive feliz con un celular as¨ª.

¡°Miren esto¡±, dec¨ªa cualquiera cuando nos faltaba algo elemental. ¡°Y todav¨ªa nos acusan de que nos paga el imperialismo¡±. Ese era uno de los chistes m¨¢s recurrentes. El otro, aunque parezca contradictorio, jugaba con que todos nos ¨ªbamos a quedar a vivir all¨ª una vez el r¨¦gimen cumpliera las demandas. Pero Otero levantaba entonces la cabeza y dec¨ªa que, cuando todo acabara, no quer¨ªa ver a ninguno m¨¢s. Las empresas pol¨ªticas firmes no se llevan a cabo con gravedad ni poses de tragedia.

Esteban Rodr¨ªguez, el joven asm¨¢tico desbordado de carisma, depuso su huelga de hambre justo antes del allanamiento. Se acod¨® en la meseta de la cocina, visiblemente inc¨®modo, fatigado, y dijo: ¡°Ya tengo que comer¡±. ¡°Ok¡±, le contestaron. ¡°Tienes que empezar con una sopa, o te preparamos un pur¨¦ de malanga¡±. Algo pasado de peso, Esteban se frustr¨®. ¡°?C¨®mo?¡±, dijo entre soplidos. ¡°No, no, sopa no. Dame un bistec, dame algo, yo me conozco. Sopa no, ?qu¨¦ sopa!¡±.

Abu Duyanah Tamayo, el musulm¨¢n corpulento y afable que siempre se encargaba de vigilar la puerta luego de que un vecino atacara a Otero d¨ªas antes y lanzara botellas de cristal hacia el interior, tend¨ªa su estera de rezos en una esquina o se echaba frente al ¨²nico ventilador del lugar. Anamely Ramos, exprofesora del Instituto Superior de Arte (ISA), expulsada de la universidad por escribir art¨ªculos considerados irrespetuosos y mantener posicionamientos cr¨ªticos frente a funcionarios de rango, mezclaba cierta pulsi¨®n cat¨®lica con sus conocimientos de arte africano y su devoci¨®n por figuras del pante¨®n yoruba. A su vez, cuando le pregunt¨¦ a Omara Ruiz si era cat¨®lica, me dijo tajante: ¡°Apost¨®lica, romana¡±.

Osmani Pardo, cristiano que mantiene un negocio privado de ¡°vendedor-productor de art¨ªculos de fiestas y otros¡±, se asemejaba en algunos puntos a Yasser Castellanos. Hablaba muy poco, siempre diligente, y su rostro reflejaba una profunda bondad. Sus conocimientos pr¨¢cticos, sus sorprendentes habilidades manuales, le permit¨ªan arreglar cualquier desperfecto t¨¦cnico que hubiera en la casa, y hab¨ªa m¨¢s de uno. Lo vi construir una resistencia el¨¦ctrica con dos latas y tres tacos de madera en cuesti¨®n de minutos. Sus manos pensaban, y no solo porque solucionaran cosas, sino porque actuaban con la misma destreza cuando no ten¨ªan que solucionar nada. En los ratos libres, silencioso, Osmani hab¨ªa hecho un ¨¢rbol de muchas ramas con una mara?a de cobre y lo llamaba ?el ¨¢rbol de la libertad?.

Maykel Osorbo, el rapero, tra¨ªa el lenguaje del gueto, y dejaba perlas como esta: ¡°?Y si vivir fuese la duda para lo inserio?¡±. Katherine Bisquet, poeta, compuso unos versos sobre la situaci¨®n: ¡°Dentro del hambre./ Dentro de una ca(u)sa./ Dentro de una misma cicatriz/ que se cierra desde la abertura del ombligo hasta la subida del pecho./ No existe ya el temor a la noche./ Prep¨¢rame una pizza de champi?ones para ma?ana./ Quiero sentir el sabor de la libertad¡±.

El grupo lo completaba Adri¨¢n L¨®pez, un joven de 18 a?os fa?oso y son¨¢mbulo que se hab¨ªa negado a ingresar al Servicio Militar Obligatorio; Jorge Luis, de 21, experto en la ciencia de conectarse a Internet desde Cuba; Iliana Hern¨¢ndez, maratonista guantanamera, periodista independiente, ya p¨¢lida por tantos d¨ªas de huelga; y Angell, una mujer menuda y discreta, casi azorada, madre de tres hijos que hab¨ªa perdido su casa. Si esta diversidad no parece suficiente, hay que apuntar que el d¨ªa de mi llegada abandonaba la huelga y el recinto el cient¨ªfico Oscar Casanella, expulsado del Instituto Nacional de Oncolog¨ªa y Radiobiolog¨ªa (INOR) por sus ideas pol¨ªticas.

Finalmente, todos estuvimos de acuerdo en que no me marchara, y se fij¨® esa suerte de fraternidad exaltada que invade a los grupos acorralados en los instantes ¨²ltimos del peligro. Tambi¨¦n pod¨ªamos sacar alguna recompensa de aquello que mi llegada hab¨ªa provocado: alcanzar mayor impacto medi¨¢tico, obligar a que las fuerzas represivas se manifestaran tal como son y quedasen expuestas una vez m¨¢s.

