Los obispos cubanos llaman al ¡°di¨¢logo y a la negociaci¨®n entre los que tienen criterios distintos¡±
La conferencia episcopal pide en su mensaje de Navidad el fin ¡°de todos los bloqueos, externos e internos¡±
Los obispos cubanos llamaron este s¨¢bado con ocasi¨®n de su mensaje de Navidad al acercamiento de posiciones encontradas. En un momento de creciente demanda social de entendimiento y libertad de expresi¨®n, doce prelados de la isla, entre ellos el cardenal Juan de la Caridad Garc¨ªa Rodr¨ªguez, arzobispo de La Habana, piden que ...
Los obispos cubanos llamaron este s¨¢bado con ocasi¨®n de su mensaje de Navidad al acercamiento de posiciones encontradas. En un momento de creciente demanda social de entendimiento y libertad de expresi¨®n, doce prelados de la isla, entre ellos el cardenal Juan de la Caridad Garc¨ªa Rodr¨ªguez, arzobispo de La Habana, piden que ¡°la intolerancia d¨¦ paso a una sana pluralidad, al di¨¢logo y a la negociaci¨®n entre los que tienen opiniones y criterios distintos¡±. ¡°Como pastores miramos a un pueblo cansado y agobiado¡±, lamenta la carta, que est¨¢ dirigida a ¡°todos los cubanos¡± y manifiesta preocupaci¨®n por ¡°las carencias materiales, el cansancio espiritual, la insuficiente econom¨ªa personal, familiar y nacional¡± agravadas en los ¨²ltimos meses por la pandemia.
La conferencia episcopal desgrana en una lista de deseos o buenas noticias las que considera las prioridades de Cuba. Adem¨¢s de que se abra paso la voluntad de di¨¢logo, que ¡°las cosas cambien para bien y en paz¡±; que ¡°el agobio por conseguir los alimentos se convierta en un sereno compartir el pan cotidiano en familia¡±, y ¡°que se evite la violencia, la confrontaci¨®n, el insulto y la descalificaci¨®n para crear un ambiente de amistad social y fraternidad universal, como nos invita el Papa Francisco¡±. El mensaje solicita tambi¨¦n ¡°que el anunciado reajuste de la econom¨ªa nacional, lejos de aumentar las preocupaciones de muchos, ayude a que cada cual pueda sostener a su familia con un trabajo digno, con el salario suficiente y con la siempre necesaria justicia social¡±; ¡°que los cubanos no tengamos que buscar fuera del pa¨ªs lo que debemos encontrar dentro; ¡°que no tengamos que esperar a que nos den desde arriba lo que debemos y podemos construir nosotros mismos desde abajo¡±; y que ¡°cesen todos los bloqueos, externos e internos¡±. La misiva propone por ¨²ltimo ¡°dar paso a la iniciativa creadora, a la liberaci¨®n de las fuerzas productivas y a leyes que favorezcan la iniciativa de cada cubano¡±. ¡°As¨ª cada uno sentir¨¢ y podr¨¢ ser protagonista de su proyecto de vida y, de ese modo, la naci¨®n avanzar¨¢ hacia un desarrollo humano integral¡±, siguen los obispos.
Estas demandas se producen en medio de las habituales campa?as de difamaci¨®n contra los cr¨ªticos y despu¨¦s de que el Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel anunciara un paquete de medidas econ¨®micas que regula la unificaci¨®n monetaria y fija una tasa de cambio com¨²n en toda la isla de 24 pesos por d¨®lar. A finales de noviembre se dio, adem¨¢s, un episodio especialmente significativo cuando decenas de artistas, intelectuales, profesores y j¨®venes se citaron a las puertas del Ministerio de Cultura para exigir di¨¢logo y el fin del hostigamiento a organizaciones cr¨ªticas como el Movimiento San Isidro, cuya sede fue desalojada de forma abrupta por las autoridades durante un encierro.
Los obispos recuerdan que, en este contexto, ¡°adem¨¢s de las propuestas de soluci¨®n aportadas por las autoridades del pa¨ªs, se han expresado otras tantas, fruto del genuino amor y compromiso de los cubanos [...]. Esta diversidad de sugerencias es riqueza y es signo de que Cuba es una sociedad emprendedora y rica en talentos¡±. ¡°Nos parece que todas las propuestas deben ser escuchadas y atendidas¡±, contin¨²a la carta, que se remite a las palabras de Jorge Bergoglio: ¡°La falta de di¨¢logo implica que ninguno, en los distintos sectores, est¨¢ preocupado por el bien com¨²n, sino por la adquisici¨®n de los beneficios que otorga el poder o, en el mejor de los casos, por imponer su forma de pensar¡±.