Omara Ruiz, una mujer frontal, sagaz, me dijo en la tarde del 26 de noviembre que de alguna manera est¨¢bamos ganando, horas antes del desenlace. Lo sent¨ª como si alguien me pasara el brazo por los hombros. Es dif¨ªcil, a la luz de los acontecimientos, traducir por qu¨¦ cre¨ªamos que est¨¢bamos ganando, pero ten¨ªa raz¨®n. Eran palabras dichas dentro de un espacio cerrado. Las paredes imped¨ªan por completo la circulaci¨®n de la realidad.

Omara hab¨ªa sido profesora del Instituto Superior de Dise?o de La Habana (ISDI), centro del que la expulsaron por sus labores como activista por los derechos humanos, y de alg¨²n modo era quien organizaba la vida en el encierro y marcaba con serenidad buena parte de las pautas a seguir.

Cerca de las ocho de la noche, tres oficiales de la Seguridad del Estado vinieron a buscarme, haci¨¦ndose pasar por m¨¦dicos. Cada profesi¨®n tiene su gestualidad y l¨¦xico particular. Mis padres son doctores, y una comparaci¨®n relampagueante me sac¨® de dudas sobre la identidad de los sujetos, si es que llegu¨¦ a tener alguna. Un m¨¦dico salva vidas, un gendarme las reduce. Les exigimos que salieran de la casa, y vimos que afuera hab¨ªa ya un operativo considerable: varias patrullas, dos carros-jaula, una comitiva acarreada para gritar consignas. Ah¨ª cortaron el acceso a Facebook, Instagram y Youtube en gran parte de Cuba y no lo restablecieron hasta casi una hora despu¨¦s.

Eran hombres y mujeres nerviosos. ¡°?Y cu¨¢ndo me van a agarrar?¡±, se pregunt¨® Esteban despu¨¦s de que varios polic¨ªas pasaran por su lado y no lo tocaran. A m¨ª me sujetaron dos tipos. Me bajaron a trompicones por las escaleras y luego cada uno me jal¨® para su lado. Estuve a punto de chocar contra una de las columnas. Creo que su impericia los volv¨ªa m¨¢s peligrosos. No golpearon, pero buscaban humillarte. Te conduc¨ªan por el cuello o te apretaban los brazos, te trasladaban no en l¨ªnea recta, sino con zarandeos.

Ah¨ª perd¨ª contacto con las cinco mujeres del grupo. Supuestamente, se trataba de un allanamiento para evitar la propagaci¨®n del virus, pero a los hombres nos llevaron a la estaci¨®n de Cuba y Chac¨®n, en la Avenida del Puerto, y nos mantuvieron hacinados por m¨¢s de dos horas en el carro-jaula, brazos y piernas entremezclados en una oscuridad cubista. La puerta solo se abr¨ªa de vez en vez para aliviar el asma de Esteban.

Ese tr¨¢mite fue un sello de amistad. No me sent¨ª preso y empec¨¦ a hacer preguntas a todos. Solo Otero era mi amigo antes de este episodio. Junto a Maykel Osorbo, ¨¦l se ve¨ªa a s¨ª mismo como un cimarr¨®n, y lo eran, lo que dota a San Isidro de una conciencia hist¨®rica que el poder quiere negar. Son negros, pobres, desplazados, viven en casas precarias rodeadas de hoteles lujosos para turistas de pantorrillas blancas. Son todo lo que la Revoluci¨®n prometi¨® reivindicar y termin¨® persiguiendo, caz¨¢ndolos para ocultarlos. Lo que ellos ponen sobre la mesa, y de ah¨ª la furia con la que buscan borrarlos, no es solo la pelea por la liberaci¨®n de un rapero, sino que abren el abanico de posibilidades para la forma de una rep¨²blica nacional negra, de una nueva cultura largamente pospuesta, lo que articula al movimiento con las narrativas globales de hoy. Solo entonces, a trav¨¦s de ese resquicio beligerante, Cuba estar¨ªa entrando en la modernidad.

En cuanto me sacaron de la jaula ¡ªfui el segundo en salir¡ª la libertad se esfum¨®, y se supon¨ªa que me devolv¨ªan a ella. En el policl¨ªnico de Miramar me hicieron la PCR que justificaba el operativo, un palillo inc¨®modo hurgando en la garganta. A ning¨²n otro participante de la protesta le practicar¨ªan el test.

Para llegar all¨ª, una patrulla con tres agentes me hab¨ªa conducido antes por el Malec¨®n, camino al oeste. Mir¨¦ desde la ventanilla los lugares que recorr¨ª innumerables veces, aunque nunca tan solo. El hospital Ameijeiras, la esquina del Hotel Nacional, la Casa de las Am¨¦ricas, y la residencia universitaria de F y 3ra, donde viv¨ª cinco a?os. Observ¨¦ el edificio hasta que lo perd¨ª de vista, intentando localizar mi piso, por si me ve¨ªa asomado ah¨ª y todav¨ªa pod¨ªa encontrar afuera el rastro del que hab¨ªa sido. Iba descalzo, con las manos esposadas a mi espalda y el cansancio del cuerpo roto atorado en el pantano de la ciudad.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

M¨¢s informaci¨®n

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com